martes, 23 de febrero de 2016

CATORCE EN UN MINI MORRIS

Es muy posible que entre en el terreno de la exageración si digo que un día nos metimos catorce topos en el Mini que nos prestaron los de Viajes Bambú, catorce contando al conductor, pero lo que sí me acuerdo es que fuimos más de diez.
 
Ese conductor era Ricardo porque por aquel entonces, pocos había que tenían permiso de conducir, ya que en ese año íbamos cumpliendo los diez y ocho la mayoría de nosotros. Creo que Paco también tenía y no sé si alguien más. Había unos cuantos, entre ellos; Danta, Mariano,Julio el gallego, que lo sacaron en Zamora aprovechando las tardes después de clase. Yo lo saqué ese verano del 84, bueno me examiné del práctico el día 3 de octubre, que es desde cuando lo tengo. 

No sé que viaje habíamos hecho ese día, me imagino que estaríamos haciendo publicidad de alguna fiesta que pensábamos hacer, o simplemente lo cogimos para hacer el tonto por ahí y reírnos un rato, el caso es que debimos ir cogiendo gente por el camino y al final del trayecto, que no era otro que el "tontódromo" de la Avenida Príncipe de Asturias, a la altura del restaurante Sancho II, hicimos el desembarque de la tripulación.
Este lugar, en aquella época era la pasarela de la moda, el lucimiento, la exhibición y punto de encuentro de cualquiera que quisiera dejarse ver por la ciudad. Es cierto que dependiendo de las horas del día, del día de la semana y de la estación del año, la "fauna" que hacía su pase por el foro, era completamente distinta.
Los días lectivos y a las horas de recreos de institutos y colegios de la zona, se paseaban la gente de la capital en sus diferentes versiones y clases sociales. Por la tarde ya era territorio común a todos los estudiantes, tanto de la capital como de los pueblos y de todos los centros educativos, entre los que nos incluíamos nosotros. ¡Cuántas anécdotas hay de esta época en ese lugar!
Los fines de semana se convertía en una jungla variopinta, porque se juntaba todo el mundo, pero además, se sumaban al desfile, la gente de los pueblos que no eran estudiantes en la capital o no eran estudiantes. 
Una de las aficiones más extendidas en aquellos tiempos, era hacer exhibición de todo tipo de burradas con los coches o las motos, porque en esa época, la avenida estaba abierta al tráfico y no había mejor sitio en todo Zamora para hacer el cabra que este.

 ¡Cuántas barbaridades habremos visto! de gente que ponía el coche a todo lo que daba en ese tramo, frenadas quemando ruedas en los semáforos de ambos sentidos o salir chirriando neumáticos o fantasmadas como estas...
 
Bueno, pues nosotros no íbamos a elegir mejor lugar para nuestra hazaña, que este, y en un día lectivo, con alevosía y diurnidad, perpetramos la proeza de ir "pariendo" topos por la puerta delantera derecha del Mini Morris hasta el increíble número de catorce, delante de los viandantes estupefactos, porque no se explicaban cómo de un coche tan pequeño, podían salir tantos "vigardos" y enumero; Cholo,Paco, Chin, Julio, Castaño, Mosca, Jarero, Toñico, Chuchi, Mateos, Masico, Formariz, Ricardo y Pascual.
Sí fuera ahora, seguramente estaríamos en todos los teléfonos móviles del mundo por todas las redes sociales y llegaríamos a ser "trending topic" porque nos hubieran grabado seguro.

5 comentarios:

  1. Muy bueno,casi tanta gente como en la DKV de "CHSNCHI" un saludo.

    ResponderEliminar
  2. Fue pa publicitar una de nuestras magníficas fiestas de la Ramsés; íbamos soltando paridas acerca del evento, y entre parida y parida, como no cortábamos el micro, se escuchaban con toda nitidez, en la calle, toda suerte de improperios y blasfemias,(ya sabéis, cagüen esto, cagüen lo otro....). Total que al día siguiente, en la hora de la comida, Manolo, el dire, nos echó una bronca de la ostia porque había llegado a sus oídos que una panda de deslenguados, se paseaban por toda Zamora a bordo de un mini jurando en arameo y entre medias, hablando no sé qué de una fiesta, por lo que dedujo que éramos nosotros. Aún así, hubo de ser la Policía Municipal quien nos cortara el rollo de raíz, pues ya en la segunda jornada vespertina en la que barríamos Zamora a lomos de nuestro flamante mini, con el lenguaje ya, mucho más moderado, nos mandaron parar y nos dijeron que para tal escandalera era preciso contar con el correspondiente permiso administrativo, con lo cual, el juguete fue devuelto a Román, que era como se llamaba el tipo de la agencia. Qué tiempos, en serio!

    ResponderEliminar
  3. ... y ya metidos en harina, espero veros a todos el sábado en la comida... no os la perdáis.

    ResponderEliminar
  4. muchas risas ayer en el evento... el Julito y yo, nos encargaron cerrar tos los bares de la calle obispo acuña y pardiez que cumplimos a rajatabla...al final tuve que pillar un tasis del pedo que traía... asín que llevo toda la mañana a base de omeoprazol e ibuprofeno 600... cagon tó!... qué resacón!... adiós coñac pa siempre!

    ResponderEliminar
  5. Me parto de risa. En mi fuero interno sabía que iba a pasar esto mismo, pero con el delegado de compañero de juerga. O eso o el jamón en Madridanos.
    Sois la ostia.
    Viva la Octava!!!

    ResponderEliminar