martes, 6 de julio de 2010

Visita al comedor y cocina




Después del aperitivo, Marcos, nuestro antiguo profesor de soldadura e invitado especial a nuestro aniversario, tomó las riendas para iniciar una visita guiada por algunas de las dependencias de la Laboral. En este punto de la reunión, el director de la Universidad se despidió de nosotros y desde aquí le quiero dar las gracias por su colaboración y la disposición para facilitarnos todo lo referente a las celebraciones.
También nos acompañó el jefe de estudios en la visita y que también le agradecemos su interés y sus explicaciones sobre el funcionamiento de talleres, etc.
Hacía sólo tres años que la habíamos recorrido, pero volver a pasar por los pasillos, cruzar el umbral de las puertas, nos volvió a trasladar a nuestros años de estudiantes y la emoción se instaló muy dentro de los sentimientos que parecían olvidados.
Cuando llegamos al comedor, que ha cambiado un poco desde entonces, me pareció oír el griterío de todos los alumnos en diferentes etapas de nuestra estancia allí y también me vino a la memoria los espectáculos que solíamos montar, cuando estábamos en 3º de F.P.II y entrábamos, a la hora de comer, todo el curso, haciendo el "plátano Balú" y se hacía el silencio entre todos los comensales, observándonos con admiración, para confesarnos más tarde que, ellos, cuando llegaran a 3º, les gustaría ser como nosotros. Eso no sé si lo lograría alguno de los cursos posteriores, pero no conocimos a nadie ni antes ni después como LA OCTAVA.

Penetramos en el Sancta Sanctórum de la cocina, un lugar que nunca antes habíamos visto, el lugar donde las abnegadas cocineras preparaban nuestro rancho.¡Cuántas veces habremos comido, cenado y desayunado allí ? No tengo recuerdo de que la comida fuera mala, por lo que sería aceptable. Mi hijo si que se queja de la que le dan en el colegio.
Me acuerdo del arroz a la cuabana como plato estrella par mí. ¿ Y el vuestro ?


Dejo aquí el homenaje para algunos compañeros. Quiero aclarar que voy haciendo el blog y las entradas a medida que puedo y se me ocurren y no quiero dejar a nadie sin su sitio aquí y también que al hacerlo en cada entrada, no tiene ningún tipo de connotación ni significado, simplemente voy incluyendo a cada uno, pero cada compañero tiene un montón de cosas que contar en cada rincón de la Uni y no solo en donde los pongo yo.


Vara es uno de los homenajeados en esta entrada.
En primer lugar, agradecemos tu esfuerzo por venir, sé que tuviste que cambiar turno de trabajo y una serie de cosas, pero al final viniste y nos alegró mucho que lo hicieras.
Con el paso del tiempo me he dado cuenta que el humor que ya te gastabas en aquellos tiempos era peculiar, sutil, inteligente, enigmático, casi inglés. Es ahora cuando lo entiendo mejor y siempre rematas cada cosa con un toque personal que me hace reír. Tengo el recuerdo temprano en el que los días de vacaciones se iban acercando y el último día de clase, los profesores nos dejaban que se hicieran representaciones, cantar o contar chistes y tú eras uno de los que siempre estabas dispuesto para estas ocasiones. Recuerdo todavía el de; "¿ Mamá, por qué papá mato al pregoneeeeero ?" o el de aquella familia incapaz de apagar una vela por un defecto físico en la boca y llegaba el hijo pequeño que no tenía el defecto y la apagaba con los dedos húmedos de su saliva.
Vara... un tío entrañable con el que siempre se puede contar y un buen compañero.

También dejo un recuerdo aquí para José Antonio Hernández, alias "Travolta" o "Gochy". ¿Quién de nosotros no tiene alguna anécdota con él ? No voy a contar las típicas, aunque todavía tengo la sensación del calorcillo en mi pantalón cuando estábamos una noche en Ramsés II, pero estoy tentado de hacerlo. Me voy a inclinar por aquella que hacía en los pasillos de las habitaciones y que cuando empezó a hacerla, nos volvía locos.
Por su estatura y la habilidad que le caracterizan, se le ocurrió subirse andando horizontalmente con pies y manos para colocarse en lo más alto del techo del pasillo y desde allí, llamaba a las puertas de las habitaciones. Salías y...¡ Coño ! ¡ No había nadie ! Te volvías a meter pensando que estabas tonto y al rato, otra vez lo mismo y...nadie. ¿Cómo es posible? Paco y yo caímos la primera vez y si no es porque empezó a descojonarse en las alturas, no nos damos cuenta. Cuando miramos al techo y lo vemos con los pies en una pared y las manos en la otra, totalmente horizontal, no lo podíamos creer. ¡Qué tío!
Travolta, gracias por todo, también por tu ayuda en cuanto a contactar con los compañeros vía telefónica, aunque tu esfuerzo haya sido infructuoso para que se animaran a venir y sobre todo gracias por venir a la reunión y animarla.

Ya que estamos en los dormitorios, con la anécdota de Gochy, me acabo de acordar de Masico y aquí encuentro un rincón para rendirle un cariñoso y merecido recuerdo. Él sabe que nos unen lazos de amistad y seguro que no se enfada. Es otro de los que se apuntan a lo que sea y además nos alegra llevando a su mujer a las cenas. No cambies nunca Masico..."me cago en chus".
Esta la recordamos el día del aniversario, pero por si alguno no estaba:
Va del primer hombre que se durmió de pie, agarrado del pomo de una puerta;
Teníamos una de las frecuentes reuniones nocturnas, para debatir el cambio de fecha para hacer un examen o algo parecido, pero esta vez era en su habitación y como la cosa se estaba alargando mucho, él estaba hasta las pelotas de aguantar a tanta gente encima de su cama, armando escándalo, etc. Se fue a otra habitación y cuando volvió aún seguía la fiesta, por lo que se resignó a esperar a que la gente se fuera cansando y como no había sitio, se quedó esperando en la puerta. Se fue agarrando amorosamente del tirador y apoyándo su cabeza sobre ella, como los gatos cuando ahuecan el lugar donde van a dormir, se le fueron cerrando los ojitos y cuando nos quisimos dar cuenta, se nos había dormido. Eres genial Masico, gracias por todo.

1 comentario:

  1. Quiero resaltar que las fotos de Vara y Masico son de la anterior reunión porque no conseguí hacerles una en solitario que esté en condiciones de publicarse. Disculapas.

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