En nuestra época de estudiantes, se nos hizo, al menos una encuesta sobre el comedor o sobre las comidas que nos ponían, en la que debíamos indicar con una puntuación de 0 á 10, nuestra valoración. Dicha encuesta, no la logro ubicar con precisión, pero debió de ser en uno de los dos cursos; 2º de F.P.I ó 1º de F.P.II y este término no me lo ha podido aclarar uno de los actores principales de aquel acontecimiento; Paco, que me comenta que estaba Federico de educador porque por aquel entonces y con el resultado de la encuesta individual de Paco, se forjó una de las frases de leyenda que nos ha ido acompañando a lo largo de los años: "Ideas de Gangoso, seguro"
Todos los platos incluidos en nuestra dieta formaban parte de una lista en la que, al lado había una casilla para ponerle una nota. No me acuerdo de todos los que nos ponían, pero tengo el recuerdo de muchos de ellos. En alguna entrada anterior he intentado que comentarais los que, para vosotros, fueron los favoritos, pero como casi siempre, he tenido un rotundo éxito, así que si hago referencia a alguno que no formaba parte del menú de "la Laboral", tendréis que perdonarme. A mí el que más me gustaba, quizás porque nunca lo había comido en casa y por lo exótico de comer plátano frito, era arroz a la cubana y que con el paso de los años y con la bajada del presupuesto, fueron suprimiendo ingredientes en dicho plato y terminaron por quitar el plátano frito, con lo que dejó de ser lo que era para mí. Todavía en casa, preparamos el arroz a la cubana, como lo hacían las cocineras de los primeros años; arroz blanco, tomate frito, huevo frito, beicon ,salchichas y plátano frito (en la imagen falta el beicon).
Otra cosa que me gustaba mucho era el chocolate que ponían algunas veces para desayunar y que, sobre todo en el último curso, disfrutamos como señores porque entrábamos en la cocina y cogíamos una cafetera llena para nosotros solos. A este festín solían apuntarse algún que otro externo, entre los que eran bastante asiduos, estaban; El mosca, Chuchi y Cholo.
Volviendo al tema de la encuesta. A Paco no se le ocurrió otra cosa que, en vez de poner nota a los platos solicitados, hacer un comentario de cada uno de ellos. Tuve la ocasión de recordar este tema con él hace poco y no se acuerda nada más que de los que me acordaba yo. Cuando llegó al plato que decía: SAN JACOBO, no se le ocurrió otro comentario que: "BENDITO SEA" y cuando le llegó el turno a BEICON, él se lo tomó como una letanía y espetó: "VEI CON DIOS".
Estas cosas no le sentaron muy bien al cuerpo educativo y el señor Federico, desde ese momento, inició con Gangoso una relación especial que se mantuvo el resto de la formación y siempre que pasara algo fuera de lo corriente, le echaba la culpa a Paco, con la famosa frase que comenté al principio de la entrada.
Recuerdo otra hazaña ocurrida en el comedor, que no quiero dejar de comentar, ya que estamos en este lugar y que fue, efectivamente idea de Gangoso. Un día había llovido a mares y no sé porqué pero se había hecho una gotera en la pared o en el techo, donde teníamos ubicada nuestra mesa, en la que siempre comíamos los mismos: Aguado, Paco, Masico y yo. Tuvimos que mover la mesa para que no nos cayera el agua encima y cuando lo hicimos, a Paco se le ocurrió hacer un cartel improvisado con indicaciones de "peligro, inundaciones" con una flecha de desvío hacia el pasillo. Esto a Federico, no le resultó nada gracioso y al llegar a la zona de las inundaciones, cogió el cartel (lo mismo que hizo con la esquela de Huevone, en el tablón de anuncios. Pincha el texto para recordar lo que ocurrió) y lo rompió dirigiéndose a Paco con la famosa frase. "Ideas de Gangoso, seguro".
Otra cosa que quiero recordar y que se instala en mis pensamientos con nostalgia es la chocolatina de Nestlé de chocolate extrafino que nos ponían de postre con la fruta y que en algún momento fue motivo de controversia porque había gente que la "mangaba" de las mesas del comedor cuando pasaba de camino a las habitaciones de F.P.II, con lo que terminaron por prohibir que se subiera a las habitaciones pasando por el comedor. Esta famosa chocolatina formó parte de nuestra vida, entre otras cosas, porque estaba buenísima y porque sirvió de trueque para hacer trabajos o intercambio por fruta o lo que se terciara.
Hace muchos años que no he comido esta chocolatina, pero sé que está aún en el mercado. Con el recuerdo de la misma, me han entrado unas ganas locas de comerme una, así que la próxima vez que vea una, me la compraré. Si la veis, haced lo mismo, seguro que su contemplación y su sabor, os transportará a viejos tiempos en los que nos servía de moneda de cambio.
Otra cosa que me gustaba mucho era el chocolate que ponían algunas veces para desayunar y que, sobre todo en el último curso, disfrutamos como señores porque entrábamos en la cocina y cogíamos una cafetera llena para nosotros solos. A este festín solían apuntarse algún que otro externo, entre los que eran bastante asiduos, estaban; El mosca, Chuchi y Cholo.
Volviendo al tema de la encuesta. A Paco no se le ocurrió otra cosa que, en vez de poner nota a los platos solicitados, hacer un comentario de cada uno de ellos. Tuve la ocasión de recordar este tema con él hace poco y no se acuerda nada más que de los que me acordaba yo. Cuando llegó al plato que decía: SAN JACOBO, no se le ocurrió otro comentario que: "BENDITO SEA" y cuando le llegó el turno a BEICON, él se lo tomó como una letanía y espetó: "VEI CON DIOS".
Estas cosas no le sentaron muy bien al cuerpo educativo y el señor Federico, desde ese momento, inició con Gangoso una relación especial que se mantuvo el resto de la formación y siempre que pasara algo fuera de lo corriente, le echaba la culpa a Paco, con la famosa frase que comenté al principio de la entrada.
Recuerdo otra hazaña ocurrida en el comedor, que no quiero dejar de comentar, ya que estamos en este lugar y que fue, efectivamente idea de Gangoso. Un día había llovido a mares y no sé porqué pero se había hecho una gotera en la pared o en el techo, donde teníamos ubicada nuestra mesa, en la que siempre comíamos los mismos: Aguado, Paco, Masico y yo. Tuvimos que mover la mesa para que no nos cayera el agua encima y cuando lo hicimos, a Paco se le ocurrió hacer un cartel improvisado con indicaciones de "peligro, inundaciones" con una flecha de desvío hacia el pasillo. Esto a Federico, no le resultó nada gracioso y al llegar a la zona de las inundaciones, cogió el cartel (lo mismo que hizo con la esquela de Huevone, en el tablón de anuncios. Pincha el texto para recordar lo que ocurrió) y lo rompió dirigiéndose a Paco con la famosa frase. "Ideas de Gangoso, seguro".
Otra cosa que quiero recordar y que se instala en mis pensamientos con nostalgia es la chocolatina de Nestlé de chocolate extrafino que nos ponían de postre con la fruta y que en algún momento fue motivo de controversia porque había gente que la "mangaba" de las mesas del comedor cuando pasaba de camino a las habitaciones de F.P.II, con lo que terminaron por prohibir que se subiera a las habitaciones pasando por el comedor. Esta famosa chocolatina formó parte de nuestra vida, entre otras cosas, porque estaba buenísima y porque sirvió de trueque para hacer trabajos o intercambio por fruta o lo que se terciara.
Hace muchos años que no he comido esta chocolatina, pero sé que está aún en el mercado. Con el recuerdo de la misma, me han entrado unas ganas locas de comerme una, así que la próxima vez que vea una, me la compraré. Si la veis, haced lo mismo, seguro que su contemplación y su sabor, os transportará a viejos tiempos en los que nos servía de moneda de cambio.
Como siempre fantástico Pascualote, quiero refrescar vuestra memoria, ya que un día que teníamos de comida lentejas, al servir las mismas en el plato apareció un cordón de un zapato, ni cortos ni perezosos nos adentramos en la cocina, con el trozo de cordón, y preguntábamos que si alguien había encontrado un zapato ya que nosotros habíamos encontrado un trozo de cordón en la perola de las lentejas.
ResponderEliminarAún recuerdo la cara de las cocineras, no sabían que hacíamos dentro de la cocina y a que nos referíamos, pero os aseguro que yo fue la primera vez que entraba en cocinas, y el recuerdo que tengo es la cara de una cocinera morena, delgada, con el pelo largo y tranza y que siempre iba muy pintada.
Lanzo una pregunta ¿ el cordón apareció tal cual, o alguno de nosotros lo introdujo en la perola?, un saludo...
Ahora que he visto las chocolatinas, me acuerdo que ese mismo flipe que rezuma tu comentario, recordando la sensación que produjo en tu mente de niño, y, me imagino, que en tu paladar de origen humilde, también, "la chocolatina" que nos daban para la merienda. Entrecomillo el sustantivo porque no era una golosina cualquiera, era "la chocolatina", con la que se podía comerciar, vender, cambiar, sobornar, presionar .... y hasta merendar. Si hombre si, resulta que no nos la daban de postre, sino de merienda. Por cierto, no recuerdo la hora en que nos la daban, (desayuno comida o cena). Yo cuando me fui para Cheste, que también nos daban chocolatina, me pareció aquello lo máximo de lo máximo, éramos tres años más peques, a 600 km de casa, tres meses sin venir, pero la chocolatina era lo mismo que aquí, era la ostia. En mi caso recuerdo que, con gran esfuerzo iba acumulando chocolatinas en el armario, de las mías y de las que cambiaba, y me las traía en vacaciones para compartir en casa con mis hermanos/as, ya ves, aquello era recibido con un júbilo sólo superado por el que sentía yo por regresar. Por cierto, en Cheste, además de esta de Nestlé, también nos daban otras marcas, yo en concreto recuerdo una que se llamaba Valor, no sé si Aguado, que tiene buena memoria, o algún otro por ahí podrá añadir algo al respecto. Bueno sosines, a ver si gano un duro que llevo una hora aquí, delante de este chisme infernal, y no he hecho más que leer el periódico, y transcribir estas sensaciones que tenía olvidadas por ahí, en algún rincón de mi voluminoso cabezón. Un saludo a todos los fabricantes de chocolatinas del mundo, por cierto, ...¿existen todavía las chocolatinas? yo hace siglos que no veo ni una...., será que no me fijo, ¿quién querría hacer desaparecer tan preciado manjar? y.... como siempre NOS LEEMOS!!
ResponderEliminarSi que tendrás razón en cuanto a que estaba destinada a ser la merienda, pero yo, si no tenía algún trueque que hacer o un soborno, me la comía después de la fruta, a modo de postre.
ResponderEliminarNos la ponían, por lo menos en los últimos años, a la hora de la comida, de ahí, el tema de la prohibición de pasar por el comedor para subir a las habitaciones de F.P.II, para dejar los libros y después volver a bajar para comer, ya que algún espabilado se llevaba alguna que otra en su paso entre las mesas, ya con la chocolatina puesta en los platos de postre.
Si se sigue comercializando porque no hace mucho las he visto en un quiosko de esos que venden de todas las clases de chupitainas y que no sabes que escoger.