Como prueba de que la Octava no fue solo una casualidad y que una vez terminados los estudios, no se disolvió y que nunca más fuéramos a saber unos de otros, dejo esta fotografía que ratifica nuestra unión a través de los años.
En ella, posamos con ocasión de la boda de Chin, acaecida hace no mucho, como se puede observar.
En ella, posamos con ocasión de la boda de Chin, acaecida hace no mucho, como se puede observar.
Chechu, me emociona profundamente el que hayas publicado ese afoto, vaya dia pasamos, coño!!! 29 botellas,(solo de JB!!!) se soplaron en la barra libre, cuando le pedi la cuenta al tabernero, no pude por menos de esbozar una sonrisa y acordarme de la alta ralea de todos mis secuaces, alguno ya tendra el higado hecho una "cocreta", si no ha parado.....,Voy a mandarte yo un afoto de una cosa que oficia de pisapapeles en mi despacho, a ver si la recuerdas.
ResponderEliminarPor cierto, aun queda pendiente que nos cuentes aquella anecdota en la que entramos en la grillera con el pañuelo calado, me lo prometiste en una entrada anterior.
Un abrazo, amigo.