domingo, 23 de febrero de 2014

VIAJE A LA ALCARRIA I (Por Chin)




Los días 7,8 y 9 de febrero tuvo lugar el “Dalton meeting 2014” en una casa rural en Brihuega,  un bonito pueblo alcarreño, a solo una hora de Madrid. 


La recepción por parte de la dueña, por momentos recordó otras nefastas experiencias vividas en esa tesitura con anteriores caseras, pero   esta vez,  el exceso de locuacidad de nuestra anfitriona, fue cortado de raíz por un sonoro bostezo del Tío. La casa rural, resultó ser una choza que no tenía más que un cuarto de aseo en el que sólo había agua caliente de 9:00 a 10:00;  la interminable cola a la puerta del baño a esa hora, dificultaba en gran medida la convivencia y la higiene. De las otras dos estancias disponibles, una, era la cocina-comedor: disponía de lumbre baja pa cocinar, y como nevera, una herrada de chapa atada a una cuerda que metíamos en el pozo del corral. La otra estancia, fue asignada al descanso de la infantería. En ella dormimos los 23; y el contacto físico, la halitosis perniciosa y el resto de fluidos gaseosos propios de la noche, te hacían olvidar el frío provocado por la falta de calefacción.
Estas reuniones familiares, ahora se consagran a la vigilia silenciosa, y a las purgas gastronómicas; estas últimas a base de variadísimas verduras,  todas ellas  con propiedades diuréticas e incluso laxantes, diría. Una cura de estas en febrero, no sólo es una saludable costumbre, también debería de ser exigible a todo buen cristiano, como penitencia a los excesos cometidos entre Navidad y San Tirso, en el ámbito competencial de los pecados capitales 1º y 3º***.  Nuestra conversión empezó a fraguarse en Tizneros,  donde el triste semblante del panadero, nos hizo reflexionar sobre la conveniencia de churruscar un par de bichicos con el único fin de saciar nuestra gula; el año pasado  en Colmenar, un “restaurador” de la villa,  se encargó  de perpetrar el cordero y el gocho con tal saña, que no los pudimos comer.  Este año, en Brihuega, la puntilla la ha puesto un carnicero, quien con el fin de enredar a mi cuñado con el pedido cárnico, le regaló un pack de 24 cervezas; menos mal que pudimos atisbar tras la maniobra, la siniestra mano de Satán que intentaba tentarnos desde la profundidad del averno. La decisión es firme,  a partir de ahora, sólo berzas y acelgas, … y la cerveza,  sin alcohol… , el ron y el chupito yerbas , ni olerlos. Agua!  que en Brihuega brota por todos los rincones. 


Cuenta Quevedo en “La vida del Buscón”, que el ínclito Dómine Cabra disponía de un artilugio a modo de jaula, que atado con un hilo a un palo, como si fuese una caña de pescar, le permitía escaldar una y otra vez el mondongo y así,  con los mismos güesos, podía elaborar varios caldos. Disponemos el Tío y yo, como encargados de los fogones, de una suerte de artefacto de similares características urdido en sus ratos libres por el herrero, solo que para que no suelte hebras, en vez de con cuerda, la jaula y el palo se unen con una cadena. El invento en cuestión,  nos sirve para  gobernar los diferentes caldos con un ahorro calórico y monetario considerable. Este año, primero hemos enjaulado el güeso de jamón que llevó el Tío a la corrobla y con cuyo caldo acompañamos a las acelgas de la 1ª noche. Por la textura y consistencia del garrón después de 5 min. cociendo, calculamos que podrá dar cuerpo todavía a otros tres caldos más. El sábado hicimos lo propio con las patas de gamba y esqueletos del pescado de que dispusimos para la confección del caldo de la paella. Dejé a la Grande al cargo del invento, y  presa de la conversación, se le pasó retirar la jaula, con lo que la sopa de pescado de la cena, sólo tenía pescado en el nombre. Por último  el domingo, después de asistir a misa de 12, nos fuimos pa la chabola a elaborar las tradicionales patatas con pata; después soltar parte de su jugo, la pata quedó lista para otro par de escaldados con los que poder acompañar sendos almuerzos de idéntica naturaleza.  En resumen, frugal fin de semana dedicado al ejercicio espiritual y a la contención del vicio. … pues eso, que media vuelta a la derecha es como media vuelta a la izquierda, solo que todo lo contrario.  Amén

viernes, 21 de febrero de 2014

La Octava en grupo de whatsapp

Hace unos días hice un viaje a Zamora para ver a mis padres y en un rato de tiempo ocioso, se me ocurrió ver los contactos del whatsapp, con la sorpresa de que tenía unos 24 contactos de los compañeros de la laboral. No sé que me impulsó a crear un grupo de la red social móvil con los compañeros de los que tenía su móvil, pero el hecho es que lo hice.
Casi inmediatamente y cuando puse un mensaje de que estaba en Zamora, mi amigo Aguado, me estaba llamando para quedar a tomar algo por ahí, así que eso hicimos. Aquí dejo testimonio del encuentro.



Lo mismo que con la creación de este blog, las intenciones son las mismas; mantener el contacto entre nosotros y saber los unos de los otros. Esperando que se unan más compañeros a medida que me vayais facilitando sus números de teléfono. 

viernes, 7 de febrero de 2014

CINEMA PARADISO ( Se acabaron los Reyes Magos) Por Chin




Hace 3 ó 4 años, mi hijo Héctor me espetó: “papá:  Marian y Luismi han tenido que besarse mucho para tener cuatro niños ¿no? ”. Vaya usted a saber, cómo pensaría este que se hacían los niños.  Ahora, ya se ruboriza y se sonríe pa dentro,  cuando contempla alguna escena subida de tono en la tele. En este cambio en la percepción e interpretación de las cosas, no hemos tenido nada que ver nosotros;  ellos solos, en los recreos, se encargan de ir intercambiando historias y “conocimientos”. Ya tiene 10 años,  y va perdiendo la inocencia. El día 7,  después de la fiebre navideña, me  decidí a contarle toda la verdad sobre el origen de los regalos que todos los años recibe. No he querido que me ocurriese como con su hermana,  cuando  le tuve que confirmar lo que ella ya sabía y no quería creer; entonces,  fui acusado entre lágrimas, de ser un embustero sarnoso, por haberla tenido tanto tiempo engañada. Cuatro horas, más o menos, estuvo llorando la pobre.  Así que el día después de reyes, aprovechando que las chicas  nos dejaron solos en casa, se lo solté todo; me escuchó impertérrito, con los ojazos abiertos a tope… no soltó ni una lágrima. Y fijaos si será bueno, que lo primero que me dijo fue:  “ a ver cómo se lo decimos a María …”. Angelico. Aquí os dejo su última carta a los reyes,  no tiene desperdicio. Otra etapa que se quema, … como en la peli de Tornatore.

lunes, 3 de febrero de 2014

BARRICADA (Por Chin)




El concierto de Barricada fue la excusa para salir entre semana. Fue a mediados de los 90, durante las fiestas de San Pedro, en la explanada de La Vaguada; y lo mejor, junto con la actuación, no fue la abundante cerveza que soplamos durante el show, sino que como colofón, le acabamos con el aguardiente al del Bar de al lao. 


Una intoxicación a lo grande. Cuando nos batíamos en retirada, ya de madrugada,  nos topamos con un carro del Eroski que alguien había sustraído y posteriormente abandonado en las inmediaciones de la estación de autobuses vieja. En nuestro zigzagueo hasta la chocolatería de Lorenzo, en plena cogorza, empezamos a jugar con el puto carro; primero atropellándonos con él unos a otros, más tarde, al llegar a la punta arriba de San Torcuato,  uno se subía en él, y otro lo lanzaba calle abajo. 

Un ligero empujón,… soltabas … y ostión contra los chirimbolos, … carro y tío al suelo …, así estuvimos un buen rato, con una escandalera de la ostia. Al llegar a la C/Benavente, una patrulla del CPN empezó a perseguirnos, uno a pie y el otro con la lechera. Los vimos enseguida pero nos hicimos los tontos. ”Alto! Policía!!” se medio escuchaba  entre  el estruendo latoso  del carro  al rodar. Cuando el madero nos echó el guante, ya en la esquina del  Valderrey, teníais que haber visto a los Sres. funcionarios: dos cincuentones con más mili que el palo de la bandera,  panza cervecera, bigotazo, carrillos prominentes, rosados , … polis de los que se hacían  antes en Zamora, al abrigo de una capital de provincias tranquila.  

 “A ver!... usté!,… documentación!…”  me inquirió uno de ellos sin haber recuperado todavía el resuello. Yo, siempre ocurrente bajo los efectos del alcohol, respondí: “la mía o la del carro?”... la carcajada resonó en toda Santa Clara, incluso el otro tuvo que darse la vuelta para que el compañero no se sintiera ofendido. Menos mal que estaba la mi manchega poniendo un poco de orden, si no, dormimos en el calabozo; porque nosotros cada vez estábamos más burros y graciosillos, y ellos,  cada vez más picaos… . Cuando nos dejaron marchar, tras prometer mi señora que después de los churros,  nos llevaba pa casa a todos,  el que conducía el  Z,  con bastante cara de asco apuntilló: “...y aparcar por ahí ese carro,… coño!.”