jueves, 30 de septiembre de 2010

Congregación en la Lonja (2007)





Los que habíamos intervenido en la preparación del encuentro de junio de 2007, no pensábamos que fuera a tener el éxito que resultó tener. Queríamos hacer un ensayo para el futuro 25º aniversario y que los compañeros se fueran animando al saber de esta reunión y que era posible, después de tantos años volvernos a encontrar.
Fui a la puerta de la Universidad bastante antes de la hora para tomar unas fotos y tuve la oportunidad de ir saludando de uno en uno a todos los compañeros que iban llegando y la emoción que sentí al volver a reencontrarme con cada uno fue muy especial, porque, con algunos hacía más de 22 ó 23 años que no me veía.
A medida que el grupo se hacía más grande, el alboroto crecía y llegó un momento en el que parecía que estábamos 25 años atrás en ese mismo lugar, jugando al "cinto escondido", corriendo y riendo, intentando que el que encontraba el cinto no te pillara y te diera un buen zurriagazo.

En frente de la Laboral, nos hicimos unas fotos que ya forman parte de la historia de La Octava y que una de ellas preside la página principal de este blog.
Me gustaría que con vuestros comentarios, contarais la primera impresión que tuvisteis al ver al compañero que no veías desde hace tanto o al grupo allí reunido.

miércoles, 29 de septiembre de 2010

Primer encuentro de 2007


Comienzo, como prometí en alguna de las entradas, a hacer el relato en imágenes de la reunión de 2007. Os recuerdo que lo hago desde el punto de vista personal, pero me gustaría que aportarais vuestros constructivos comentarios para hacer una visión global del acontecimiento.
Lo iré haciendo poco a poco, a medida que vaya teniendo tiempo y a medias con otras cosas que se me vayan ocurriendo.

No voy a empezar con los farragosos principios de preparativos, ni comunicaciones a todo el mundo, pero incluiré datos curiosos como esta lista que nos facilitó el director de colegio, Manuel Rodrigo, que fue de la que partimos para intentar dar con las direcciones actuales y poder comunicarnos. Si podéis observar, fue difícil desentrañar nombres y antiguas señas.

martes, 28 de septiembre de 2010

El pañuelo de cuatro nudos




El episodio de la entrada en la grillera con el pañuelo de cuatro nudos en la cabeza fue un acto a la vez, de rebeldía, inconformismo y de impotencia. No sé de quién surgió la idea de elegir ese momento y no otro para hacerlo, lo que si recuerdo es que el ambiente estaba un poco caldeado con respecto a las reprimendas que nos hacían desde varios frentes hacia nuestro curso por los resultados de la 1ª evaluación. Supongo que elegimos entrar de esa guisa en campo enemigo porque muchas de las comparaciones que se hacían entre los diferentes cursos de la Universidad Laboral, tenían como referente las notas que sacaban los grillos.

En aquella época, se puso de moda publicar en los tablones de anuncios de cada clase los resultados académicos del curso y las estadísticas de los demás cursos de toda la Laboral. Nosotros, al menos en alguna evaluación, no salíamos muy bien parados en comparación con los cursos de B.U.P. y C.O.U. y también con Ingeniería y varios de F.P.
Recuerdo que un día de los que siguieron a esas publicaciones, apareció por el aula, el jefe de estudios y nos echó una bronca del quince, diciéndonos que éramos la vergüenza de la Universidad y que sólo había uno o dos cursos peores que nosotros en todo el C.E.I., que era como se llamaba entonces. Seguro que de todas estas cosas, Ricardo sabe más que nosotros, porque él era el encargado de entrar en las reuniones de evaluación, donde se tomaban las decisiones. Sería un tesoro que guardara algún documento de aquella época, donde aparecieran resultados o lo que fuera.

Ese mismo día, o uno de los siguientes al día de autos, por la tarde, nos tocaba ir a la grillera a clase de ciencias naturales con la "Chus", aquella profesora que solía vestir de cuero negro ajustado; falda negra a la altura de las rodillas, marcando la forma de los glúteos, blusas ceñidas, pañuelo al cuello, gafas de pasta, zapatos negros de tacón, que hacía sonar con un salero inconfundible y que a muchos de nosotros, nos "ponía" y más de uno tenía problemas de concentración en sus clases de geología, etc. Por otra parte, nunca se portó mal con el curso, ya que cuando le pedimos algún cambio de fecha para los exámenes, la aceptaba con resignación, entre divertida y burlona.
De camino al centro íbamos debatiendo el tema del día y a la altura de los chalets que hay cerca del clínico, tomamos la decisión de revelarnos contra tanta animadversión hacia nosotros y decidimos ponernos los pañuelos anudados en la cabeza. Era como un símbolo de impotencia y de asumir de alguna forma el rol que los demás tenían pensado sobre cómo éramos los que estudiamos F.P. Conmiseración y burla o irritación admisiva.

Este símbolo no lo inventamos nosotros ese día, ya que había precedentes en su utilización.

No recuerdo el curso en el que estábamos, lo que si me acuerdo es que estábamos en los campos de deportes de la topera jugando al fútbol en uno de los campos de tierra que no tenían las porterías alineadas y que en una de ellas, el garbanzo nos hacía hacer flexiones colgados del larguero y que una vez le tuvo que mandar parar a Pelayo porque no se cansaba de bajar y subir con la cabeza por encima del travesaño . Un grupo de grillos jugaban al baloncesto en el campo que había al lado, animados por una troupé de grillitas entusiasmadas con las canastas y con el juego limpio de los impolutos y educados grillos que nos miraban por encima del hombro.
Tenían tanta arrogancia que no pasó desapercibida para algunos de los topos veteranos, entre los que se encontraba el hermano de Modesto, el de Villafáfila, que no me acuerdo como se llamaba, pero que se le hizo muy mala sangre con lo que estaba viendo; se estaban riendo de nosotros en nuestra propia casa, así que sin pensarlo dos veces, se caló el famoso pañuelo con los cuatro nudos a modo de albañil aguerrido o agricultor afanoso e irrumpió en la cancha de baloncesto, les cogió el balón y comenzó un ritual de gestos exagerados: lo botaba con mucha fuerza contra el suelo con las dos manos y a la vez iba saltando con los dos pies mientras los grillos y grillas, lo observaban con la boca abierta. Cuando vio que era suficiente, agarró la pelota como si fuera un balón de rugby y sin botarlo ni una sóla vez, entro a canasta con un potente salto, pero, en vez de encestar, pegó un zambombazo en el tablero, que a punto estuvo de romperlo, saliendo despedido hasta el campo contrario. Los miró con los ojos inyectados en sangre, como un toro a punto de embestir y le espetó: "Así, jugamos al baloncesto los de F.P.".
Los grillos, que se habían quedado como estatuas petrificadas mientras duró la exhibición, no salían de su asombro, pero debieron entender lo que allí se les estaba diciendo, recogieron sus bolsas deportivas de marca, el balón y a su club de fans y se fueron de allí. Eso sí, con una sonrisa burlona dibujada en su cara, como dando a entender que con el espectáculo, se confirmaban sus teorías sobre lo brutos que éramos los de efepe.

Para quien no se acuerde del motivo de este signo y el porqué de hacer una explicación sobre él, es por petición de Chin, que no se acordaba de los acontecimientos. La rememoración de este hecho viene a cuento por el homenaje que se le hizo a Ricardo en su día y del que dejo aquí parte:

"Cuando empezamos a dar clase de ciencias en "la grillera", no se nos ocurrió otra cosa que un buen día, calarnos el pañuelo de cuatro nudos en la cabeza y aparecer de esta guisa, encabezados por el delegado en los dominios de los "grillos". Ricardo iba el primero, con la carpeta y el libro de ciencias bajo el brazo, tieso en los andares y porte majestuoso, cabeza rígida con miradas de reojo por encima del hombro a cuantos grillos se interponían en nuestro camino y a medida que avanzábamos en procesión, se iba haciendo un silencio incrédulo. Desde ese momento, el pañuelo de cuatro nudos se convirtió en un símbolo de La Octava."

martes, 21 de septiembre de 2010

Un viejo encuentro


Esta misiva enviada por Chin, está fechada el día 4 de abril de 1995 para convocar a los topos en nuestro 10º aniversario. Como podéis observar, ya en aquellos años, teníamos el sentimiento de estar juntos y revivir acontecimientos pasados.
Recuerdo haber asistido a la misma y creo recordar que fuimos a la bodega de Valcavadino, donde Paco y Marta mangaron las bombillas del pasillo de la salida y también de haberlo pasado muy bien. Recuerdo casi con seguridad los que asistimos, pero me gustaría que fuerais vosotros los que os acordarais y lo dijerais.


( Si no veis bien la carta, solo tenéis que pinchar sobre ella y se hace más grande)

Facturas del 25º Aniversario





















A modo de curiosidad, dejo aquí las facturas de los gastos de los que me hice responsable. Que nadie piense en una justificación con respecto a mi responsabilidad, es solo una aportación para que podáis tener una idea de lo que consumimos.

Ánimate

Como ya expongo en la cabecera del blog, éste ha sido creado para mantener unidos a los antiguos alumnos de la Uni en su octava promoción. No pretendo otra cosa, no quiero tener miles de entradas para que alguien se fije en el y decida ofrecerme publicidad a cambio de unos euros, no quiero que me nadie me anime a seguir haciéndolo porque, como he dicho en alguna ocasión, lo seguiré construyendo hasta que no me resulte divertido o no tenga un rato de tiempo para que entre ocupación y ocupación pueda colgar una foto o un comentario que me resulte curioso o me parezca oportuno. No necesito saber cuántos de vosotros lo leéis (los que dejan comentarios o se han hecho seguidores ya han manifestado su opinión), lo que pido es que no dejemos de mantenernos en contacto de alguna forma y había pensado que este vehículo era bastante apropiado para ello. También tengo recuerdo de que en los años en los que compartimos estudios éramos un desastre como cumplidores o preocupados con nuestras obligaciones y me imagino que los años no nos hayan cambiado demasiado, además de que las vidas que llevamos no permiten tener mucho tiempo libre y menos para dedicarlo a estos menesteres, pero me parece que este u otro que alguien quiera hacer, es una buena idea para echar un vistazo a lo que fue nuestro paso por la Laboral y para seguir sabiendo unos de otros.
Nuestro educador y amigo, Manuel Ángel, me dio una idea para incluir en este foro y ésta consistía en que hiciéramos una base de datos con nuestras ocupaciones y contactos para que si alguno de nosotros necesitara ayuda de cualquier tipo, pudiera tener respuesta de otro "topo", que pudiera ayudarle, o bien asesorándole personalmente o indicarle a alguien de confianza que lo pudiera hacer. Simplemente, funcionaría como cualquier otro foro de los que hay miles en internet, pero este, de carácter familiar. Esto lo dejo en el aire para que seáis vosotros los que deis vuestra opinión.
De momento no solo os animo a que leáis lo que aquí se escribe, si no que toméis parte en estas tertulias que podrían ser a 40 ó 45 interlocutores...Imaginaos.

Boda de Chin


Como prueba de que la Octava no fue solo una casualidad y que una vez terminados los estudios, no se disolvió y que nunca más fuéramos a saber unos de otros, dejo esta fotografía que ratifica nuestra unión a través de los años.
En ella, posamos con ocasión de la boda de Chin, acaecida hace no mucho, como se puede observar.

sábado, 18 de septiembre de 2010

Cambios

Debido a que algunos se han quejado de que la letra es demasiado pequeña para leer las entradas y comentarios del blog, he decidido introducir algunos cambios. No hay demasiadas opciones para el diseño, así que he elegido la que me parece mejor para que se pueda leer sin dificultad, pero el contenido es el mismo.

martes, 14 de septiembre de 2010

Fotografías y sombras

Estas fotografías las envía Ricardo. Sólo voy a comentar la cara de estirado que tengo yo, como si quisiera ser tan alto como Paco. Deben de ser de los que hacían el curso de fotografía.
¡Qué recuerdos!


jueves, 9 de septiembre de 2010

Fotografía borrosa de 3º F.P.II


No sé de quien es esta foto.
Tiene bastante mala calidad y no se aprecia nada bien quien es quien.
Os propongo un ejercicio de observación y a ver si entre todos logramos ponerle nombre a las caras borrosas, aunque es una tarea difícil por lo que he podido ver en el intento que he hecho yo.
Para empezar, si no me equivoco es el curso de 3º F.P. II. Vamos a considerar cuatro filas de arriba a abajo. Por la izquierda, arriba hay dos que no están en ninguna fila ( el primero es Pascual y otro que es más bajo, pero no sé quien es) y en la segunda fila hay otro que está de pie y con las manos en la cabeza.
¿A qué es difícil?. Mira a ver si te logras identificar. Si no lo ves bien, pincha en la foto y se hace más grande y se ve más. Yo tengo identificados a casi todos, pero me falta gente.

martes, 7 de septiembre de 2010

Más excursión


















Son, como todos podéis observar, instantáneas de la famosa excursión fin de curso. En la del grupo, se siente la alegría que teníamos todos por estar disfrutando de un sueño casi imposible cuando surgió la idea. En la otra, sobran los comentarios, pero parece un plano de una película de Buñuel o una pincelada subrealista. Comentarlas...

Punto y seguido


Con el homenaje a Paco y Aguado, doy por terminado el relato personal de los acontecimientos que rodearon al 25º aniversario de nuestra titulación. Con mis comentarios y recuerdos de aquellos años no he pretendido otra cosa que desempolvar las vivencias acaecidas en la Uni y que todos tenemos guardados en algún recoveco de la memoria. Mi intención no ha sido molestar a nadie en los relatos y doy por hecho que ha sido así. Tengo un sinfín de anécdotas de aquel tiempo, que he ido recordando a medida que iba escribiéndolas, pero no todas pueden ser contadas sin el permiso de los protagonistas y otras las iré poniendo a medida que mi tiempo me lo permita.

Cuando empecé este blog, no sabía muy bien en lo que iría derivando y todavía sigo sin tenerlo claro, pero mi intención primigenia era que sirviera de vehículo de comunicación entre nosotros. En un principio había pensado en la página web, ya que no conocía este medio, pero ahora que le estoy cogiendo el tranquillo, pienso que es más dinámico y versátil porque permite una comunicación directa y prácticamente en tiempo real, aunque con los inconvenientes de estar muy limitado en cuanto a diseño y calidad de las imágenes, etc.
Por otra parte, soy yo el que hace las entradas y elijo los temas, cosa que me gustaría cambiar y para ello os invito a que seáis vosotros los que me mandéis entradas para que las publique en vuestro nombre; simplemente me mandáis vuestro texto a mi correo electrónico y las fotos que queráis y yo lo publico con vuestro nombre. Podéis elegir el correo del blog directamente (amton@orange.es) o el que ya deberíais tener en alguna parte (ajepas@yahoo.es).
También sé que somos pocos los seguidores de lo que aquí se expone y menos los que hacen comentarios, pero si alguien lee estas historias y encuentra algo interesante, sería bueno que lo hiciera saber a los demás para que sirviera de acicate y animara a más compañeros a intervenir y saber sus opiniones, sus recuerdos, si necesita algo de los demás, etc.

Para finalizar, encuentro que es complicado leerse todos las entradas o repasarlas para ver si alguien ha escrito algo nuevo, por lo que iré reescribiendo nuevas con los cambios que se vayan produciendo para no tener que ir a las más antiguas, lo mismo que la publicación de fotos.

Os recuerdo así mismo, que queda pendiente hacer una crónica de la reunión de 2007 y que intentaré hacer en cuanto pueda.

Un saludo a todos y ¡Viva la Octava!

jueves, 2 de septiembre de 2010

Hasta pronto






Como dice Ricardo, todos los que formamos parte de este grupo genuino, fuimos especiales y con cualquier integrante del mismo podíamos tomarnos una cerveza o lo que fuera sin problemas y hablar sobre la mayoría de los temas del momento y reírnos a gusto de las historias que nos pasaban en aquellos días.
El tiempo y la distancia, hacen que las amistades sean difíciles de mantener y nosotros tampoco somos los mismos, aunque en esencia seamos como los adolescentes de hace 25 años, ya que todos teníamos una personalidad bastante definida y aunque los años pasen, algo queda. Sin embargo aquellos tiempos sabemos que nunca volverán.
Estas reuniones que hemos hecho, creo que han servido para recordarnos que no solo compartimos años de estudios en unas circunstancias concretas, si no que, ocurrió algo indescriptible, mágico entre nosotros que hizo que hoy podamos hablar sobre ello.
Seguramente, cualquiera de las aventuras, anécdotas, vivencias y hechos ocurridas en cualquiera de los años cursados, tanto individuales como colectivos, servirían para que un guionista de Hollywood, hiciera una de esas típicas películas de universitarios o de institutos y serían un éxito de taquilla.

En una conversación mantenida este verano de 2010 con Julio en un bar de Zamora, me decía que se me veía muy afectado por lo que ocurrió en la Laboral en aquellos años. Es algo que ya había pensado en varias ocasiones y siempre he llegado a la misma conclusión: lo que viví en vuestra compañía ha sido único y sincero. Allí me asomé a una vida desconocida en muchos sentidos; ya tenía amigos en mi pueblo y eran buenos amigos; me sigo llevando bien con alguno de ellos, pero nunca llegué a tener la misma confianza que llegué a tener con los que hice en la Uni. No hice amigos en la mili, me pilló mayor y un poco de vuelta de lo que los reclutas de 18 años necesitaban o vivían en aquellos días y con los que eran de mi edad, no hubo sentimiento, aunque mantuve buenas relaciones. En los diferentes puestos de trabajo por los que he pasado, no he tenido problemas con ningún compañero y me he divertido, manteniendo con muchos una buena amistad, pero sin rebasar el terreno de lo íntimo. En la vida normal con otros amigos que va uno conociendo por razones de vecindad, familiar o cualquier otra forma, he llegado a un límite que me cuesta superar, cosa que con 14 ó 15 años, no me costó con mis amigos.
A todo esto, tengo que sumar que en aquella época, me enamoré de la que hoy es mi mujer y quizás, este sea el motivo por el que también recuerde aquellos días como los más felices de mi vida.

Todo este compañerismo, amistad, lealtad y fraternidad, fue compartida por todos o casi todos, pero cada uno de nosotros, traspasó una línea invisible con algunos de los compañeros. Una línea que, en mi caso al menos, no me ha sido fácil volver a cruzar en todos estos años y en tan diferentes ámbitos de la vida con el resto de las personas.

El homenaje que quiero rendir en esta entrada es para esos dos compañeros con los que nuestra amistad cruzó esa barrera imaginable y se convirtió en un sentimiento que es muy común entre los seres humanos y que todo el mundo trata de describir de una u otra forma. No voy a hacer un ensayo sobre la amistad, ni tampoco intentar definir lo que significa, porque cada uno la vive de una forma distinta, simplemente voy a dejar por escrito una pincelada de lo compartimos juntos.

Ellos son Aguado y Paco, Paco y Aguado. Lo que puedo decir públicamente en este foro, ellos ya lo saben porque lo hemos hablado en muchas ocasiones y aunque no lo hubiéramos hecho, cada uno de nosotros sabe lo que los demás piensa al respecto.
La vida nos ha puesto a los tres en lugares distintos y lejanos entre sí, pero siempre que podemos, hacemos lo posible por vernos y ver a las familias. El teléfono e internet hacen que nos comuniquemos asiduamente y no perdamos el contacto, cosa que no es fácil después de tantos años.

UN PASEO POR SANTA CLARA.

Aguado y yo, o mejor dicho, su familia y la mía, nos vemos a menudo.
Nos hicimos amigos en la Uni y aún lo seguimos siendo. En esta reunión tuvimos la ocasión de estar un rato juntos y eso ocurrió cuando coincidimos, después de dejar a nuestras esposas en casa para ir a tomar unas cervezas, en la confluencia de la Avenida Alfonso XII con Santa Clara y desde allí caminamos juntos al encuentro con el resto de los topos que ya estaban en el Motín. Como he dicho en alguna ocasión, hablamos de las cosas importantes, de nuestros hijos, de nuestros proyectos, de la vida y de lo que nos preocupa ahora. ¡ Qué diferencia de cuando íbamos por esa misma calle y lo que nos preocupaba era mirar debajo de los vestidos de las maniquíes para ver si llevaban bragas o escardar remolacha o jugar a "pared"!

Cuando fuimos estudiantes, compartimos no solo habitación y mucho tiempo juntos, también experiencias vitales de todo tipo. No creo que fuera coincidencia que nos pusieran a los amigos en las mismas habitaciones, seguramente esa forma de actuar de los directores de colegio, fue otra de las cosas buenas que hicieron con nosotros para que estuviéramos más a gusto y hacer de nuestro paso por la Laboral un grato recuerdo.
Tengo muchos recuerdos de aquellos años y tengo que decir que muchos de ellos, fueron protagonizados en compañía de Aguado.
Si antes he dicho que me enfadé con Isidro por abandonarnos tan pronto, cuando lo hizo Aguado, me sentí como si me faltara algo y sentí tristeza por dos motivos: uno, pensando de forma egoísta; me quedaba sin uno de mis mejores amigos y el otro, porque el era el más perjudicado en su decisión, que no hubo forma de convencerlo para que estudiara en el verano y recuperara en septiembre como tuvimos que hacer los demás. Me consuelo pensando que a día de hoy sigue estando con el mismo espíritu de entonces y contar entre mis mejores amigos.

Podría recordar cientos de momentos de toda índole, pero con Manolo, voy a tocar un tema que me hace rememorar mis primeros tiempos de noviazgo con la que ahora es mi mujer y que mis amigos estuvieron en la gestación de nuestros primeros momentos de empezar a salir, etc.

En aquella época (1º de F.P.II), mi novia trabajaba en Reglero (la fábrica de dulces y galletas) y siempre me las arreglaba para que alguno de mis compañeros de habitación, me acompañara hasta la puerta de la fábrica para ir a esperarla cuando salía de trabajar. No iba todos los días, pero uno o dos por semana, si que lo hacía. Tenía que convencerlos de alguna manera para que fueran conmigo y ésta consistía en invitarles a un pastel de "La Gobierna", que entonces estaba al lado del Gobierno Militar. ¡Vaya amigos!: Almendrados de veinte duros y merengues de 60 pesetas, eran sus preferidos ¡Qué ruina con ellos! Y lo peor era que desde allí mismo se me daban la vuelta la mayoría de las veces.
Un día no fui a esperarla y tampoco estuve en compañía de los dos mequetrefes y cuando me los encuentro, que ellos si se habían ido por ahí, ya entrada la tarde, cada uno tenía un paquete de "colombianos", que si recordáis, eran unos barquillos de coco que se hacían en Reglero y que estaban muy buenos. Yo me mosqueé extrañado porque esa operación, nunca la habían hecho antes, entre otras cosas, porque no tenían dinero...como todos. Ese exceso a mitad de semana no era normal y se me ocurrió preguntar el motivo. Ellos, ya compinchados, respondieron que se las había dado Juli, que como yo no había ido a buscarla, se encontró con ellos y se las dio a ellos y que no me dieran.
Eso me enfadó mucho, no sé si con Juli o con ellos por no darme ni un solo colombiano. Se pusieron mano a mano, cada uno con un paquete y no fueron capaces de darme ni uno solo, mirándome con desafío y socarronería. Mi cabreo fue en aumento, en la misma proporción en que los dos amigos se divertían con mi estupefacción. No lo pude soportar y después de insistir unas cuantas veces me retiré abatido y con síntomas de evidente desamor que pagaría mi novia al día siguiente (entonces, esas cosas las medíamos así).
Cuando volví, ya más calmado y a la hora de la cena, les dije que si nos bajábamos a cenar y casi sin hablar, tumbados cada uno en una cama, como si acabaran de salir de una orgía romana, con una barriga a punto de estallar, me dijeron que hoy disculpaban la cena. Estaban para reventar los tíos. Se habían comido los colombianos de uno en uno hasta no dejar ni las migajas y no sé si fue por hambre o porque no me comiera ninguno. No creo que pasaran una buena noche y creo que no fueron capaces de desayunar al día siguiente. Ahora que yo tampoco dormí, pensando en la traición que me había hecho mi novia y mis dos mejores amigos.

Hasta pronto Aguadejo. Un abrazo.

VIAJES DE IDA Y VUELTA

Este espacio lo reservo para el otro compañero de habitación: Paco.
Con él tuve la suerte de tener más tiempo para compartir, ya que seguimos siendo compañeros de habitación en 3º (recordad la habitación "El polo norte", justo al lado de la huevería), nos aventuramos a hacer C.O.U. en el mismo curso, junto a más compañeros topos y de los mejores, que esta época también daría para otra película. Todos los acontecimientos que nos han ido pasando en la vida, hemos tenido fortuna de compartirlos, bueno, no quiero seguir con esto que me emociono.

Para esta reunión, volvimos a compartir viaje de ida y vuelta Zamora-Madrid y ello nos permitió tener unas cuantas horas para ponernos al día en muchas cosas que se quedan en el tintero cuando hablamos por teléfono. Lo mismo que con Aguado, cuando hablamos, parece que estuviéramos tumbados en nuestras camas de la Uni, con la mirada fija en el techo de la habitación y contándonos confidencias que solo a ellos se les pueden contar, como hacíamos con 16 ó 17 años.
Paco sigue teniendo ese humor tan suyo, que aunque no quieras te tienes que reir. Puedo asegurar que es una de las personas que te puede hacer reir a carcajadas durante días enteros y decirle que pare porque te duelen las mandíbulas y eso aunque los condicionantes de la vida no sean siempre los más positivos. ¡Que mmmajjjo!

Rara es la anécdota o aventura que viviera en la Uni, en la que no estuviera Paco, con lo que puedo contar una por día si me acordara de todas.
Mi intención es esa, ir contando cosas en este blog de lo que hacíamos un poco todos y hacer una especie de diario de La Octava, con varios puntos de vista, incluso del mismo acontecimiento. Por mi parte lo voy a intentar, pero sé que no todos pueden, quieren o le apetece. De momento, voy a contar algo de lo que mi amigo solía hacer sin la mayor importancia y como ejemplo de su personalidad.

Estábamos en el último curso y no sé a qué altura del mismo, pero nos enviaron a un nuevo educador y tampoco sé el motivo: Durán.
No sé si lo recodáis; un tío muy majo, que tuvo la mala suerte de que un vespino se lo llevara por delante y le quitara unos cuantos dientes. Me lo encontré en Salamanca una vez, cuando estudiaba biología y estuve tomando unas cañas con él y me dijo que fuimos un curso estupendo, que se divirtió mucho con nosotros y que en cierta manera nos envidiaba cómo éramos.

Paco y yo éramos unos dormilones compulsivos y tengo que reconocer que la culpa la tenía yo, que me gustaba acostarme pronto y eso, con el tiempo se contagia y debe ser cierto que entre más duermes más quieres. Nos deprimíamos al ir por las habitaciones y ver a algunos estudiar o copiar dibujos del Mauro con las hojas de las ventanas (al final, nos tocaba hacerlo a nosotros y en el último momento), otros escuchaban música, otros cerraban la habitación por dentro y huían de nosotros como de la peste, si podían. En la habitación donde éramos bien recibidos era en la de Chin y Julio, pero también nos terminaban echando a almohadazos o como pudieran. No nos quedaba otra alternativa que retirarnos vencidos a nuestros dominios, que eran fríos de cojones en invierno y pertrecharnos con 5 ó 6 mantas para meternos en la cama (cada uno en la suya, que nadie se equivoque, que Paco es muy hombre, tiene 3 hermosas niñas y yo un niño y siempre nos respetamos mutuamente) y hablábamos hasta que nos dedicábamos un tímido "hasta mañana", si no nos dormíamos antes.
¡Qué poco estudiábamos! Un día de esos, al final de curso, en los que todos estudiabais como locos para los exámenes finales, nos dignamos ir a la habitación y bajar de las estanterías de las mesas los libros de matemáticas y dejarlos abiertos con el flexo encendido. En esto, que llega Manuel Rodrigo, el director de colegio y nos pilló de esa guisa. Aquel fue el día en que la suerte nos sonrió por primera vez en toda la historia de nuestros estudios. Desde ese día, el cuerpo educativo nos miró con condescendencia y si encuentro la carta que les mandó a mis padres, al final del curso, la publicaré, pero es de las que me hacen el culo gaseosa.

Ya hacía tiempo que alguien había mangado el equipo de música que utilizaban para despertarnos y la nueva forma de hacerlo, era que los educadores, muy dignos ellos, recorrían los pasillos de los dormitorios dando voces y tocando las palmas para despertarnos. En nuestro caso, esperábamos al ultimísimo momento para levantarnos, coger los libros y de camino ir al baño a mear y lavarnos la cara o los ojos, dependiendo de la época del año. Recordad que estábamos al final del pasillo y no era cuestión de malgastar energías por la mañana luego, de ir a lavarte y volver a buscar los libros.
El primer día de educador de Durán, en vez de solo dar las palmas y las voces, se le ocurrió dar con los nudillos en las puertas de las habitaciones que no daban señales de vida, entre las que se encontraba la nuestra.
Paco, ante la insistencia de nuestro querido educador, termina por despertarse y con gesto contrariado, se levanta de la cama con el pelo revuelto, ojos hinchados, dedos de los pies levantados para intentar no tocar el gélido suelo, abre la puerta y le espeta a Durán en voz baja: "hombre, no des esos golpes tan fuertes que nos vas a despertar" y vuelve a cerrar la puerta. Yo le digo "bien hecho" y nos volvimos a la cama.
No vimos la cara de Durán, pero pasaron al menos 30 ó 40 segundos hasta que volvió a llamar, esta vez más tímidamente. Paco se volvió a levantar y a abrir la puerta, para encontrarse al educador con gesto de paciencia infinita, las manos entrelazadas a la altura de la entrepierna y repiqueteando con la punta de su zapato en el terrazo. "No me toquéis los cojones el primer día y os quiero ver levantados ya".
Ese día le hicimos caso, pero al poco tiempo, volvimos a nuestra rutina, tan solo superada, en cuanto a lo de levantarse, por nuestro delegado.

Paquirriquiconico, espero verte pronto, hasta entonces, un abrazo.




miércoles, 1 de septiembre de 2010

Estoy de vuelta




Se han acabado mis intermitentes vacaciones y ahora amenazo con seguir escribiendo en el blog. Todavía quedan algunos compañeros sin su particular recuerdo por mi parte y los comentarios de los topos que de vez en cuando hacen acto de aparición por este lugar y que agradezco muy efusivamente porque eso me hace sentir que hay vida ahí detrás.
Para empezar este nuevo curso dejo unas fotos que tengo por aqui.