Como ahora está de moda la Ley antitabaco, que ha entrado hace poco más de un mes en vigor y tiene tanta polémica, no me puedo abstraer de hacer un comentario que hace referencia al tabaco, del que, como ya sabéis, he sido un ferviente censor, pero que en aquellos años, fui un tanto hipócrita con alguna de mis actuaciones y es que me venció el poder del dinero.
No sé si recordaréis que durante un par de años o tres, fui un auténtico traficante de tabaco de contrabando y que me ganaba unas "pelas", de las que tanto andábamos necesitados, vendiendo cigarrillos de importación a todos los fumadores, que por aquel entonces, eran muchos.
Una tía mía, que vivía en París, y que aún vive, me traía en verano o en cada ocasión que venía a España, un montón de cajetillas de tabaco de muchas marcas de tabaco que no eran muy comunes en este país. Las había de Francia, de Bélgica, de U.S.A, de Holanda, etc.
Aunque iba en contra de mis principios, no pude vencer la tentación y sucumbí a ofrecer la mercancía a los compañeros fumadores, eso sí, a un precio más barato que en los estancos, pero así ganaba todo el mundo. ¿Os acordáis de aquel negocio?
El primer año que me los trajo, me saqué más de 10.000 pesetas con la operación. La siguiente vez, fue algo más, ya que no los ofrecí a los compañeros, si no que me fui a la calle de los Herreros y el paisano del bar Valladolid, me compró toda la mercancía. No recuerdo muy bien, pero me pasé un buen verano a cuenta del dinero que me saqué, que rondaría las 25.000 pesetas.
Dinero fácil...problemas. Cuando volví con la siguiente remesa, al cabo de unos meses, al mismo sitio, el tío no quiso saber nada porque la policía se había interesado por el puto tabaco que vendía allí y no quería más problemas de los que ya tenía, porque si recordáis, no era un bar donde sólo se servían gambas a la plancha.
Mi solución fue: ..........
Chin.
Por aquella época, su familia regentaba un bar en su querido pueblo de Arquillinos y se lo comenté. Me dijo que tenía que hablarlo con su padre o con sus hermanos y al final, me dijo que sí, pero que tenía que llevarlo yo por mi cuenta. Como no tenía coche, me cogí los macutos con todo el tabaco que pude meter y con mi Vespino (el mismo con el que Chin se dio un hostión un día que se lo dejé, ya en C.O.U, para darse una vuelta y me lo trajo de la mano, con la rueda delantera mirando pa' Cuenca y el resto del Vespino mirando pa' Cáceres) me fui desde Carrascal hasta Arquillinos sin escalas y allí mismo hicimos el negocio en un día de junio, cuando ya estábamos de vacaciones. Esa fue la última vez que trafiqué con algo y le dije a mi tía que no me trajera más porque si no, iba a terminar en la cárcel o algo parecido, que uno sabe como empiezan estas cosas, pero no como terminan.
No sé si recordaréis que durante un par de años o tres, fui un auténtico traficante de tabaco de contrabando y que me ganaba unas "pelas", de las que tanto andábamos necesitados, vendiendo cigarrillos de importación a todos los fumadores, que por aquel entonces, eran muchos.
Una tía mía, que vivía en París, y que aún vive, me traía en verano o en cada ocasión que venía a España, un montón de cajetillas de tabaco de muchas marcas de tabaco que no eran muy comunes en este país. Las había de Francia, de Bélgica, de U.S.A, de Holanda, etc.
Aunque iba en contra de mis principios, no pude vencer la tentación y sucumbí a ofrecer la mercancía a los compañeros fumadores, eso sí, a un precio más barato que en los estancos, pero así ganaba todo el mundo. ¿Os acordáis de aquel negocio?
El primer año que me los trajo, me saqué más de 10.000 pesetas con la operación. La siguiente vez, fue algo más, ya que no los ofrecí a los compañeros, si no que me fui a la calle de los Herreros y el paisano del bar Valladolid, me compró toda la mercancía. No recuerdo muy bien, pero me pasé un buen verano a cuenta del dinero que me saqué, que rondaría las 25.000 pesetas.
Dinero fácil...problemas. Cuando volví con la siguiente remesa, al cabo de unos meses, al mismo sitio, el tío no quiso saber nada porque la policía se había interesado por el puto tabaco que vendía allí y no quería más problemas de los que ya tenía, porque si recordáis, no era un bar donde sólo se servían gambas a la plancha.
Mi solución fue: ..........
Chin.
Por aquella época, su familia regentaba un bar en su querido pueblo de Arquillinos y se lo comenté. Me dijo que tenía que hablarlo con su padre o con sus hermanos y al final, me dijo que sí, pero que tenía que llevarlo yo por mi cuenta. Como no tenía coche, me cogí los macutos con todo el tabaco que pude meter y con mi Vespino (el mismo con el que Chin se dio un hostión un día que se lo dejé, ya en C.O.U, para darse una vuelta y me lo trajo de la mano, con la rueda delantera mirando pa' Cuenca y el resto del Vespino mirando pa' Cáceres) me fui desde Carrascal hasta Arquillinos sin escalas y allí mismo hicimos el negocio en un día de junio, cuando ya estábamos de vacaciones. Esa fue la última vez que trafiqué con algo y le dije a mi tía que no me trajera más porque si no, iba a terminar en la cárcel o algo parecido, que uno sabe como empiezan estas cosas, pero no como terminan.
Las fotos de la entrada son de 2007. Me voy a negar a publicar más (y tengo muchas), si no me mandaís alguna vosotros. Que sois unos vagos.
ResponderEliminarSi que me acuerdo yo de esta movida, tu tienes alguna lagunilla. El bar de mi padre estaba en Pajares. El bar de los Herreros, ahora se llama Bayadoliz, (en serio) lo regenta un tío muy majete que se llama Quique, sigue trabajando bien la plancha, y aunque no se trapichea, la gente sigue consumiendo más que gambas. Me pegué una ostia yoooooo? con tu amotooooo? pos mira que no macuerdo...... Por cierto, ahora no fumo, y aunque pa los bares es una putada, ahora se está cojonudamente en ellos, eso si en algunos era mejor antes que olía a humo, porque ahora se le ha destapado a muchos el tarro de las "esencias" y güele a fritanga, a rancio, a water, etc, etc, etc,.... Mejor el tabaco, vamos. Ahora em voy a la entrada esta de los bares a contar una cosa que perpetramos yo y Paco en el glumen y la ransel-2.. Hasta ahora!!
ResponderEliminarPD: Yo no tengo ni una puta foto. ya conoces mi amor por los paparazzis,¿ eh yulio?
Joder! que si te diste una ostia con mi amoto. Era un viernes a la hora de irse al pueblo y antes de regresar para mi casa, pasé por vuestro piso en la calle Argentina. No subí porque estabas en la puerta, con el macuto preparado y esperando a que llegara alguien. Llegué con mi vespino y me dijeste que te lo dejara para ir a dar una vuelta mientras llegara (creo que Paco). Te fuiste hasta las estación de autobuses, llegó Paco, pasaban los minutos y que no venías,10,15...30 y al final, vemos un tío al fondo de la calle que viene con un amotociclor de la mano...No puede ser: mi querido vespino escuajeringao'. Menos mal que a tí no te pasó nada. Pusimos la dirección enderezada lo más que pudimos y para Carrascal tomando las curvas con el manillar recto, pero con la rueda torcida. Lo tuve que llevar a cambiar los tubos telescópicos de la amortiguación...cacho cabroncete: yo sí me acuerdo.
ResponderEliminarahora que dices lo de aparecer por la calle de la Argentina con el vepino de la mano, recuerdo parcialmente el acontecimiento. No había leído este comentario tuyo
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