martes, 13 de julio de 2010

La comida




Aunque no teníamos demasiado apetito, dado que nos habíamos inflado en el aperitivo; comimos.
En esta ocasión, lo hicimos sentados en una mesa en forma de "U" y departimos unos con otros mientras ingeríamos el pollo al chilindrón, la carne guisada, el pulpo, tortillas, embutido, croquetas, etc.
En este punto tengo que reconocer un gran fallo por parte de la organización al no cumplir con el programa y cantar en las escaleras de acceso al comedor, nuestro grandioso himno: "Soy Tornero", pero los de "la cantina", tenían la comida caliente y a punto y no querían que se enfriara y les protestáramos por ello. Por quien más lo siento es por el maestro Chin, que no pudo deleitarnos con su arte y empaque a la hora de dirigir, aunque se fue desquitando de la afrenta a lo largo del día, ya que lanzó al mundo su cantar en 4 ó 5 ocasiones, que yo contabilizara.


A la comida nos acompañaron Marcos y Manuel Ángel, a los que estaremos siempre agradecidos por su compromiso para con nosotros.

Quiero dejar aquí, el homenaje para algunos compañeros, entre los que se encuentra Alejandro. Lo hago porque a nuestro lado y presidiendo la mesa, estaba colgada la ORLA. Esa maravillosa fotografía con el grupo de la reunión de hace 3 años, frente a la iglesia y las fotografías tamaño carné de todos nosotros cuando eramos estudiantes y que con bastante esfuerzo, consiguió Julio Pérez.
Gracias Alejandro por encargarte de esta tarea, que gustó mucho a todos y que llevamos con orgullo a nuestras casas. Ya hay por aquí algún comentario de quién se ha atrevido a ponerla en su despacho, lugar de trabajo o en casa. Deberíamos de hacerlo todos...si no nos echan de casa.
Siempre fue un placer tenerte de compañero, noble, sincero y amigo de tus amigos. Siempre se puede contar contigo y tu palabra es "como las de antes". Gracias por venir, aunque se echó de menos a tu señora en la cena.

Es en este lugar donde también me quiero acordar de Toñico. Otro que siempre estaba en todos los sitios donde había acción y eso que el tío estudiaba y sacaba buenas notas, pero la diferencia es que lo hacía al día; con una planificación envidiable y le sobraba tiempo para las juergas y sacar muy buenas notas. De estos había pocos y os propongo otro ejercicio de memoria para que entre todos escribáis en los comentarios el resto del plantel, que no tenían problemas con las notas. De Toñico tengo que contar una aventura que vivimos junto con unos cuantos compañeros. Fue el día de su 17 cumpleaños. Ese día fuimos a celebrarlo por ahí. No recuerdo la cuadrilla exacta, pero voy a poner los nombres de los que recuerdo y los que falten que se añadan en los "comentarios".; su hermano Ricardo, Rudy, Julio Pérez, Chin, Jarero, Paco, Aguado y Pascual. Visitamos los lugares con más predicamento y lujo de la ciudad: "El Abuelo", "El Sevilla"(que no era ni la 4ª parte de lo que es ahora) y "Bodega Ventura", donde nos trataron con delicadeza, sobre todo en bodega Ventura (ya habrá ocasión de hablar de estos lugares emblemáticos a lo largo del tiempo). No bebimos demasiado, entre otras cosas porque no disponíamos de dinero y era día lectivo. Nos dimos un paseo para terminar frente al colegio universitario, allí, no se nos ocurrió otra cosa que ponernos a jugar a la comba con la cadena que unía unos pilares bajos de cemento en los jardines exteriores del colegio, cuando en ese mismo instante pasó una patrulla de la policía nacional. No estábamos haciendo nada que constituyera un delito, pero salimos corriendo en dos direcciones; Aguado y Paco en una y el resto del grupo en la contraria. Corrimos como desesperados, contagiados unos de otros, con la adrenalina a tope. si en ese momento nos cronometra "El Garbanzo", hacemos record de la Laboral. Cuando nos sentimos a salvo, nos detuvimos, para darnos cuenta que el grupo de Toñico también se había dividido en dos al llegar por las callejuelas donde antes estaba Sándalo. Ricardo preguntó por tí y como si estabas, nos fuimos con el miedo en el cuerpo de retirada a la Uni, pensando en qué les habría pasado a Paco y a Aguado, pero esta historia, me gustaría que la contaran los
protagonistas. Toñico, gracias por aquel "subidón" y gracias por tu presencia en las reuniones, aunque te echamos de menos en la cena.



Dedicación para otro compañero: Forma
Formariz siempre está ahí, con La Octava. Si puede, nunca falta. Le gusta ver a sus compañeros y amigos, entre los que creo encontrarme. Compone la parte más íntima del grupo en el que yo también formaba parte y las etapas y los cursos los hemos pasado juntos por lo que el número de anécdotas son muchas, pero mi homenaje para él, tiene que ver con una experiencia iniciática, casi mística y que, al menos a mí, me ha marcado para el resto de mi vida y cuando pienso en los años que viví allí, es una pieza importante en el mosaico de mis recuerdos.
Un día, de esos que explorábamos los rincones más recónditos del edificio de la universidad, dimos con el camino que llevaba hasta lo más alto de la cúpula de la iglesia. Nos juramentamos que después de la cena y cuando todo estuviera tranquilo, subiríamos a lo más alto como una prueba de valentía y un reto a superar. Nocturnidad, frío, furtividad y arrojo, pues el camino era peligroso por su estrechez y por la oscuridad. Era una escalera que serpenteaba por los diferentes tejados del edificio entre las pizarras negras y resbaladizas. No solo nos jugábamos una caída de consecuencias impredecibles, nos jugábamos la expulsión directa si alguien se enteraba.
Lo hicimos, todo el "Clan", nos encaramamos a lo más alto de la iglesia. Ayudándonos unos a otros, llegamos a la terraza de la cúpula y cuando lo conseguimos, una sensación de victoria y libertad nos invadió e hizo que el resto de la noche fuera inolvidable. Dábamos vueltas alrededor de la aguja y cuando fuimos tranquilizándonos, nos sentamos sacándo las piernas entre los barrotes de hierro de la baranda, rescolgando los pies al vacío y con la vista triunfante mirando el horizonte nos hermanamos aún más. Hablamos del futuro, de la vida que nos esperaría cuando saliéramos de la Laboral y cada uno tomara un camino diferente.
No fuimos conscientes del riesgo de aquel momento, pero arriesgamos mucho... ¡Mira que si el centinela del cuartel militar que estaba al lado, le da por avisar a sus superiores y éstos a los nuestros, o peor aún: si es un zumbao´ y nos mete un tiro con el CETME, creyendo que hay un ataque invasor.
Este es el homenaje para Forma, de significado tan intenso como su amistad para todos los que subimos con él aquel día: Paco, Aguado, Javi, Isidro, Masico y yo.
Te echamos de menos en el merendero de la orilla del río bajo la lluvia de la tormenta y también en la cena. Gracias por venir.

3 comentarios:

  1. Comentaré lo que aún recuerdo del día de las cadenas del Colegio Universitario, no se los compañeros que estabamos, pero os aseguro que PACO estuvo, salimos corriendo y creo que por la zona de Sandalo nos para la Policia, nos mandan sacar todo lo que llevabamos en los bolsillos "poca cosa", menos mal que Paco tenía una fotocopia de la foto del libro de familia numerosa, ( en blanco y negro ) y señalando la misma le dice al policia: ve a ese de ahí, pues ese soy yo, posiblemente en la foto tendria 5 años menos, pero tengo que agradecer a Paco su enorme responsabilidad y amistad, ya que en ese momento yo era menor de edad, y el ya tenía los 18 años, y sin pensarselo dos veces le dijo al Policia de Aguado me encargo yo que soy mayor de edad, nos metieron en "la lechera" pues era un seat 131 ranchera, con los asientos de la parte trasera de plastico, creo recordar que tenían puesta la radio y habia partido de futbol...., un saludo.

    ResponderEliminar
  2. Aguado, eso os pasó por correr mucho y sin cabeza, yo como era uno de los últimos, al volver la esquina del super donde trabajaba Juli,me vi perdido y opté por darme la vuelta andando como si no pasara nada, y me resultó bien. Por cierto yo creo que era mi 18 cumpleaños, pero tampoco estoy seguro, (ha pasado mucho tiempo...).

    ResponderEliminar
  3. Creo que Julio tiene razón. Fué en su 18 cumpleaños, pero la historia sigue siendo la misma. El recuerdo para Toñico tiene la misma aplicación.

    ResponderEliminar