A medida que nos acercábamos a los talleres, donde más tiempo pasamos, un olor característico volvía a ser reconocido por nuestras pituitarias y entonces, de golpe, se amontonaban los recuerdos de días pasados entre máquinas y sus herramientas, junto con los profesores que no solo nos enseñaron a manejarlas, si no que nos infundieron unos valores que aún llevamos como insignia. Con respecto al tema de los olores, os recomiendo que entréis en la publicación antigua de "¿Se nos ha pasado el tiempo de limar cruzado?" y leer los comentarios que allí figuran.
Hablar de los talleres nos llevaría mucho tiempo y espacio y no quiero que en este sitio hable yo solo. Contad vuestras experiencias y anécdotas y las cosas que más os impactaran en vuestra formación en los comentarios y seguro que lo pasamos bien.
En esta entrada solo voy a dejar mi homenaje a los compañeros.
Empiezo por Parra. Como muchos de nosotros, en tu vida actual no utilizas los conocimientos adquiridos con las máquinas-herramientas que aprendiste a manejar, pero tengo recuerdos de cuando compartíamos banco de trabajo y los tornillos donde poníamos las piezas a limar estaban cerca. Por aquella época teníamos de profesor de taller a D.César y tú siempre que podías, estabas de cachondeo y gastando bromas. Un día, se te ocurrió ir haciendo acopio de toda clase de herramientas de los cajones vecinos, recogiendo limas grandes, medianas, pequeñas, martillos, calibres, aceiteras....y llevarlo todo a un cajón vacío. Cuando llegamos a coger nuestros preciados útiles, teníamos los cajones vacíos y tú te hacías el loco, hasta que nos dimos cuenta de tu sonrisa burlona y que eras el único de la vecindad que tenías puesta la "U" en tu tornillo y estabas dale que te pego a "limar cruzado". Te enviamos un abrazo y nos sigamos viendo por Zamora y cualquier otra reunión que hagamos. Gracias por venir.
Le toca el turno a Panero.
Ha sido todo un placer volver a verte después de casi 27 ó 28 años y nos ha encantado volver a contar contigo y compartir las experiencias vitales que nos han ido pasando en estos años.
Los recuerdos que tengo sobre ti, también son de los primeros tiempos, en los que compartimos las horas de taller; limas, tornos, fresadoras, de los bolsillos rotos de los monos, música rockera de Leño, visita a tu habitación compartida con Julio y Chin, de alegría y ganas de vivir, del humo que había siempre en la misma (no recuerdo muy bien el color, creo que algunas veces era azulado y aromático). Recuerdo tu eterna sonrisa dibujada en tu cara y de la vez que te caíste de la litera y pensamos que te habías "matao".
Aunque, como te dije antes, hacía tiempo que no te veíamos, esperamos que esta reunión haya servido para retomar la amistad que te unió a nosotros y sigas siendo uno más de La Octava. Agradecemos también la colaboración de Geli en cuanto al tema de la publicación de la foto con la alcaldesa en el periódico local y de su interés por la reunión y esperamos verla en próximas cenas y visitas socio-culturales por Zamora par tomar unas copas acompañando al grupo. Gracias por venir.
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