viernes, 30 de julio de 2010

Un pequeño descanso


No penseis que me rindo en mi intento de hacer de este blog un lugar de encuentro entre los compañeros de La Octava. Si veis que en unos días no hago ninguna entrada nueva, no es que lo haya dejado, es más ya tengo editadas las cuatro que tenía programadas con los recuerdos de los compañeros que faltan, pero otro tipo de ocupaciones están haciendo que lo tenga que posponer en unos cuantos días. De todas formas os sigo animando a que escribais comentarios en las entradas ya existentes y si alguien más se quiere hacer seguidor, será muy bien recibido.
También os pido todo tipo de documentación para hacer un lugar más grande, que no seamos unos cuantos, los que aportemos fotos, listas antiguas, revistas, etc.
Para digitalizar fotos, primero se tienen que escanear en formato JPEG u otro formato que después se pueda enviar fácilmente por correo electrónico, se guardan en un archivo y luego se mandan como un archivo adjunto.
Espero vuestros comentarios y unas felices vacaciones para todo aquel que tenga la suerte de cogerlas. Un abrazo y hasta pronto.

miércoles, 28 de julio de 2010

El Motín de la Trucha (2ª Parte)




Regresamos al "Motín de la Trucha", al que ya hice referencia en la 1ª entrada del relato personal del 25º aniversario.
No habíamos previsto ninguna actividad para el día siguiente. Julio Pérez y yo, pensamos que era mejor dejar que los acontecimientos marcaran la pauta a seguir y si los compañeros decidían o tenían ganas, se podía organizar sobre la marcha algo para el día siguiente y de esa manera no obligar a mucha gente a quedarse por la mañana, teniendo en cuenta que muchos deberían hacer viajes un poco largos.
Los ánimos para seguir con la fiesta, no estaban muy altos, con lo que se daría por concluido el encuentro con los acontecimientos que se hicieran por la noche, teniendo en cuenta que cuando uno pasa de los cuarenta, el sueño y el cansancio hacen acto de presencia en cuanto el reloj pasa de la media noche.
Para la mayoría, las copas del "Motín", significaron el fin de la jornada, pero mientras quedara una camiseta de "La Octava" entre el mar de peñistas de San Pedro y de gente con ganas de juerga, la reunión, no se daba por terminada.
En el bar que tomamos al asalto, casi en exclusividad, entre otras cosas, porque hacía un calor infernal (he pensado en los motivos de tanto bochorno y no encuentro otra explicación que como está por debajo del nivel del suelo, está más cerca de las puertas del averno o quizás por el recuerdo del motivo que le da nombre al sitio y mantienen la temperatura que debieron de tener los nobles zamoranos cuando la plebe prendió fuego a la iglesia que está al lado). El caso es que aguantamos como pudimos, refrescándonos con cerveza o lo que se terciara. Seguimos con nuestras charlas animadas entre compañeros, hasta que algunos no pudieron aguantar más y se salieron a la calle.
La estrella en este momento fue un compañero, que en la época de los estudios, no destacaba precisamente por el don de gentes, las relaciones públicas y la atracción para con los demás, pero que todas estas circunstancias han ido cambiando con los años y ahora es extrovertido, locuaz, divertido y simpático.
Es probablemente el que más haya cambiado en el aspecto de su personalidad. Físicamente: como todos. Me estoy refiriendo a Antonio Calvo. Nos tuvo embelesados con los relatos de sus hazañas en los exámenes y su habilidad para hacer todo tipo de artefactos para dar el "cambiazo", cosa que al menos a mí, no se me pasó por la cabeza en aquellos tiempos.

Todo lo que voy a decir de ti, es con un especial cariño y espero no molestarte con lo que pueda poner por escrito. Si es así...te aguantas y me pones verde a mi en los comentarios.

Todos tenemos anécdotas de diferentes clases ocurridas a tú lado, pero la mayoría de ellas se centran alrededor de la actividad académica o entre los muros de la Laboral, ya sea en los patios o en las habitaciones, porque no eras muy dado a salir por la ciudad a armar jaleo y esas bravuconadas que se nos ocurrían a una parte importante del resto del grupo. Este es el motivo por el que mi recuerdo se centra en uno de los muchos días que te gastábamos una broma (aunque si me paro a pensar, no sé quién se la gastaba a quien).


Cierta tarde-noche de un día del curso 1º de F.P.II, te pasaste por la habitación que ocupábamos Paco, Aguado y yo, con el ánimo de entrometerte en nuestra vida cotidiana y sobre todo para buscar la compañía de Aguado, con el que tenías una relación bastante buena. Lo que ocurrió allí, no voy a ser yo quien lo cuente, pero fueron unos hechos históricos y casi me atrevo a decir que muy posiblemente hayan sentado un precedente de record mundial en esa práctica tan común a ciertas edades, pero voy a hacer referencia a lo que ocurrió después de aquel hito memorable.

Aguado, que salió mal parado de la "reyerta con sable", se cabreó un poco y como no eras muy corpulento optó por cogerte en brazos para intentar llevarte a las duchas. El solo no era capaz de dominarte, así que nos prestamos a ayudarle en la empresa y cuando salimos al pasillo de las habitaciones, el escándalo era generalizado y más compañeros, se unieron a la fiesta, ya que por aquel entonces era deporte nacional hacerte alguna trastada. Conseguimos sin dificultad llegar a las duchas porque erámos unos cuantos para sujetar a la "bestia". El problema llegó cuando la estrechez del habitáculo no permitía el paso nada más que de dos de los que te sujetaban, entre los que seguía Aguado, que ya tenía el dorso de la mano con unos cuantos arañazos de tus famosas uñas de Lobezno. En ese momento desataste tu furia y no había manera de meterte debajo del grifo de agua fría que previamente habíamos abierto. Después de una dura pelea, conseguimos ducharte de arriba a abajo, pero las bajas en el enemigo fueron muchas y los que te sujetaron a última hora también se bañaron enteros porque no los soltaste en tu caída.
Todos quedamos exahustos del esfuerzo y tú te cogiste un buen cabreo, que no te duró mucho, porque al día siguiente ya estabas de bromas con Aguado y con el resto del grupo.

Muchas gracias por estar con nosotros y por pertenecer a esta promoción, que sin tí, no hubiera sido la misma. Gracias igualmente a tu señora por acompañarnos en la cena y en el recorrido posterior por la ciudad.


En este lugar también quiero recordar a otro compañero muy entrañable de promoción; Mateos.

Sé que para este día te surgió trabajo de última hora y no pudiste asistir desde el comienzo de los eventos programados desde el principio y te hubiera gustado como en ocasiones anteriores. Espero que el negocio que te traías entre manos te saliera bien. Os damos las gracias, tanto a tí como a tu mujer por animar la cena y compartir con nosotros esa alegría.
Eres otro de los de La Octava con los que siempre se puede contar, das tus opiniones agudas y juiciosas y con ello siempre se toman decisiones acertadas. No me voy a extender en estas cuestiones, pero tengo recuerdos de ese tipo con las fiestas para recaudar dinero, el autobús, el mini, la excursión y un largo etcétera.

El recuerdo que quiero dejar para tí está centrado en la excursión de fin de curso, que tantas aventuras nos deparó a todos y como ya eran los últimos momentos que íbamos a vivir juntos como "La Octava", hizo que aquellos instantes se confundieran con fotografías fijas en nuestros recuerdos, más que algo pasajero y efímero con tendencia al olvido.
El día de actos, se centra en el viaje desde Málaga a Torremolinos y en las horas que pasamos en ese lugar tan turístico y de tanto desmadre, pero que nosotros nos empeñamos en no pasar como simples turistas y seguro que alguien que coincidiera en tiempo y lugar, aún se acuerda de unos crios salidos y medio borrachos que las montaron cardinas por las calles del que un día ya muy lejano, solo había unos afanados pescadores enfrascados con las tareas de tener en condiciones sus redes y no en los culos de las "guiris" como hicimos nosotros.
Nos dividimos en varios grupos y recorrimos el pueblo y los lugares más concurridos, pero al llegar la noche, todos acabamos en una macro-discoteca, con nombre "Pippers Monsterdisco"que estaba llena de extranjeros y tías buenas. La decoración era espectacular; tenían una avioneta colgada del techo y una Harley Davison y gogo´s bailando en piscinas que había por doquier y otras desnudas a contraluz, detrás de unas pantallas de tela, donde algunos de nosotros estuvimos esperando a ver si se rompía la tela o salían de allí en algún momento...¡La leche!

Lo que no sé es como éramos capaces de beber más, después de todos los días con la misma historia. El hecho es que la mayoría terminó bastante "perjudicado" y en medio de todo esto, hubo uno o dos que desaparecieron de la discoteca cuando ya se acercaba la hora de ir de regreso a la universidad Laboral de Málaga y los tuvimos que ir a buscar: Creo recordar que uno de ellos eras tú y el otro...Ricardo, (pero esto es mejor que lo contéis los implicados y si no es así, corregidme). Os buscamos por muchos sitios: un parque que estaba al lado, otros bares cercanos, etc., pero no aparecíais y alguien se le ocurrió ir a buscar a la playa.
Esa idea fue acertada, pues nada más llegar, vimos una figura "moreno agroman", con barba, haciendo eses detrás de una chica que caminaba con sus perros por la orilla del mar. Teníais un pedal del 15 y no había forma de sacaros de allí. A ti solo te faltaban las eternas botas de montaña que tanto te gustaba llevar siempre. Los que más "cocidos" estaban, se unieron de inmediato a la fiesta y todos juntos os bañasteis en pelotas en el mar. Ricardo, aprovechando la coyuntura, seguía con su manía de perseguir todo lo que llevara falda. No sé que pudieron pensar las chicas o mujeres que vieron como se le acercaba un tío en pelotas, caminando insistentemente detrás de ellas.
Tampoco sé quien puso cordura en todo aquel asunto, pero al final conseguimos meteros al redil a todos y llegar al lugar donde habíamos quedado para que nos recogiera el autobús, quedando el tiempo suficiente para romper la luna de una farmacia, que estaba al lado de la discoteca y cuyo cristal estaba curvado y eso que lo protegía una red metálica, en fin, unos gamberros integrales.
Nos subimos, todos, sanos y salvos y todavía me pregunto cómo. Allí, también hubo una frase para la historia; Ricardo, en un momento lúcido, se levanta de su asiento en primera fila y a voz en grito, pregunta: "¿ Toñico, estas ahí ?". A lo que su hermano contesta afirmativamente. Entonces, con la tranquilidad que le caracteriza, le dice al conductor: "Ya nos podemos ir".
Y nos fuimos, pero algunos aún tenían ganas de juega y en las habitaciones de la uni también hubo cachondeo, siendo uno de los cabecillas tú, que no tenías ganas de dormir.

Gracias Matiu por todo, aunque se echó en falta el canon de "TORRETA" en el himno que tantas veces cantó nuestro querido Chin.



sábado, 24 de julio de 2010

Excursión a Andalucía




En esta entrada voy a ir publicando fotografías de la excursión a Andalucía en el fin de curso. Si alguien tiene fotos de aquel viaje y me las quiere mandar digitalizadas a mi correo electrónico, también las publico. Aunque este blog solo está teniendo éxito para 4 ó 5 personas, voy a seguir con el hasta que no le interese a nadie y si en esta misma entrada alguien quiere escribir su experiencia en aquel periplo por tierras sureñas que lo escriba y completaremos el relato común de todo el curso.

miércoles, 21 de julio de 2010

Cena











Este año repetimos en el mismo restaurante céntrico que en el de la 1ª reunión. Llovía todavía y fuimos llegando al restaurante, pasando entre los puestos y tenderetes mojados de las fiestas de San Pedro. Nos fuimos acomodando en la barra del bar, mientras veíamos el fútbol del mundial de Sudáfrica. Dimos la bienvenida al matrimonio Mateos, que se adhería a la celebración, cosa que nos alegró especialmente.
La cena fue el momento elegido por algunos compañeros para compartir con sus parejas, que tomaron parte con los demás miembros de La Octava de esos momentos más relajados del día. Sé que su intención es un acto de amistad y fraternidad para con nosotros y es bien recibido, es más, si en un futuro, se volviera a organizar otra reunión, creo que sería conveniente que se apuntaran el mayor número posible de mujeres, ya que fue divertido y a ellas también le gusta, pese a lo que podamos pensar nosotros de que se aburren con nuestras batallitas, etc.
Conseguimos poner nuestra ORLA al lado de la mesa y departimos animados durante toda la velada.

Aquí, quiero rendir homenaje a otros tres compañeros más, que además, dos de ellos formaron parte del "clan" en el que yo también estuve y el tercero es un buen amigo.

Comienzo con Isidro.

Ahora...y también antes, un señor respetable, serio, elegante, responsable, pero sobre todo; noble, compañero y gran amigo.
No va a salir de mis palabras nada comprometedor para su carrera política, ni para su vida pública y lo que voy a contar en este recuerdo para él, son hechos intrascendentes e inocentes, así que nadie se asuste.

Tengo que decir que en la cena nos hiciste reír mucho a los que estábamos a tú lado y me recordaste unos acontecimientos ocurridos hace más de 25 años que tenía casi olvidados y que forman parte importante del bagaje personal de aquellos inolvidables años y que has hecho que se vuelvan a grabar en mi memoria. Las vivencias que pasamos contigo siempre estaban cargadas de fuertes emociones y sentimientos. Como eras algo mayor que nosotros, tus experiencias nos hacían crecer y esperábamos ansiosos a que llegara el lunes para que nos contaras tus peripecias realizadas en el fin de semana en tu pueblo a por donde estuvieras de fiesta. Nos tumbábamos en las camas y con tus relatos, nos hacías transportar a un mundo que pronto desearíamos visitar. Siempre estaré un poco enfadado contigo por abandonarnos antes de tiempo, porque nos hubiera encantado que te hubieras quedado con nosotros hasta el final.

El relato que quiero recordar, se ubica en las habitaciones de 1º de F.P.II. Tú compartías habitación con uno de 3º, Augusto creo. Paco, Aguado y yo, estábamos en otra un poco más lejos que la tuya. Como he dicho antes, los lunes llegábamos corriendo, dejábamos los bártulos en la habitación e íbamos corriendo a la tuya para que nos contaras las novedades acaecidas durante el fin de semana. Al estar tanto tiempo en tu cuarto, nos enterábamos de las cosas que traías del pueblo: chorizo, queso, salchichón, etc. Pero hubo un día que algo de lo que trajiste, nos llamó mucho la atención.....: CACAHUETES. ¡Qué cosa tan rara! y a la vez apetecible por lo exótico del momento. Eras muy celoso de tus cosas y no se te podía asaltar la taquilla así como así, pero entre los tres granujas ideamos un plan para ir sisándotelos poco a poco.
Por la noche, a la hora de irnos a la cama, cuando tu compañero se iba con los de su curso, conseguimos atraer tu atención con alguna chorrada para que fueras a nuestra habitación y allí, dos de nosotros te entreteníamos, mientras el tercero iba a tu taquilla abierta y desprotegida para robarte los cacahuetes y así, nos íbamos turnando. Estando en nuestra habitación, charlando alegremente, te diste cuenta que en el suelo había cáscaras del tubérculo. Al principio, no te diste cuenta y seguías con las bromas, pero de repente caíste en la cuenta y saliste disparado a la habitación con un sonoro: ¡CABRONES!
Esa noche, al menos yo, apenas pude dormir de pesadez de estómago y de sed. Me levantaba a beber agua y con ello no hacía otra cosa que poner las cosas peor.
Estuviste varios días sin hablarnos, pero al final comprendiste nuestro espíritu "gorrón" y nos perdonaste la hazaña.

Gracias José I.I.I por ser uno de los nuestros y nos ha gustado mucho tenerte otra vez entre nosotros.


Dejo en esta entrada el recuerdo y homenaje para otro miembro del "clan": Javi.

Sé que en la reunión anterior hubo un problema con la comunicación y las cartas se enviaron a tu antiguo domicilio y por ello no te enteraste de la convocatoria, pero para esta, sabíamos que no ibas a faltar y te lo agradecemos enormemente porque si falta alguien, los demás, nos sentimos un poco huérfanos.
Javi también era del grupo de los que se le daban bien los estudios y llevaba todo al día, siendo muy raro que se metiera en líos, cosa que si hacíamos los demás. Recuerdo pocas situaciones problemáticas y si se metía en alguna, ningún profesor o educador sospechaba que con aquella cara de niño bueno, hubiera hecho alguna trastada.
Si que se subió al tejado de la cúpula de la iglesia, también estuvo en el lío de los helados de Salamanca, lo echaron una vez de clase por mirar obsesivamente a la nueva profesora de inglés, que estaba buenísima, pero poca cosa más.
Lo que si recuerdo es su afición por coleccionar cubiertos del comedor y rollos de papel higiénico y con estas costumbres quiero hacer el recuerdo para él en forma de anécdota de aquellos años.

Un día, los tres de siempre, Paco, Aguado y yo, con la ayuda de Masico y seguro que otros elementos del "clan", juntamos todos los cubiertos que tenía en su taquilla y bastantes más que cogimos prestados del comedor y los fuimos uniendo con un sedal unos a otros y distribuidos a modo de "traca valenciana" por toda la habitación: encima de las taquillas, las camas, las mesas de estudio, las ventanas; de tal forma, que cuando se abriera la puerta, e hicimos que fuera él quien la abriera, fueran cayendo en cascada por toda la habitación. Así ocurrió y el estruendo atronador de sonido metálico se repartió amplificado e ininterrumpido por todo el espacio de la planta.
Javi cerró la puerta como si no fuera con él la cosa y se fue.
El ruido despertó de su letargo patológico al educador de turno, que era Don Pepe"Pótamo", que dormía más que las mantas y salió de su cuarto hecho una fiera. Creo que para él, no había otra cosa más sagrada que su siesta y esto lo digo porque teníamos la habitación muy cerca de la suya y tuvimos más de un problema con ese tema (ya habrá ocasión de contar historias sobre esto).
Resultado final: los tres de siempre, castigados. Por la broma y por traer "todos" los cubiertos del comedor.

Javi, muchas gracias por venir y volver a rememorar con nosotros aquellos momentos mágicos.

Los acontecimientos de la jornada se van acabando y en esta entrada también quiero rendir homenaje a otro compañero:

Rapado.
En la cena sé que estuviste dándole caña dialecticamente a las mujeres asistentes y que te lo pasaste muy bien en ese aspecto.
Siempre es un placer contar con tú presencia en todos los eventos que celebra La Octava o parte de ella y agradezco especialmente tu colaboración y tus comentarios en el blog, con los que me río mucho.
Por otra parte; no me acordaba que no fuiste a la excursión de fin de curso, pero cuando lo has dicho, lo recordé y sé que nos puso tristes a los compañeros.
No voy a recordar ninguna anécdota de aquellos años en los que compartimos, junto a todos los compañeros, tantas experiencias. Lo que voy a recordar es parte de tus aficiones en aquellos tiempos y en algún caso fueron aprovechadas por nosotros y nos ahorramos algún dinerillo. recuerdo que una de ellas, no sólo la sigues manteniendo, si no que has hecho de ella tu medio de vida, pero era muy curioso ver convertida vuestra habitación en una peluquería y que tenías todas los utensilios necesarios para cortar el pelo. Yo no llegué a ser uno de tus clientes, porque a mi me cortaba el pelo mi padre y era un ritual que no podía privarle y hasta hace poco tiempo ha seguido cortándomelo, pero a muchos compañeros sí se lo cortabas, incluido Ricardo.
Otra de tus aficiones y que me gustaría pensar que todavía conservas, era la escritura. Tengo en mi memoria que hiciste un relato que nos leías en tú cuarto a medida que lo ibas escribiendo. No me acuerdo de que trataba, lo que si recuerdo es que debía de ser interesante porque íbamos a escuchar los avances en los capítulos y alguno que otro estaba muy interesado en el desenlace.
No sé si sigues con esa faceta escritora, pero me gustaría pensar que sí.
Reitero mi gratitud por volver a reunirte con nosotros y espero verte pronto por Zamora.
P.D. No sé si Isidro ha guardado el periódico donde salimos retratados con la alcaldesa, pero si no es así, guarda el que tienes tú para que forme parte del archivo de la Promoción.

martes, 20 de julio de 2010

Merendero "Las Pallas"






El sonido de los petardos y de las tracas de Jarero, hizo despertar a la bestia dormida que amenazaba oscura y agazapada en el cielo zamorano. Con unas ténues, pero enormes gotas de agua comenzó a avisarnos de que iba a lanzar sus frías garras afiladas al suelo seco y polvoriento y no tardó mucho en lanzar su primer zarpazo, tanto es así, que nos cogió empezando a subirnos en los coches para irnos a un sitio tranquilo y así, dejar que los de "la cantina" se tomaran su merecido descanso semanal. La lluvia de la tormenta arreció cuando llegamos al merendero que habíamos elegido a la orilla del río, pero la marea de camisetas rojas de La Octava, pugnaba en dura competencia por hacerse notar y las voces y las risas no pudieron ser acalladas ni por los truenos ni relámpagos y allí, nos mojamos por fuera con la tormenta y por dentro con unas hermosas jarras de cerveza fría con limón y pasamos un rato divertido.
Habíamos seleccionado el sitio perfecto para estar a nuestras anchas y contarnos, recordando viejos tiempos, anécdotas y aventuras vividas en compañía unos de otros. Nos reímos un buen rato mientras veíamos llover y personalmente, tengo que decir que hacía una buena temporada que no me reía tanto. Merendamos las tortillas y el jamón que se trajo Chin de las sobras de la comida, ante los incrédulos ojos del dueño.


Es aquí donde quiero hablar de otros dos compañeros y amigos; Cholo y Chin. Manuel y Jesús Antonio. Calvo y Peláez.


Cholo, no sólo pertenece a "La Octava", es un símbolo de la misma y lo que tiene en tamaño, lo tiene de buena persona y buen compañero y amigo.
Como siempre que tenías la oportunidad estabas con los internos, los momentos vividos a tu lado, son muchos y a los de la Laboral, algunos de nosotros, tenemos que sumar los que compartimos en C.O.U, que también dieron para mucho.

Contigo quiero recordar una peripecia en la que fuimos protagonistas más de la mitad del curso, pero, que la recuerdo en especial, por tu actitud;
Cuando visitamos Salamanca para hacer una visita cultural a la fábrica de rodamientos NACHI, ocurrieron otros hechos:
A la vuelta, después de ver la catedral, la plaza mayor, etc, Hicimos una parada con el autobús en un bar o restaurante en la salida de la ciudad, justo en frente del estadio "El Helmántico" y allí fue donde, no se nos ocurrió otra cosa que asaltar el congelador de los helados. Éste, quedaba apartado de la barra del bar, cerca de una ventana exterior que daba a la trasera del bar y que estaba a la altura de un primer piso más o menos, por lo que resultaba bastante fácil abrirlo, para, de forma disimulada, hacer como que uno escogía su helado y de paso, con la ventana abierta, tirar por la ventana los que te pedían desde abajo. El resto de piratas, esperábamos como los polluelos de los pájaros esperan a que vengan sus progenitores a traerles al nido los gusanos, con el agravante de que pedíamos con desfachatez nuestros gustos favoritos: Cornette, Colajet, de limón, de naranja...
Creo recordar que el encargado de la tarea de echarlos por la ventana eras tú. Al final, tanta avaricia, obtuvo la respuesta por parte de los dueños, que se percataron de la maniobra y se lo dijeron a los profesores. Fradejas montó en cólera y nos puso firmes a los implicados, o a casi todos, pero recuerdo la fila de los ladrones, entre los que me encontraba yo, que parecíamos unos reos condenados al paredón y "el Fradejas" echándonos la bronca y cogiendo el dinero de los helados, pero lo que más recuerdo era tu semblante; firme, impertérrito, mirada al frente, gafas de aviador, cabellera rubia, sonrisa burlona de niño travieso y 1´98m de juerga y cachondeo.

Nos ha gustado mucho volver a verte y disfrutar de tu presencia. Gracias Cholo.

P.D. Me gustaría que los artífices de aquella gesta se inscribieran en una lista en los comentarios de esta entrada y si alguien se acuerda de los compinches que los ponga también.

El otro protagonista de esta entrada es Peláez.

Qué puedo decir de tí. Desde el primer día que coincidimos en el 1º curso, hemos compartido la mayoría de acontecimientos de La Octava; yo el número 146 en el marcado de la ropa de la Uni y tu el 147. En 1º y 2º de F.P.I fuimos creciendo más o menos igual en estatura, pero no sé que te darían de comer en Arquillinos que a partir de F.P.II, empezaste a crecer como una berza en una huerta frondosa, sobre todo ese pedazo de manos, orgullo familiar. Lo más curioso, es que el estirón definitivo, lo diste haciendo la mili en ¿Albacete?
Chin, es sin lugar a dudas, la alegría del grupo y el maestro de ceremonias y sin él, La Octava, no sería la misma. Es amigo y compañero de todos sin excepción y para mi, al menos, es un orgullo estar entre ellos.
Gracias por estar siempre y digo siempre, ahí y también por tus comentarios siempre bien recibidos en el blog.

Puedo recordar un par de docenas de vivencias ocurridas en tu compañía; graciosas, curiosas, tristes, sentimentales, peligrosas, sorprendentes, pero el recuerdo que te dejo en este rincón es del tipo; responsabilidad, entendida sólo en parte.

En F.P.II, se crearon cursos de actividades que ahora se llaman extra escolares, como fotografía, cine, periodismo, etc. Hubo un grupo de nosotros que nos apuntamos a periodismo, con el ánimo de aprender cosas nuevas y porque el director del curso era Manuel Ángel, con el que, a buen seguro íbamos a estar a gusto. De esa experiencia nació una revista: "Don Topo", en la que aplicábamos algunas de las cosas que aprendíamos en el curso. Aún conservo los números que editamos y también recuerdo los miembros del equipo. ¿Os acordáis de los que formábamos el grupo?
Uno de ellos era Chin, que como era el que más labia y verborrea tenía y sigue teniendo, era el elegido para ciertas tareas que nos ponía Manuel Ángel. Una de estas tareas consistió en ir a radio Zamora de la cadena Ser para que le hicieran una entrevista sobre música. El tema elegido era "los comienzos del punk", del que no tenía ni la menor idea y que estuvimos buscando información el día antes sin conseguir gran cosa (antes no había internet).
Se presentó en la entrevista en la radio en el programa que hacia un pincha-discos chuleta de Ramsés y no abrió apenas la boca, siendo el locutor el que habló del tema.
La experiencia no le debió gustar mucho, porque cuando fuimos de excursión a Sevilla, también teníamos fijada una entrevista en "El Perro Verde" de Jesús Quintero, apadrinada por nuestro querido educador, que nos acompañó en el famoso viaje, pero aquellos días, los ocupamos en otros menesteres y cuando llegó la hora de ir a la radio, teníamos un pedal, que ni siquiera nos acordamos del tema, dejando al director del curso de periodismo en la estacada. ¡Vaya panda!
Ese día, primero nos colamos en el concierto de Luis Eduardo Aute en la Maestranza, aunque debía de estar terminando porque no recuerdo haber estado mucho tiempo y después nos fuimos a los jardines en los aledaños de La Torre del Oro y allí nos quedamos tirados, para, en los ratos de lucidez, salir a torear a los barrenderos que pasaban con sus carros de la basura, que eran los únicos que andaban por la calle. Llegó el autobús que nos llevaría a la universidad Laboral de Sevilla y los demás compañeros, que no estaban tampoco en mucho mejores condiciones fueron por los jardines recogiendo a los que estábamos por allí. Cuando íbamos llegando al edificio en las afueras de la ciudad, nos dimos cuenta del pobre Manuel Ángel, de la entrevista y de que no lo habíamos esperado y tuvo que volver en taxi.
¿Recuerdas todo esto?

Gracias Chin por ser un buen compañero y amigo. Han pasado los años y sigues fiel a ti mismo.





Ver apartados

Os invito a que paséis de vez en cuando por las entradas antiguas, porque hay compañeros que dejan comentarios en ellas. Me gustaría que el apartado de ANÉCDOTAS, le echarais un vistazo y que os animéis a escribir las que vayáis recordando o completar las que dejan los compañeros.

domingo, 18 de julio de 2010

Pirotécnia


Después de hacer las gestiones monetarias del reparto de camisetas, llaveros y demás, Jarero nos obsequió con un espectáculo pirotécnico traído directamente de Alicante. Fue Chin el maestro de ceremonias, ya que le privamos del concierto coral, se desfogó con los petardos, tracas y demás que Juanvi había traído. Creo que después se ha quejado de la potencia de los artefactos en este blog, pero yo me conformo con los que trajiste, que por cierto, aparecieron tres de ellos en el maletero de mi coche y que no creo que aguanten hasta la próxima reunión.

Juan Victoriano, otro compañero comprometido con este grupo al 100%. Creo que como para muchos de nosotros, La Octava significa mucho y eso se nota en tú implicación con ella.
También tengo muchos recuerdos pasados en tu compañía, pues desde 1º de F.P.I, nos mantuvimos en la misma clase y eso da para mucho, pero quiero dejarte el recuerdo de otra de las facetas de La Octava; nuestro carácter viajero.
Visitamos Salamanca para ver la Nachi, la excursión fin de curso por tierras andaluzas y también a Madrid para visitar el museo del Prado. Ésta es la que quiero recordar, porque ahora el destino me ha traído aquí y cada vez que tomo el metro y paso por la estación de "Lago", no puedo por menos que acordarme de ti y del día que pasamos en Madrid. No sé porqué acabamos allí cuando estuvimos de excursión, pero sé que tú nos dijiste que sabías andar en metro y que podíamos ir a la Casa de Campo y nos plantamos allí, aunque no sé qué hicimos, pero si que sé pasamos la tarde dando tumbos de un lado para otro y que al final aparecimos en el Retiro a la hora convenida y donde estaba el autobús que nos llevaba de regreso a Zamora.

Ahh... otra cosa que quiero aclarar, aunque sé que queda muy bien que la gente se lo diga, es lo de la famosa frase: "¡Jarero, que te caaaargooo!", que no fue dedicada a Juanvi si no a uno de los hermanos Jarero Calzada de Villaralbo en 1º de F.P.I por parte del "Tinin", profesor de dibujo, que se abalanzó sobre su mesa como un energúmeno vociferando la frase en cuestión.

Gracias por todo, Jarero.

martes, 13 de julio de 2010

Partido de fútbol contra el Zamora C.F.






En este apartado voy a ir publicando fotografías que hacen referencia los preparativos para el partido de fútbol contra el Zamora. Si alguien tiene alguna que la escaneé y me la mande al correo electrónico y también la publico.

Sobremesa


En este tiempo, hubo dos personas que apenas pudieron disfrutar de la tertulia y a una de ellas, es a la que no solo le voy a rendir un homenaje, que ya esbocé en la entrada de "agradecimientos", si no que le voy a hacer un tributo a su dedicación y esfuerzo para que todo saliera bien. Ya podréis imaginar de quien estoy hablando: Julio Pérez, que si no hubiera sido por él, no se hubiera podido celebrar este encuentro. Gracias Julio.

Todos los que formamos parte de la Octava somos uno más, pero es cierto que algunos tienen una significación más notoria, bien por su implicación, su interés en todo lo que hace referencia a ella, su esfuerzo para organizar eventos y por su compromiso reverencial para con el grupo y tú eres uno de ellos.

Como pasábamos mucho tiempo juntos, tengo muchos recuerdos de sucesos vividos en la Laboral contigo, pero quiero hacer hincapié en una parte muy importante de nuestra convivencia y que hace referencia a nuestra vida en los dormitorios del internado. Recuerdo especialmente lo que ocurrió durante el último curso de F.P.II, cuando Chin y tú compartíais habitación.
Ésta era el centro neurálgico de los internos; si se tomaba una decisión que afectara al grupo entero, era en vuestra estancia, donde se tomaba. Cualquier cosa que ocurriera, la consigna era: "Reunión en la habitación de Julio y Chin" y allí nos apelotonábamos todos los internos y algunas veces, si la reunión era por la tarde, todo el curso. Esto, a , al principio te gustaba, pero al cabo del tiempo, terminó por cansarte y te ponías hecho una fiera cuando las tertulias se hacían eternas, que eran casi todos los días que había reunión. Cuando todo el mundo se había marchado, ventilabais abriendo las ventanas y os ibais a la cama...pero quedaba la última visita de la noche, sobre todo cuando se os olvidaba poner el pestillo de la puerta. Paco y yo, haciendo un gran esfuerzo, porque éramos unos dormilones, nos esperábamos a que os hubieseis acostado para pillaros desprevenidos y pegaros una paliza a almohadazo limpio a los dos troncos en el primer sueño. Entonces montabais en cólera y salíais como unos "Miuras" en los encierros de San Fermín, almohadas en ristre, pero casi nunca nos alcanzabais. Eso sí, alguna vez también nos cogíais con la guardia bajada y nos liábamos en una pelea; primero a almohadazos y después como unos cachorros juguetones. Recuerdo esos momentos con nostalgia y sé que no volverán, pero también se que fueron felices y nos han hecho mantenernos cerca unos de otros y seguir siendo amigos.
Gracias de nuevo por todo y ser un amigo.

La comida




Aunque no teníamos demasiado apetito, dado que nos habíamos inflado en el aperitivo; comimos.
En esta ocasión, lo hicimos sentados en una mesa en forma de "U" y departimos unos con otros mientras ingeríamos el pollo al chilindrón, la carne guisada, el pulpo, tortillas, embutido, croquetas, etc.
En este punto tengo que reconocer un gran fallo por parte de la organización al no cumplir con el programa y cantar en las escaleras de acceso al comedor, nuestro grandioso himno: "Soy Tornero", pero los de "la cantina", tenían la comida caliente y a punto y no querían que se enfriara y les protestáramos por ello. Por quien más lo siento es por el maestro Chin, que no pudo deleitarnos con su arte y empaque a la hora de dirigir, aunque se fue desquitando de la afrenta a lo largo del día, ya que lanzó al mundo su cantar en 4 ó 5 ocasiones, que yo contabilizara.


A la comida nos acompañaron Marcos y Manuel Ángel, a los que estaremos siempre agradecidos por su compromiso para con nosotros.

Quiero dejar aquí, el homenaje para algunos compañeros, entre los que se encuentra Alejandro. Lo hago porque a nuestro lado y presidiendo la mesa, estaba colgada la ORLA. Esa maravillosa fotografía con el grupo de la reunión de hace 3 años, frente a la iglesia y las fotografías tamaño carné de todos nosotros cuando eramos estudiantes y que con bastante esfuerzo, consiguió Julio Pérez.
Gracias Alejandro por encargarte de esta tarea, que gustó mucho a todos y que llevamos con orgullo a nuestras casas. Ya hay por aquí algún comentario de quién se ha atrevido a ponerla en su despacho, lugar de trabajo o en casa. Deberíamos de hacerlo todos...si no nos echan de casa.
Siempre fue un placer tenerte de compañero, noble, sincero y amigo de tus amigos. Siempre se puede contar contigo y tu palabra es "como las de antes". Gracias por venir, aunque se echó de menos a tu señora en la cena.

Es en este lugar donde también me quiero acordar de Toñico. Otro que siempre estaba en todos los sitios donde había acción y eso que el tío estudiaba y sacaba buenas notas, pero la diferencia es que lo hacía al día; con una planificación envidiable y le sobraba tiempo para las juergas y sacar muy buenas notas. De estos había pocos y os propongo otro ejercicio de memoria para que entre todos escribáis en los comentarios el resto del plantel, que no tenían problemas con las notas. De Toñico tengo que contar una aventura que vivimos junto con unos cuantos compañeros. Fue el día de su 17 cumpleaños. Ese día fuimos a celebrarlo por ahí. No recuerdo la cuadrilla exacta, pero voy a poner los nombres de los que recuerdo y los que falten que se añadan en los "comentarios".; su hermano Ricardo, Rudy, Julio Pérez, Chin, Jarero, Paco, Aguado y Pascual. Visitamos los lugares con más predicamento y lujo de la ciudad: "El Abuelo", "El Sevilla"(que no era ni la 4ª parte de lo que es ahora) y "Bodega Ventura", donde nos trataron con delicadeza, sobre todo en bodega Ventura (ya habrá ocasión de hablar de estos lugares emblemáticos a lo largo del tiempo). No bebimos demasiado, entre otras cosas porque no disponíamos de dinero y era día lectivo. Nos dimos un paseo para terminar frente al colegio universitario, allí, no se nos ocurrió otra cosa que ponernos a jugar a la comba con la cadena que unía unos pilares bajos de cemento en los jardines exteriores del colegio, cuando en ese mismo instante pasó una patrulla de la policía nacional. No estábamos haciendo nada que constituyera un delito, pero salimos corriendo en dos direcciones; Aguado y Paco en una y el resto del grupo en la contraria. Corrimos como desesperados, contagiados unos de otros, con la adrenalina a tope. si en ese momento nos cronometra "El Garbanzo", hacemos record de la Laboral. Cuando nos sentimos a salvo, nos detuvimos, para darnos cuenta que el grupo de Toñico también se había dividido en dos al llegar por las callejuelas donde antes estaba Sándalo. Ricardo preguntó por tí y como si estabas, nos fuimos con el miedo en el cuerpo de retirada a la Uni, pensando en qué les habría pasado a Paco y a Aguado, pero esta historia, me gustaría que la contaran los
protagonistas. Toñico, gracias por aquel "subidón" y gracias por tu presencia en las reuniones, aunque te echamos de menos en la cena.



Dedicación para otro compañero: Forma
Formariz siempre está ahí, con La Octava. Si puede, nunca falta. Le gusta ver a sus compañeros y amigos, entre los que creo encontrarme. Compone la parte más íntima del grupo en el que yo también formaba parte y las etapas y los cursos los hemos pasado juntos por lo que el número de anécdotas son muchas, pero mi homenaje para él, tiene que ver con una experiencia iniciática, casi mística y que, al menos a mí, me ha marcado para el resto de mi vida y cuando pienso en los años que viví allí, es una pieza importante en el mosaico de mis recuerdos.
Un día, de esos que explorábamos los rincones más recónditos del edificio de la universidad, dimos con el camino que llevaba hasta lo más alto de la cúpula de la iglesia. Nos juramentamos que después de la cena y cuando todo estuviera tranquilo, subiríamos a lo más alto como una prueba de valentía y un reto a superar. Nocturnidad, frío, furtividad y arrojo, pues el camino era peligroso por su estrechez y por la oscuridad. Era una escalera que serpenteaba por los diferentes tejados del edificio entre las pizarras negras y resbaladizas. No solo nos jugábamos una caída de consecuencias impredecibles, nos jugábamos la expulsión directa si alguien se enteraba.
Lo hicimos, todo el "Clan", nos encaramamos a lo más alto de la iglesia. Ayudándonos unos a otros, llegamos a la terraza de la cúpula y cuando lo conseguimos, una sensación de victoria y libertad nos invadió e hizo que el resto de la noche fuera inolvidable. Dábamos vueltas alrededor de la aguja y cuando fuimos tranquilizándonos, nos sentamos sacándo las piernas entre los barrotes de hierro de la baranda, rescolgando los pies al vacío y con la vista triunfante mirando el horizonte nos hermanamos aún más. Hablamos del futuro, de la vida que nos esperaría cuando saliéramos de la Laboral y cada uno tomara un camino diferente.
No fuimos conscientes del riesgo de aquel momento, pero arriesgamos mucho... ¡Mira que si el centinela del cuartel militar que estaba al lado, le da por avisar a sus superiores y éstos a los nuestros, o peor aún: si es un zumbao´ y nos mete un tiro con el CETME, creyendo que hay un ataque invasor.
Este es el homenaje para Forma, de significado tan intenso como su amistad para todos los que subimos con él aquel día: Paco, Aguado, Javi, Isidro, Masico y yo.
Te echamos de menos en el merendero de la orilla del río bajo la lluvia de la tormenta y también en la cena. Gracias por venir.

domingo, 11 de julio de 2010

Recuerdos


Haciendo un inciso en el relato personal de la reunión del 25º aniversario de La Octava, voy a ir publicando fotografías antiguas que me vais mandando y que tengo yo por ahí. Espero que os animéis a mandarme alguna porque todas son históricas.
Además sería un ejercicio de memoria que las comentarais porque eso haría que recordásemos lo bien que nos lo pasamos. Nos reiríamos un buen rato.

El aula




Después de tantos recuerdos vividos en los talleres, no trasladamos al aula. Aquí tenemos discrepancias en cuanto a cúal fue el aula que ocupamos el último año de estudios de F.P.II, si la 4 ó la de al lado. En lo que no hay discusión es en que fue otro lugar donde fluyen los recuerdos y las anécdotas individuales y colectivas. Me gustaría que en esta entrada pongáis cada uno de vosotros una anécdota vivida y así completamos un cuadro de experiencias olvidadas que nos ayudarían hacernos una idea general de cómo fueron los momentos estelares de nuestra educación como grupo.
En esta entrada también quiero rendir homenaje a tres compañeros que no pudieron venir al encuentro, pero que dado su interés y sus intentos hasta última hora, merecen una reseña.

Juan Andrés; te echamos de menos. Como también eran las fiestas de San Pedro, igual que en la de 2007, no tuvimos a nadie que regateara un vaso de limonada a los peñistas que pululaban por Santa Clara con sus carritos de la compra llenos de bidones de unos cuantos litros del elixir que sale del tetra-brick.
Nos acordamos de ti y recordamos algunas de tus ideas, como cuando hacías rifas en los dormitorios y Paco, Aguado y yo, falsificábamos las papeletas para que siempre nos tocara a nosotros. Nos venía muy bien porque a mitad de semana ya no teníamos ni un duro y con el premio nos comprábamos un bocadillo de tortilla en la cantina, que por cierto, estaban buenísimos. Gracias por tu interés y te esperamos para la próxima: Habla con Julio si necesitas alguno de los recuerdos de la reunión.

Castaño; también te echamos de menos, como a todos los que faltaron, pero tu simpatía se echó un poco más en falta y es que yo nunca te he visto enfadado y siempre estabas de broma con todos los compañeros. Luismi se encargó de recoger tu camiseta, una prenda que nos pusimos todos y que llevamos el resto del día con orgullo. Esperemos que la puedas llevar en la siguiente que se haga.

Rudy, mantuve contacto contigo casi de forma permanente y sé de tus intentos por llegar a la cita, pero te fue imposible. Leí tu mensaje a los compañeros y eso hizo que todo el mundo tuviera un recuerdo más intenso de tu ausencia. A lo largo del día también estuviste presente en muchas de las anécdotas que se contaron y es que eras uno de los que siempre estabas en todos lo "fregaos".
Podría contar un montón de peripecias pasadas a tu lado, pero el mejor homenaje, que creo te puedo rendir, es difundir tu mensaje de ausencia. Gracias Rudy.

De parte de Rodolfo a todos los antiguos compañeros de la 8ª Promoción de Técnicos Especialistas en Máquinas Herramientas:

Quiero comunicaros que lamento enormemente no poder estar con vosotros durante este día tan especial, con mis ex compañeros con los que compartí 5 años de los que posiblemente sean de los mejores de mi vida (con otros hasta 9 años y con algunos muchos más). Hace casi 30 años, allá por octubre de 1.980 ¡cuánto tiempo!, que comenzamos a estudiar lo que hoy es para muchos de nosotros nuestra profesión. Y como no, seguimos estando muy orgullosos de nuestra especialidad, de nuestra profesión, de todos los que participaron en nuestra formación, de aquellos que nos controlaban fuera del horario lectivo, de todos esos años tan añorados de nuestra juventud y por supuesto, del compañerismo que tuvimos entre nosotros (también del “compañerismo” que tuvimos durante un día 19 de marzo lectivo que no acudimos a clase).

Y así es la vida, hoy el destino me puesto en Vietnam por asuntos de trabajo y considero que son oportunidades que hay que aprovechar. No penséis que Vietnam es solo un país para hacer películas de RAMBO en las que tratan de transmitirnos los americanos que son los vencedores, no, no, todo lo contrario. Los vencedores fueron los vietnamitas, en su propio país, donde alguien muy poderoso quiso meterse y tuvo que abandonar, aunque la ira que descargaron los americanos sobre esta pobre gente fue desmesurada por su impotencia en controlar este país. Que sepáis que además de trabajar incluso sábados todavía me queda algo de tiempo para hacer turismo con mis actuales compañeros: Bahía del Halong, delta del río Mekong, Ho Chi Minh City (antes Saigón), etc.

Volviendo al asunto, os deseo que disfrutéis todo lo que podáis de este día imposible de olvidar, en el que con el gran esfuerzo y dedicación de unos pocos (y supongo que agradecido por todos) tenéis la oportunidad de volver a ver a los antiguos compañeros de la UNIVERSIDAD LABORAL, aunque por aquellos tiempos de transición se hacía llamar Centro de Enseñanzas Integradas, ¿a qué político se le ocurriría este nombre?

Me despido de todos vosotros enviando un cordial saludo y con la esperanza de que este evento se repita en el futuro y pueda asistir.

P.D.

Aunque no esté hoy con vosotros, sí quiero tener un recuerdo de este día: camiseta (talla XL, si puede ser), llavero y orla. Solicito el favor de que alguien cercano a mí, por ejemplo “Toño, mi vecino de Alcalá” se haga cargo de recogerlo y de abonarte lo que corresponda y yo se lo pagaré a mi regreso de Vietnam. Tú, Pascual, no te hagas cargo de abonarlo porque además de tener mucho lio, hace mucho tiempo que no me cruzo contigo un viernes al mediodía por los túneles del metro de la Avenida de América.

Saludos para todos,

Rodolfo Calvo

¡Viva la Octava!

viernes, 9 de julio de 2010

Talleres antiguos



























A medida que nos acercábamos a los talleres, donde más tiempo pasamos, un olor característico volvía a ser reconocido por nuestras pituitarias y entonces, de golpe, se amontonaban los recuerdos de días pasados entre máquinas y sus herramientas, junto con los profesores que no solo nos enseñaron a manejarlas, si no que nos infundieron unos valores que aún llevamos como insignia. Con respecto al tema de los olores, os recomiendo que entréis en la publicación antigua de "¿Se nos ha pasado el tiempo de limar cruzado?" y leer los comentarios que allí figuran.
Hablar de los talleres nos llevaría mucho tiempo y espacio y no quiero que en este sitio hable yo solo. Contad vuestras experiencias y anécdotas y las cosas que más os impactaran en vuestra formación en los comentarios y seguro que lo pasamos bien.
En esta entrada solo voy a dejar mi homenaje a los compañeros.
Empiezo por Parra. Como muchos de nosotros, en tu vida actual no utilizas los conocimientos adquiridos con las máquinas-herramientas que aprendiste a manejar, pero tengo recuerdos de cuando compartíamos banco de trabajo y los tornillos donde poníamos las piezas a limar estaban cerca. Por aquella época teníamos de profesor de taller a D.César y tú siempre que podías, estabas de cachondeo y gastando bromas. Un día, se te ocurrió ir haciendo acopio de toda clase de herramientas de los cajones vecinos, recogiendo limas grandes, medianas, pequeñas, martillos, calibres, aceiteras....y llevarlo todo a un cajón vacío. Cuando llegamos a coger nuestros preciados útiles, teníamos los cajones vacíos y tú te hacías el loco, hasta que nos dimos cuenta de tu sonrisa burlona y que eras el único de la vecindad que tenías puesta la "U" en tu tornillo y estabas dale que te pego a "limar cruzado". Te enviamos un abrazo y nos sigamos viendo por Zamora y cualquier otra reunión que hagamos. Gracias por venir.

Le toca el turno a Panero.
Ha sido todo un placer volver a verte después de casi 27 ó 28 años y nos ha encantado volver a contar contigo y compartir las experiencias vitales que nos han ido pasando en estos años.
Los recuerdos que tengo sobre ti, también son de los primeros tiempos, en los que compartimos las horas de taller; limas, tornos, fresadoras, de los bolsillos rotos de los monos, música rockera de Leño, visita a tu habitación compartida con Julio y Chin, de alegría y ganas de vivir, del humo que había siempre en la misma (no recuerdo muy bien el color, creo que algunas veces era azulado y aromático). Recuerdo tu eterna sonrisa dibujada en tu cara y de la vez que te caíste de la litera y pensamos que te habías "matao".
Aunque, como te dije antes, hacía tiempo que no te veíamos, esperamos que esta reunión haya servido para retomar la amistad que te unió a nosotros y sigas siendo uno más de La Octava. Agradecemos también la colaboración de Geli en cuanto al tema de la publicación de la foto con la alcaldesa en el periódico local y de su interés por la reunión y esperamos verla en próximas cenas y visitas socio-culturales por Zamora par tomar unas copas acompañando al grupo. Gracias por venir.

Visita a los talleres nuevos



Seguimos la visita por los rincones de la Uni. Llegamos, guiados por Marcos a los mismos lugares que tuvimos para nuestra formación, pero las máquinas han cambiado, ahora hay ordenadores , la electrónica y la informática, lo dominan todo, pero aún quedan algunas de las máquinas que nosotros utilizamos en aquella lejana época, como la que "Indioz" utilizó para su experimento de dureza de materiales o mejor dicho para el de la dureza de la máquina y que fue ganado por el cacho de hierro que puso, destrozando el mecanismo de la susodicha.

Marcos nos explicó el funcionamiento de las nuevas tecnologías aplicadas al nuevo plan de estudios con interés y placer. Es una lástima que no hubiéramos vivido en estos tiempos, porque ya en aquella época fuimos un curso interesado en aprender a manejar las máquinas modernas que estaban muertas de risa en los talleres porque no entraban en los planes de estudio y que gracias a nuestra insistencia e interés, tuvieron que hacer un hueco para que nos impartieran un curso de formación sobre su uso, aunque éste lo tuviéramos que hacer fuera del horario lectivo. No sé si recordareis la KONDÍA.

Por esta zona también estaban los talleres de electricidad y esto me hace recordar experiencias vividas y especialmente mencionar a un compañero para rendirle sue recuerdo de esta reunión, este no es otro que ...Luismi.

Era una suerte que Luismi estuviera en el mismo grupo de trabajo que en el que te encontraras tú, eso significaba una garantía de éxito en las tareas que te mandaran: tanto en dibujo, taller, encuestas, etc. Sobre todo en taller de electricidad y si no que lo diga Chin, que formábamos trio de ases con él, bueno, el as era Luismi. Chin y yo eramos como mucho el cinco y seis de copas. ¡Qué perfección en los circuitos con los cables! Parecía que los hubiera hecho una computadora, sin curvas, todos colocaditos, con los codos perfectos, limpios y ordenados. Si nos dejaba meter mano a nosotros, los dejábamos como las curvas que hay en la carretera para ir a Carrascal. Cuando llegaba el profesor a la mesa para ver los progresos de los equipos, Chin y yo nos hinchábamos como pavos presumiendo del trabajo de Luismi y tontos de nosotros, creyendo que teníamos algo que ver.
Sé que en Electroaire, no solo sigue con esa precisión en su trabajo, si no que se ha superado. Fue y sigue siendo un honor tenerte en el mismo equipo. Gracias por venir.

Seguimos andando por el pasillo hacia los talleres de torno, fresa, etc. y por este trayecto nos vienen a la memoria los vestuarios que estaban por allí debajo, donde nos poníamos el mono de trabajo y lavarnos las manos con aquel jabón en polvo tan áspero. ¡Qué recuerdos! Teníamos la manía de rompernos los bolsos traseros del mono unos a otros y no creo que hubiera un sólo mono de trabajo con los dos bolsillos enteros.

Es en este punto donde dejo una mención para "Benegiles". Un tío comprometido en esta nueva época de La Octava, con la participación en estos eventos y aunque ya habrá tiempo de hablar de la primera reunión de 2007, aquí hago referencia a ella, agradeciendo que también tu familia se implicara en la celebración y que tus hijas hicieran la ofrenda floral a la patrona de la Laboral. Gracias por todo.
Juan José Enríquez no era muy hablador y sigue siendo así, al menos en lo que yo puedo apreciar, pero siempre ha estado dispuesto a ir a las reuniones y colaborar con todo.
Recuerdo pocas anécdotas vividas a tu lado, pero sé que en aquella época, formó parte, como yo, del grupo de los que nos enamoramos pronto y en su caso, buscaba cualquier momento para escaparse a ver a su novia y que con los años se convirtió en esposa. Te echamos de menos en la cena y verte con el pañuelo de 2 nudos a la cabeza. Un abrazo y gracias por venir.

martes, 6 de julio de 2010

Visita al comedor y cocina




Después del aperitivo, Marcos, nuestro antiguo profesor de soldadura e invitado especial a nuestro aniversario, tomó las riendas para iniciar una visita guiada por algunas de las dependencias de la Laboral. En este punto de la reunión, el director de la Universidad se despidió de nosotros y desde aquí le quiero dar las gracias por su colaboración y la disposición para facilitarnos todo lo referente a las celebraciones.
También nos acompañó el jefe de estudios en la visita y que también le agradecemos su interés y sus explicaciones sobre el funcionamiento de talleres, etc.
Hacía sólo tres años que la habíamos recorrido, pero volver a pasar por los pasillos, cruzar el umbral de las puertas, nos volvió a trasladar a nuestros años de estudiantes y la emoción se instaló muy dentro de los sentimientos que parecían olvidados.
Cuando llegamos al comedor, que ha cambiado un poco desde entonces, me pareció oír el griterío de todos los alumnos en diferentes etapas de nuestra estancia allí y también me vino a la memoria los espectáculos que solíamos montar, cuando estábamos en 3º de F.P.II y entrábamos, a la hora de comer, todo el curso, haciendo el "plátano Balú" y se hacía el silencio entre todos los comensales, observándonos con admiración, para confesarnos más tarde que, ellos, cuando llegaran a 3º, les gustaría ser como nosotros. Eso no sé si lo lograría alguno de los cursos posteriores, pero no conocimos a nadie ni antes ni después como LA OCTAVA.

Penetramos en el Sancta Sanctórum de la cocina, un lugar que nunca antes habíamos visto, el lugar donde las abnegadas cocineras preparaban nuestro rancho.¡Cuántas veces habremos comido, cenado y desayunado allí ? No tengo recuerdo de que la comida fuera mala, por lo que sería aceptable. Mi hijo si que se queja de la que le dan en el colegio.
Me acuerdo del arroz a la cuabana como plato estrella par mí. ¿ Y el vuestro ?


Dejo aquí el homenaje para algunos compañeros. Quiero aclarar que voy haciendo el blog y las entradas a medida que puedo y se me ocurren y no quiero dejar a nadie sin su sitio aquí y también que al hacerlo en cada entrada, no tiene ningún tipo de connotación ni significado, simplemente voy incluyendo a cada uno, pero cada compañero tiene un montón de cosas que contar en cada rincón de la Uni y no solo en donde los pongo yo.


Vara es uno de los homenajeados en esta entrada.
En primer lugar, agradecemos tu esfuerzo por venir, sé que tuviste que cambiar turno de trabajo y una serie de cosas, pero al final viniste y nos alegró mucho que lo hicieras.
Con el paso del tiempo me he dado cuenta que el humor que ya te gastabas en aquellos tiempos era peculiar, sutil, inteligente, enigmático, casi inglés. Es ahora cuando lo entiendo mejor y siempre rematas cada cosa con un toque personal que me hace reír. Tengo el recuerdo temprano en el que los días de vacaciones se iban acercando y el último día de clase, los profesores nos dejaban que se hicieran representaciones, cantar o contar chistes y tú eras uno de los que siempre estabas dispuesto para estas ocasiones. Recuerdo todavía el de; "¿ Mamá, por qué papá mato al pregoneeeeero ?" o el de aquella familia incapaz de apagar una vela por un defecto físico en la boca y llegaba el hijo pequeño que no tenía el defecto y la apagaba con los dedos húmedos de su saliva.
Vara... un tío entrañable con el que siempre se puede contar y un buen compañero.

También dejo un recuerdo aquí para José Antonio Hernández, alias "Travolta" o "Gochy". ¿Quién de nosotros no tiene alguna anécdota con él ? No voy a contar las típicas, aunque todavía tengo la sensación del calorcillo en mi pantalón cuando estábamos una noche en Ramsés II, pero estoy tentado de hacerlo. Me voy a inclinar por aquella que hacía en los pasillos de las habitaciones y que cuando empezó a hacerla, nos volvía locos.
Por su estatura y la habilidad que le caracterizan, se le ocurrió subirse andando horizontalmente con pies y manos para colocarse en lo más alto del techo del pasillo y desde allí, llamaba a las puertas de las habitaciones. Salías y...¡ Coño ! ¡ No había nadie ! Te volvías a meter pensando que estabas tonto y al rato, otra vez lo mismo y...nadie. ¿Cómo es posible? Paco y yo caímos la primera vez y si no es porque empezó a descojonarse en las alturas, no nos damos cuenta. Cuando miramos al techo y lo vemos con los pies en una pared y las manos en la otra, totalmente horizontal, no lo podíamos creer. ¡Qué tío!
Travolta, gracias por todo, también por tu ayuda en cuanto a contactar con los compañeros vía telefónica, aunque tu esfuerzo haya sido infructuoso para que se animaran a venir y sobre todo gracias por venir a la reunión y animarla.

Ya que estamos en los dormitorios, con la anécdota de Gochy, me acabo de acordar de Masico y aquí encuentro un rincón para rendirle un cariñoso y merecido recuerdo. Él sabe que nos unen lazos de amistad y seguro que no se enfada. Es otro de los que se apuntan a lo que sea y además nos alegra llevando a su mujer a las cenas. No cambies nunca Masico..."me cago en chus".
Esta la recordamos el día del aniversario, pero por si alguno no estaba:
Va del primer hombre que se durmió de pie, agarrado del pomo de una puerta;
Teníamos una de las frecuentes reuniones nocturnas, para debatir el cambio de fecha para hacer un examen o algo parecido, pero esta vez era en su habitación y como la cosa se estaba alargando mucho, él estaba hasta las pelotas de aguantar a tanta gente encima de su cama, armando escándalo, etc. Se fue a otra habitación y cuando volvió aún seguía la fiesta, por lo que se resignó a esperar a que la gente se fuera cansando y como no había sitio, se quedó esperando en la puerta. Se fue agarrando amorosamente del tirador y apoyándo su cabeza sobre ella, como los gatos cuando ahuecan el lugar donde van a dormir, se le fueron cerrando los ojitos y cuando nos quisimos dar cuenta, se nos había dormido. Eres genial Masico, gracias por todo.

lunes, 5 de julio de 2010

Vino español



Le dimos este nombre a esta parte del programa porque todos los actos oficialies son así y para que la alcaldesa lo viera como tal, pero lo podíamos haber llamado, pulpo gallego y croquetas caseras, de esta forma, seguro que la primer edil, se hubiera pensado lo de ir a la boda que tenía programada en su famosa agenda o que darse con nosotros...¡ Qué bueno estaba ! Es que a esas horas ya teníamos hambre. Si no ponemos un poco de orden, nos "aberronchamos" contra la mesa de borriquetas y no salimos de allí ni con agua caliente.
Creo que los de "La Cantina", se portaron bien y tanto el aperitivo como la comida estuvieron muy bien hechos y en abundancia. Si alguien opina diferente que lo comente y para otra vez se hará de otra manera.

En este sitio quiero rendir homenaje a Félix "El Mosca", que se nos puso perdido con la salsa del pulpo a feira y que lo tuvimos que cambiar tres veces durante el día.
"El Mosca" es un tío que no es callado precisamente, pero en esto radica parte de su encanto, siempre tiene algo que decir. Por cierto, ¿sabe alguien por qué se le llama mosca ?, que lo deje en los comentarios.
Siempre se puede contar con él para cualquier cosa, deja lo que esté haciendo y acude a reuniones, cenas, comidas, la partida... lo que sea. Junto con Chuchi era uno de los externos que más se parecía a los internos en cuanto a las costumbres porque muchas veces se venían de casa a desayunar con nosotros.
También me gustaría que los implicados en la anécdota siguiente contaran de primera mano lo acaecido el primer día de clase del curso 84-85, cuando Ricardo se hizo pasar por un profesor y él de su ayudante, presentándose en la clase de unos novatos de 1º de F.P. I para darles clase.
Mosca no cambies nunca y gracias por venir a la reunión y ser tan irónico con la vida y con nosotros.

Elijo este sitio para rendirle homenaje a Iluminado. Un tío callado, en contrapunto con nuestro querido Félix. Lumi es discreto, cabal y trabajador y en esto no ha cambiado. Le preguntamos porqué era tan callado y el nos contestó: "Si no tengo nada que decir, no digo nada".
Seguro que sus clientes de Carrocerías Barajas, no tienen ninguna queja sobre los trabajos que hace porque es muy cumplidor.
De Lumi recuerdo una anécdota que le conté a él ese día y que quiero que la recordéis todos.
Como se acostaba siempre muy pronto porque cumplía con los estudios y los llevaba al día, cosa que no hacíamos la mayoría por estar siempre de cachondeo, un día le gastamos una broma. Lo preparamos todo para que pareciera que en vez de ser las 12 de la noche o así, fuera la hora de levantarnos y como él a esas horas ya estaba en el primer sueño, lo despertamos, apremiándolo porque llegaba tarde a clase. No se debió percatar del asunto: se levantó corriendo, se quitó el pijama, se vistió, cogió los libros, se fue al baño, se lavó etc. y puso rumbo al comedor para desayunar, bajando por las escaleras que daban acceso directo al comedor. Los demás esperábamos descojonados de risa en las habitaciones a que subiera decepcionado. Volvió a subir. Nos encontró en el hall de los dormitorios esperándole y soltó un lacónico "cabrones" y se volvió a la cama.
Gracias Lumi por venir a acompañar a tus compañeros y amigos.