Un lujo, del que disfrutamos o sufrimos, durante unos años, fue la piscina climatizada. En este aspecto, tengo ciertas lagunas de memoria porque no sé durante cuantos años estuvimos utilizándola, ni cuando dejamos de ir, ni los motivos exactos del cese de la actividad, que me imagino, fueron por falta de presupuesto.
Creo que no empezamos en los primeros cursos, ni en primero ni segundo de F.P.I, pero no lo recuerdo con claridad. Me parece que sí fuimos en 1º y 2º de F.P.II, pero en 3º, ya no había presupuesto. ¿Es así?
Lo que si recuerdo de ella, era que en uno de los años de utilización, la teníamos los lunes a primera hora, nada más llegar de casa del fin de semana y cuando salíamos de las instalaciones, con dirección a la Topera, yo me quedaba helado porque no nos secábamos bien el pelo y creo que en alguna ocasión, llegábamos con el pelo blanco de la helada que estaba cayendo. ¡Cuántos catarros pillé! Estábamos dentro del agua, tan calentitos, como los romanos en las thermas y mirabas afuera y veías el campo de fútbol con una manta blanca de la escarcha del invierno zamorano, que os aseguro, nada tiene que ver con el invierno madrileño.
Yo no sabía nadar y estaba en el pelotón de los torpes, aunque si que logré cruzar los 25 metros de largo a base de fuerza sin control, pero la mayor parte del tiempo, la pasaba con los que no sabían nadar, agarrados de un corcho, intentando hacer los movimientos que llevarían a la consecución de tal fin, pero que yo no logré. Me gustaría que los que consiguieron aprender a nadar si no sabían, lo manifiesten aquí y también los que ya sabían nadar y aquella actividad, les resultaba un momento de ocio y diversión en pleno invierno. Recuerdo que uno de los que se le daba bien el tema era Jarero, que se hacía todo el largo de la cubeta buceando sin salir a respirar y eso, para mí, era como de superhombres.
Tengo que decir, que no aprendí a nadar en esos intentos, pero ahora si sé y ya no sufro con el tema, como cuando me tocaba ir a aquella estupenda piscina que debía de resultar muy cara a las arcas del Estado.
Creo que no empezamos en los primeros cursos, ni en primero ni segundo de F.P.I, pero no lo recuerdo con claridad. Me parece que sí fuimos en 1º y 2º de F.P.II, pero en 3º, ya no había presupuesto. ¿Es así?
Lo que si recuerdo de ella, era que en uno de los años de utilización, la teníamos los lunes a primera hora, nada más llegar de casa del fin de semana y cuando salíamos de las instalaciones, con dirección a la Topera, yo me quedaba helado porque no nos secábamos bien el pelo y creo que en alguna ocasión, llegábamos con el pelo blanco de la helada que estaba cayendo. ¡Cuántos catarros pillé! Estábamos dentro del agua, tan calentitos, como los romanos en las thermas y mirabas afuera y veías el campo de fútbol con una manta blanca de la escarcha del invierno zamorano, que os aseguro, nada tiene que ver con el invierno madrileño.
Yo no sabía nadar y estaba en el pelotón de los torpes, aunque si que logré cruzar los 25 metros de largo a base de fuerza sin control, pero la mayor parte del tiempo, la pasaba con los que no sabían nadar, agarrados de un corcho, intentando hacer los movimientos que llevarían a la consecución de tal fin, pero que yo no logré. Me gustaría que los que consiguieron aprender a nadar si no sabían, lo manifiesten aquí y también los que ya sabían nadar y aquella actividad, les resultaba un momento de ocio y diversión en pleno invierno. Recuerdo que uno de los que se le daba bien el tema era Jarero, que se hacía todo el largo de la cubeta buceando sin salir a respirar y eso, para mí, era como de superhombres.
Tengo que decir, que no aprendí a nadar en esos intentos, pero ahora si sé y ya no sufro con el tema, como cuando me tocaba ir a aquella estupenda piscina que debía de resultar muy cara a las arcas del Estado.
Anduvimos a tiempo porque creo que no volvió a funcionar hasta su demolición definitiva. Ahora en ese solar hay un pabellón mu bonito.
ResponderEliminarMas o menos esos años fueron los que fuimos a la piscina, un par de años y si es verdad, cosa que intentábamos recordar Jose " el peluquero" y yo mientras me cortaba el pelo. Que era a unas horaas un poco raras y con un frio de cojones. Yo era uno de los que sabia nadar, porque habia aprendido en el Verbo Divino, y me lo pasaba muy bien, aunque por exceso de confianza tengo un pequeño recuerdo en la mamola por hacer el jilipoooollas tirándome junto con algunos otros con las manos para atrás. En una de esas, salí sangrando, porque me rocé un poco contra el suelo. Cosas de aquellos años locos.
ResponderEliminarRecuerdo que la piscina climatizada,la empezamos a utilizar el primer año, 1ºFP I, porque en una de las ocasiones que la disfrutamos, al llegar a mi casa me tope con un chaval de mi barrio, y me comemtó sobre algo raro que había oido por la radio, ese día era el 23 de febrero de 1981, fecha para no olvidar.Por cierto el chaval que me lo contó acabó siendo guardia civil, y el pobre hombre murio en un accidente en horas de servicio.
ResponderEliminarSaludos para todo la peña de la 8º promoción,de La Laboral, de la UNI,...
Llevo un par de días mirando este blog de Pascual, que me lo encontré el otro día en el Lago de Sanabria,y no puedo de parar de mirarlo y volver a mirarlo, recordando viejos tiempos, viejas historias, muchas anecdotas. La verdad que son unos recuerdos que tengo difíciles de olvidar, aunque solo estuviera 3 años, pues me fuí a la Escuela de Aprendices de RENFE, y ya va para 30 años lo de aquello.
Gracias Pascual por todo el esfuerzo que has puesto en publicar este blog con toda esta información.
Saludos de Angel de Arriba Barragán.
Comentando con Antonio Calvo Miguel, me dice que la piscina la teniamos los viernes a primea hora de la mañana.
ResponderEliminarCreo que el aún no sabe nadar.
Un saudo, y en especial para Angel de Arriba.
Soy Aguado ,