Llevábamos ya tres o cuatro días
por ahí, y ninguno habíamos sido capaces de hablar con Roca en serio. Creo que a todo el mundo le pasa, cuando
sales de tu parcela, te cuesta soltar. Debe ser una reminiscencia genética de
cuando nuestros ancestros utilizaban las boñigas para marcar sus campos de caza, de igual modo
que ahora lo hacen muchas alimañas. Si osabas colarte en territorio hostil, te
cuidabas bien de no manchar en él, para que tu presencia no fuese delatada y
así ahorrarte unos mordiscos, y/o unas ostias, que era como se solventaban los
conflictos territoriales en el Plioceno, (periodo del terciario en el que
aparecen nuestros más directos antepasados). Al indudable componente genético
hemos de añadir la ridiculez del excusado, que través del subconsciente algo
aportaría al atasco.
La verdad es que estábamos muy a
gusto en Isla Canela. Es un sitio recomendable para las vacaciones familiares.
Hay de todo, es económicamente asequible,
y tiene una playa cojonuda. Pero la idea era conocer más cosas; para eso
habíamos alquilado la bicha. Así que a falta de Nissan Juke, nos pusimos a
remontar el río a nuestra manera.
Aquella mañana la comidilla
giraba en torno a ver quien entraba primero al baño. Héctor era claro
favorito, todos conocemos su metabolismo (mínimo 2/3 veces día) y no
entendíamos cómo, a esas alturas del viaje,
estaba aún sin plantar. A medio camino entre Ayamonte y Huelva, en la autovía, tuvo lugar el
desenlace: nuestros vaticinios se cumplieron, y el aludido fue el
primero en estrenar la taza giratoria con fines mayores. Se encontraba el
chiquillo terminando, cuando por el retrovisor vi un guardia civil que se
acercaba en su flamante BMW; mis
encuentros por Zamora con la benemérita,
suelen saldarse siempre con receta, así que cuando vi a aquel
acercarse a la ventanilla, estuve a punto de resolver mi atasco
digestivo de un plumazo. “¿ocurre algo?” –preguntó- …. No…. verá usté agente…
estoooo… el niño….. ejem… caca…. por no tenerla …. en fin…. usía ya me
entiende…..,”No, nada, nada, … he parado
por si necesitaban ayuda” –respondió el guardia con la sonrisa de oreja a
oreja-. Nos dio paso, y, frotándonos los ojos, pusimos la carriola en marcha.
El silencio que siempre sigue a un susto de esta naturaleza, fue roto por el
enano: “qué simpáticos son aquí los guardiaciviles, papá”. A eso del mediodía
entrábamos en Sanlúcar de Barrameda. Cuna del Manzanilla …..y de los
langostinos de la bahía.
Sanlúcar es un pueblo en el que
se respira un aire más pijín; es muy bonito y se come muy bien. Hay una
auténtica plaga de bares en las plazas y callejuelas del centro. A partir de
las 10 hay que andar a codazos para echar un vino. Cuando terminamos la ronda nocturna,
fuimos a ver si encontrábamos un aparcamiento tranquilo dónde dormir. Una
dirección prohibida por aquí, un sentido obligado por allá, al final nos
encontramos en una carretera, fuera del pueblo. Como no nos había gustado mucho
la playa, acordamos comprobar adónde nos llevaba la mencionada carretera. Unos
minutos conduciendo , y
empezábamos, ya nerviosos, a elevar el tono de voz recordando quizás el
episodio de las marismas, de
pronto, un cartel de confirmación vino a
relajar el ambiente: CHIPIONA 6, (to be continued…)
En el año 2002, fuimos de vacaciones 10 días a Sanlúcar de Barrameda. Estuvimos alojados en un hotel bastante cerca de la playa que ahora se llama Macia Doñana, pero entonces era Partner Doñana. Íbamos a comer a la Plaza del Cabildo, normalmente a "Casa Balbino", donde comíamos unas tortillas de camarones estupendas, pero de las que acabamos un poco hartos. Los langostinos, exquisitos en la misma plaza pero a 1 euro por cada uno ¡Ozú! La playa muy mala y muy sucia y llena de gente un pelín guarra con la basura. Íbamos a la de Chipiona que estaba muy cerca y esa, sí era bastante mejor.
ResponderEliminarYo estuve cenando en Casa Balbino;lo de las tortitas sigue igual, lo que me parece que se ha moderao son los langostinos, me imagino que se habrán tenido que atemperar como todo el mundo. La playa es una puta mierda, es por la desembocadura del Guadalquivir que genera esa super población de moluscos bivalvos. Si entras a la playa sin chanclas, estás perdido. A mi me pasó. Y también nos fuimos pa Chipiona, espera a cap V y verás......
EliminarTambién comimos tortitas en Balbino.... La playa es una caca. Es por la gran cantidad de moluscos bivalbos que genera la desembocadura del guadalquivir. Con los langostinos se han atemperado en los precios, a ver que remedio si no se ponen a precio no venden una grana... por eso nos fuimos pa Chipiona.... atentos al cap. V jejeje....
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