martes, 14 de enero de 2014

LA PLOMADA

Hace unos días, recorriendo los rincones de la casa de mis padres en el pueblo, descubrí un objeto que daba por perdido, pero que mi padre, en su sentimiento de guardar las cosas a las que le da importancia y más sabiendo que la había fabricado uno de sus hijos, había guardado con celo en un lugar escondido para que nadie se la llevara. Este objeto, no es otro que la plomada que hicimos en clase de taller, en mi caso, con el Fernando en el último curso de F.P.II y que ha sido utilizada en la vida civil por mi padre para hacer alguna pared que otra.
Estaba un poco sucia debido a la pátina del tiempo, pero la he limpiado un poco y parece como recién sacada del "Cumbre".


No tengo un recuerdo claro sobre los acontecimientos que rodearon su manufactura, pero sí me vienen algunos retazos de aquellos momentos; como el misterio con el que nos desveló D. Fernando lo que íbamos a hacer y lo valioso del material a emplear: acero inoxidable de la mejor calidad y que no se podían cometer fallos o nos quedábamos sin la plomada.
Repasando la pieza y observándola con detenimiento, he de decir y sin ánimo de parecer prepotente, que quedó muy bien y la rosca es perfecta, sin nada de holgura desde la primera vuelta.
Me imagino que muchos de vosotros la conservaréis, pero si no es así, ahí va el recuerdo de aquellos tiempos.
Me gustaría proponer que en los comentarios, pusierais qué pieza recordáis o alguna anécdota sobre ella.

No hay comentarios:

Publicar un comentario