martes, 20 de julio de 2010

Merendero "Las Pallas"






El sonido de los petardos y de las tracas de Jarero, hizo despertar a la bestia dormida que amenazaba oscura y agazapada en el cielo zamorano. Con unas ténues, pero enormes gotas de agua comenzó a avisarnos de que iba a lanzar sus frías garras afiladas al suelo seco y polvoriento y no tardó mucho en lanzar su primer zarpazo, tanto es así, que nos cogió empezando a subirnos en los coches para irnos a un sitio tranquilo y así, dejar que los de "la cantina" se tomaran su merecido descanso semanal. La lluvia de la tormenta arreció cuando llegamos al merendero que habíamos elegido a la orilla del río, pero la marea de camisetas rojas de La Octava, pugnaba en dura competencia por hacerse notar y las voces y las risas no pudieron ser acalladas ni por los truenos ni relámpagos y allí, nos mojamos por fuera con la tormenta y por dentro con unas hermosas jarras de cerveza fría con limón y pasamos un rato divertido.
Habíamos seleccionado el sitio perfecto para estar a nuestras anchas y contarnos, recordando viejos tiempos, anécdotas y aventuras vividas en compañía unos de otros. Nos reímos un buen rato mientras veíamos llover y personalmente, tengo que decir que hacía una buena temporada que no me reía tanto. Merendamos las tortillas y el jamón que se trajo Chin de las sobras de la comida, ante los incrédulos ojos del dueño.


Es aquí donde quiero hablar de otros dos compañeros y amigos; Cholo y Chin. Manuel y Jesús Antonio. Calvo y Peláez.


Cholo, no sólo pertenece a "La Octava", es un símbolo de la misma y lo que tiene en tamaño, lo tiene de buena persona y buen compañero y amigo.
Como siempre que tenías la oportunidad estabas con los internos, los momentos vividos a tu lado, son muchos y a los de la Laboral, algunos de nosotros, tenemos que sumar los que compartimos en C.O.U, que también dieron para mucho.

Contigo quiero recordar una peripecia en la que fuimos protagonistas más de la mitad del curso, pero, que la recuerdo en especial, por tu actitud;
Cuando visitamos Salamanca para hacer una visita cultural a la fábrica de rodamientos NACHI, ocurrieron otros hechos:
A la vuelta, después de ver la catedral, la plaza mayor, etc, Hicimos una parada con el autobús en un bar o restaurante en la salida de la ciudad, justo en frente del estadio "El Helmántico" y allí fue donde, no se nos ocurrió otra cosa que asaltar el congelador de los helados. Éste, quedaba apartado de la barra del bar, cerca de una ventana exterior que daba a la trasera del bar y que estaba a la altura de un primer piso más o menos, por lo que resultaba bastante fácil abrirlo, para, de forma disimulada, hacer como que uno escogía su helado y de paso, con la ventana abierta, tirar por la ventana los que te pedían desde abajo. El resto de piratas, esperábamos como los polluelos de los pájaros esperan a que vengan sus progenitores a traerles al nido los gusanos, con el agravante de que pedíamos con desfachatez nuestros gustos favoritos: Cornette, Colajet, de limón, de naranja...
Creo recordar que el encargado de la tarea de echarlos por la ventana eras tú. Al final, tanta avaricia, obtuvo la respuesta por parte de los dueños, que se percataron de la maniobra y se lo dijeron a los profesores. Fradejas montó en cólera y nos puso firmes a los implicados, o a casi todos, pero recuerdo la fila de los ladrones, entre los que me encontraba yo, que parecíamos unos reos condenados al paredón y "el Fradejas" echándonos la bronca y cogiendo el dinero de los helados, pero lo que más recuerdo era tu semblante; firme, impertérrito, mirada al frente, gafas de aviador, cabellera rubia, sonrisa burlona de niño travieso y 1´98m de juerga y cachondeo.

Nos ha gustado mucho volver a verte y disfrutar de tu presencia. Gracias Cholo.

P.D. Me gustaría que los artífices de aquella gesta se inscribieran en una lista en los comentarios de esta entrada y si alguien se acuerda de los compinches que los ponga también.

El otro protagonista de esta entrada es Peláez.

Qué puedo decir de tí. Desde el primer día que coincidimos en el 1º curso, hemos compartido la mayoría de acontecimientos de La Octava; yo el número 146 en el marcado de la ropa de la Uni y tu el 147. En 1º y 2º de F.P.I fuimos creciendo más o menos igual en estatura, pero no sé que te darían de comer en Arquillinos que a partir de F.P.II, empezaste a crecer como una berza en una huerta frondosa, sobre todo ese pedazo de manos, orgullo familiar. Lo más curioso, es que el estirón definitivo, lo diste haciendo la mili en ¿Albacete?
Chin, es sin lugar a dudas, la alegría del grupo y el maestro de ceremonias y sin él, La Octava, no sería la misma. Es amigo y compañero de todos sin excepción y para mi, al menos, es un orgullo estar entre ellos.
Gracias por estar siempre y digo siempre, ahí y también por tus comentarios siempre bien recibidos en el blog.

Puedo recordar un par de docenas de vivencias ocurridas en tu compañía; graciosas, curiosas, tristes, sentimentales, peligrosas, sorprendentes, pero el recuerdo que te dejo en este rincón es del tipo; responsabilidad, entendida sólo en parte.

En F.P.II, se crearon cursos de actividades que ahora se llaman extra escolares, como fotografía, cine, periodismo, etc. Hubo un grupo de nosotros que nos apuntamos a periodismo, con el ánimo de aprender cosas nuevas y porque el director del curso era Manuel Ángel, con el que, a buen seguro íbamos a estar a gusto. De esa experiencia nació una revista: "Don Topo", en la que aplicábamos algunas de las cosas que aprendíamos en el curso. Aún conservo los números que editamos y también recuerdo los miembros del equipo. ¿Os acordáis de los que formábamos el grupo?
Uno de ellos era Chin, que como era el que más labia y verborrea tenía y sigue teniendo, era el elegido para ciertas tareas que nos ponía Manuel Ángel. Una de estas tareas consistió en ir a radio Zamora de la cadena Ser para que le hicieran una entrevista sobre música. El tema elegido era "los comienzos del punk", del que no tenía ni la menor idea y que estuvimos buscando información el día antes sin conseguir gran cosa (antes no había internet).
Se presentó en la entrevista en la radio en el programa que hacia un pincha-discos chuleta de Ramsés y no abrió apenas la boca, siendo el locutor el que habló del tema.
La experiencia no le debió gustar mucho, porque cuando fuimos de excursión a Sevilla, también teníamos fijada una entrevista en "El Perro Verde" de Jesús Quintero, apadrinada por nuestro querido educador, que nos acompañó en el famoso viaje, pero aquellos días, los ocupamos en otros menesteres y cuando llegó la hora de ir a la radio, teníamos un pedal, que ni siquiera nos acordamos del tema, dejando al director del curso de periodismo en la estacada. ¡Vaya panda!
Ese día, primero nos colamos en el concierto de Luis Eduardo Aute en la Maestranza, aunque debía de estar terminando porque no recuerdo haber estado mucho tiempo y después nos fuimos a los jardines en los aledaños de La Torre del Oro y allí nos quedamos tirados, para, en los ratos de lucidez, salir a torear a los barrenderos que pasaban con sus carros de la basura, que eran los únicos que andaban por la calle. Llegó el autobús que nos llevaría a la universidad Laboral de Sevilla y los demás compañeros, que no estaban tampoco en mucho mejores condiciones fueron por los jardines recogiendo a los que estábamos por allí. Cuando íbamos llegando al edificio en las afueras de la ciudad, nos dimos cuenta del pobre Manuel Ángel, de la entrevista y de que no lo habíamos esperado y tuvo que volver en taxi.
¿Recuerdas todo esto?

Gracias Chin por ser un buen compañero y amigo. Han pasado los años y sigues fiel a ti mismo.





3 comentarios:

  1. Joder Pascual tío vaya memoria que tienes, yo no me acuerdo de nada de lo de Salamanca, con lo cual yo no estaba en el ajo, pero por lo menos podía recordar la anécdota, que cabrones erais. De la excursión tampoco porque desgraciadamente para mi no pude ir, y el único recuerdo que tengo es el de veros partir de la lonja de la UNI, y quedarnos entre otros Cesar, Chanchi y yo, se que quedó alguno más pero no los recuerdo, por la tarde mientras vosotros hacíais el camino hacia una experiencia inolvidable, yo estaba entresacando remolacha, (claro ahora me salen las tres hernias discales que tengo, de doblar el riñón y cargar alpacas de paja trillada y alfalfa, con un pincho hasta que llegaron los carga alpacas todos los veranos, como nos tocaba a todos los que éramos de pueblo), que se lo digan ahora a los chavales de hoy día.
    Chin fue uno de mis conejillos de indias en lo referente a peluquería, el no se acordará pero a mi no se me olvida la escena. Le estaba cortando el pelo a Julio Pérez en su habitación y le dije a Chin “A ti te tengo que cortar el pelo”, claro os daréis cuenta de cómo lo llevaba por la foto de la orla. El me contestó ni se te ocurra, al final se lo corté, le dejé una especie de melena o coleta ancha y de no cortarse el pelo nunca a cortárselo cada 20 o 25 días, es más todos los viernes antes de irnos para casa le estiraba con el secador la medio melena o coleta que le dejé, se la metía debajo de la camisa para no dar el cante, porque una cosa era en estado normal y otra cosa cuando se lo estiraba con el secador y claro cabía la posibilidad de que algún educador lo viera y se lo mandara cortar. Chin quien nos iba a decir que con los años te iba a pelar a ti y a tu retoño en mi peluquería?

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  2. Jose, a ver si aplicas un descuento especial por ser tu conejillo de indias! que vas a ser el mas rico del cementerio.
    Chechu: el discjokey chuleta se llamaba "el jhonni", todavia le veo a veces por zamora. Es mu feo. Tio tienes una memoria prodigiosa.
    Pd.: De verdad estoy tan gordo???? cooooño...

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  3. Chin, si estas gotdo, pero no eres tu solo, y por cierto, Jose al que primero cortó el pelo fué a mi, osea que lo del descuento...

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