Otro viejo documento de la época. En este caso se trata del grupo de dibujo con el profesor D. Mauro Pedrero. Pido disculpas porque, tanto el primero de la lista, Aguado Gómez, que se ve un poco mal, como el último, que en este caso, no se ve, es por un problema de que no cabe en mi escaner el citado documento, pero en el grupo 20, el que falta es Pedro Vara.
Con la publicación de este listado, se puede saber perfectamente el número de cada uno e identificarse en otros listados, como en el de cuarta evaluación de este mismo curso, ya publicada con anterioridad. Otro tema que queda resuelto, a mi modo de ver, es el de saber quienes formamos parte del último curso del ciclo de formación profesional, ya que de los que figuran en esta lista, no continuaron con nosotros en 3º, solo dos: Aguado Gómez y Andrés Rodriguez Martín, aunque no estoy seguro de ello. Esto lo digo porque en 3º, yo era el número 22 en clase y estoy seguro de lo de Aguado, que figuraba primero que yo en la lista, pero por otra parte, no sé si Enríquez Palacios, también se quedó atrás en ese curso. Me gustaría que alguien que se acuerde, lo haga saber.
Me imagino que todos tendréis recuerdos de las clases de dibujo con Mauro en el aula del ala noroeste del centro, al lado del gimnasio de "la topera", pero, como siempre, voy a hacer una inmersión en los vericuetos de mis recuerdos, que espero, sirvan para desempolvar los vuestros.
El Mauro, creo que fue uno de los mejores profesores que tuvimos en aquella época y de él guardo un especial recuerdo porque en una evaluación me cateó (merecidamente) y con ello contribuyó a que me quedaran 4 asignaturas por primera vez en mi vida. Esto me hizo reflexionar mucho y a punto estuve de tirar por tierra mi formación, pero mi padre, que no sabía mucho de lo que significaba tener estudios o no, pero sí lo que era trabajar duro en el campo, en la fábrica, con el ganado, en la construcción, me hizo ver el futuro que me esperaba si renunciaba a seguir estudiando y eso me bastó para tomar otra vez la senda del esfuerzo (aunque sin pasarse). Con el paso de los meses y ya cuando me esforcé en hacer bien los dibujos, nuestro profesor, me llamó a un aparte y me dijo que me había suspendido para darme una lección y que con ello me había hecho ver que la asignatura no se aprobaba solo con saber que sabía hacer dibujo, había que hacerlo bien.
El trabajo del curso consistía en que cada grupo, formado por dos compañeros, tenía que hacer los dibujos de las piezas que él nos suministraba. Teníamos que tomar medidas, hacer los croquis a mano alzada, con todas las vistas que determinaran mejor su forma y dimensiones y después, ya en trabajo fuera del aula, hacerlas con medidas a escala en papel A3 y en papel vegetal, utilizando los "Rotrings", además de entregar también los croquis a mano alzada para que lo calificara todo.
¿Quién no recuerda las carreras para acabar los dibujos en el plazo?. Recuerdo que una vez, aunque yo no era interno de fines de semana, ir a la Laboral el sábado y el domingo para recuperar el tiempo perdido y poder entregar las láminas pendientes. También recuerdo otro episodio vergonzoso, al menos para mí, que me gustaba hacer mis dibujos, que consistió en calcar con las hojas de las ventanas los que habían hecho otros compañeros porque era imposible poderlos entregar con el tiempo exigido. Estos hechos ya los habia contado con anterioridad, pero creo que este era un buen lugar para volver a hacer referencia a ello.
Recuerdo también que Mauro me hizo responsable y depositario del dinero para comprar, tanto las cartulinas A3, como el papel vegetal A3 y tuve que recaudar los fondos de todos los compañeros. Cuando tuve todo el dinero recogido, me fui al bar...no seaís mal pensados, para cambiar toda la chatarra en billetes y así, entregárselo a él, que era el que lo compraba donde fuera y después nos lo repartía. El caso es que, no sé lo que ocurrió, pero a mí, me sobraron más de 1000 pesetas de la recaudación y como nadie se quedó sin sus láminas y el Mauro no me reclamó nada, me lo quedé yo para invitar a los pasteles de La Gobierna a Paco y a Aguado, cada vez que venían conmigo a buscar a Juli cuando salía del trabajo.
Mi grupo lo formábamos Peláez y yo y tengo que decir que nos lo pasábamos muy bien en clase. No se nos daba mal el tema del despiece y nos quedaban muy bien nuestros trabajos. Aunque no voy a publicar mis notas finales, os diré, que en esta asignatura, saqué muy buena nota. Lo que más recuerdo eran nuestras risas, metiéndonos con el que fuera y si encuentro documentación de la época, publicaré mis pensamientos de entonces, porque los plasmaba en la carpeta de la asignatura y os puedo asegurar que eran un descojono.
Con la publicación de este listado, se puede saber perfectamente el número de cada uno e identificarse en otros listados, como en el de cuarta evaluación de este mismo curso, ya publicada con anterioridad. Otro tema que queda resuelto, a mi modo de ver, es el de saber quienes formamos parte del último curso del ciclo de formación profesional, ya que de los que figuran en esta lista, no continuaron con nosotros en 3º, solo dos: Aguado Gómez y Andrés Rodriguez Martín, aunque no estoy seguro de ello. Esto lo digo porque en 3º, yo era el número 22 en clase y estoy seguro de lo de Aguado, que figuraba primero que yo en la lista, pero por otra parte, no sé si Enríquez Palacios, también se quedó atrás en ese curso. Me gustaría que alguien que se acuerde, lo haga saber.
Me imagino que todos tendréis recuerdos de las clases de dibujo con Mauro en el aula del ala noroeste del centro, al lado del gimnasio de "la topera", pero, como siempre, voy a hacer una inmersión en los vericuetos de mis recuerdos, que espero, sirvan para desempolvar los vuestros.
El Mauro, creo que fue uno de los mejores profesores que tuvimos en aquella época y de él guardo un especial recuerdo porque en una evaluación me cateó (merecidamente) y con ello contribuyó a que me quedaran 4 asignaturas por primera vez en mi vida. Esto me hizo reflexionar mucho y a punto estuve de tirar por tierra mi formación, pero mi padre, que no sabía mucho de lo que significaba tener estudios o no, pero sí lo que era trabajar duro en el campo, en la fábrica, con el ganado, en la construcción, me hizo ver el futuro que me esperaba si renunciaba a seguir estudiando y eso me bastó para tomar otra vez la senda del esfuerzo (aunque sin pasarse). Con el paso de los meses y ya cuando me esforcé en hacer bien los dibujos, nuestro profesor, me llamó a un aparte y me dijo que me había suspendido para darme una lección y que con ello me había hecho ver que la asignatura no se aprobaba solo con saber que sabía hacer dibujo, había que hacerlo bien.
El trabajo del curso consistía en que cada grupo, formado por dos compañeros, tenía que hacer los dibujos de las piezas que él nos suministraba. Teníamos que tomar medidas, hacer los croquis a mano alzada, con todas las vistas que determinaran mejor su forma y dimensiones y después, ya en trabajo fuera del aula, hacerlas con medidas a escala en papel A3 y en papel vegetal, utilizando los "Rotrings", además de entregar también los croquis a mano alzada para que lo calificara todo.
¿Quién no recuerda las carreras para acabar los dibujos en el plazo?. Recuerdo que una vez, aunque yo no era interno de fines de semana, ir a la Laboral el sábado y el domingo para recuperar el tiempo perdido y poder entregar las láminas pendientes. También recuerdo otro episodio vergonzoso, al menos para mí, que me gustaba hacer mis dibujos, que consistió en calcar con las hojas de las ventanas los que habían hecho otros compañeros porque era imposible poderlos entregar con el tiempo exigido. Estos hechos ya los habia contado con anterioridad, pero creo que este era un buen lugar para volver a hacer referencia a ello.
Recuerdo también que Mauro me hizo responsable y depositario del dinero para comprar, tanto las cartulinas A3, como el papel vegetal A3 y tuve que recaudar los fondos de todos los compañeros. Cuando tuve todo el dinero recogido, me fui al bar...no seaís mal pensados, para cambiar toda la chatarra en billetes y así, entregárselo a él, que era el que lo compraba donde fuera y después nos lo repartía. El caso es que, no sé lo que ocurrió, pero a mí, me sobraron más de 1000 pesetas de la recaudación y como nadie se quedó sin sus láminas y el Mauro no me reclamó nada, me lo quedé yo para invitar a los pasteles de La Gobierna a Paco y a Aguado, cada vez que venían conmigo a buscar a Juli cuando salía del trabajo.
Mi grupo lo formábamos Peláez y yo y tengo que decir que nos lo pasábamos muy bien en clase. No se nos daba mal el tema del despiece y nos quedaban muy bien nuestros trabajos. Aunque no voy a publicar mis notas finales, os diré, que en esta asignatura, saqué muy buena nota. Lo que más recuerdo eran nuestras risas, metiéndonos con el que fuera y si encuentro documentación de la época, publicaré mis pensamientos de entonces, porque los plasmaba en la carpeta de la asignatura y os puedo asegurar que eran un descojono.
CHECHU ME ALEGRO DE AYUDARTE, los que no pasaron a 3º fueron Manolo Aguado e Isidro. Yo lo 1º que he hecho cuando he visto que seguía orden alfabético, es correr a mirar las notas de la 4ª evaluación de aquel año: que desastre, me quedaron 4, y a ti otras tantas. desgraciaos: yo no recordaba tal hecatombe, .... me llaman pa cenar.... chao
ResponderEliminarNo quisiera monopolizar el blog, pero es que llevo dos meses delante del ordenador, redactando un par de proyectos cuyo meollo principal se resuelve con un programa llamado gv-sig, que en resumen, es una aplicación que permite hacer mogollón de cosas relacionadas con los planos de las parcelas, darle una presentación óptima, archivarlos, crear bases de datos relacionados con las parcelas ..... Total que como nacimos 20 años antes de la cuenta para estas cuestiones cibernéticas, y yo soy un pierde-tiempos profesional y un ciber-pardillo, no avanzo nada, me aburro, o, como dice mi padre, en quince días, catorce leguas. Y el entretenimiento más a mano que tengo entre archivo.shp y archivo.shx, es leer la prensa del movimiento y este nuestro blog. Por eso últimamente escribo tanto; no, no me he vuelto loco....
ResponderEliminarAl igual que escribo, leo, y estas cosas del chechu, me hacen recordar anécdotas escondidas en el disco duro desde las últimas glaciaciones del terciario.
Pues esto viene a cuento de un profe de Física muy mayor que tuvimos el primer año, al menos en el B, que era dónde yo estaba. El profe en cuestión no era otro que Don Luis Macho, un tipo muy divertido que había estado en la guerra y que se murió poco después de jubilarse, estando nosotros en el Centro, todavía. D. Luis, nos contaba siempre anécdotas de sus andanzas en la guerra civil, entre otras, no sé si os acordáis, decía que cuando venía del frente del Ebro a casa de permiso, se quitaba los pantalones y andaban ellos solos por el baño, debido a los piojos que acarreaban. Pues cuando éramos sus pupilos, alguien (¿pudo ser Ricardo o Toño?) me contó una cosa muy graciosa que le ocurrió al bueno de D. Luis en una Junta de Evaluación en la que él era el tutor de la clase que se evaluaba. Resulta que el grupo había pegado un bajón respecto a lo que venía siendo habitual y los comentarios al respecto, por parte del tribunal, según estaban pasando lista, e iban apareciendo más y más alumnos con más asignaturas suspensas de lo normal, era: fulanito de tal, se ha tirao a la bartola, menganito, otro que se ha tirao a la bartola, al poco zutano bermúdez: otro que se ha tirao a la bartola y asín sucesivamente. Al final de la lista y ante el desastre general, le preguntaron al tutor su opinión sobre la Hecatombe generalizada a lo que Don Luis no tuvo reparos en contestar: "yo lo que quiero es conocer a esa Bartola que todo el mundo se la tira..."
Esto, parece ser que ocurrió estando todavía los curas al cargo de la Uni, por lo que al bueno de Don Luis Macho, le costó un expediente disciplinario. Y parece un chiste pero este hombre era muy gracioso. no me extraña que fuera cierto. Si hay alguien que se acuerde de esto, que escriba ahora o pierda el teclado para siempre. En cualquier caso sirva este comentario como recuerdo a un profe muy divertido que formó parte de nuestro periplo académico allá en el lejano curso 198o-81
Nos leemos!!
Ya decía yo Chin que no era normal esas parrafadas tuyas, jejeje.Recuerdo a este profeor e intento hacer memoria me suena de algún tipo de sistema que empleaba en clase, no se si en exámenes o en clase diaria, pero me suena que algo estrambótico hacía pero tenía su resultado.
ResponderEliminarALA MAJOS NO SEAIS TAN COMODOS Y DEJAR ALGO AQUI, QUE QUITANDO UNOS CUANTOS NI DIOS DICE NADA, COÑO QUE A TODOS NOS GUSTA LEER ALGO.
Yo me acuerdo perfectamente de la anécdota que cuenta Chin de los pantalones con vida propia y también me viene a la memoria su cara arrugada y su cigarrillo permanente en los labios, porque hay que recordar que en aquellos tiempos se permitía fumar en clase, tanto a profesores como a alumnos, por lo menos en F.P.II. La asignatura que nos daba a los del B era Física y Rapado tiene razón en que era un tanto peculiar a la hora de impartir sus clases porque daba puntos para el examen al que acertara preguntas que planteaba en clase, tuvieran o no que ver con la materia que se estuviera dando.
ResponderEliminarRecuerdo a don Luis con una frase que usaba el para impresionar: YO SOY MACHO MACHO,supongo que una por lo machote que era y otra por el apellido o ¿se apellidaba dos veces Macho?.
ResponderEliminar