NUNCA DEBIMOS
REMONTAR EL GUADIANA,….. EN
AUTOCARAVANA. (based on
a true history) (I)
El Guadiana: discurre a lo largo
de 744 km entre sus fuentes, Las Lagunas de Ruidera en el límite entre la provincias de Ciudad
Real y Albacete y su desembocadura en Ayamonte, Huelva, donde
constituye la frontera con el país vecino. El paraje donde el río tributa sus
aguas al atlántico se denomina “Isla Canela”.
Estudios hidro-geológicos modernos sitúan las fuentes en los llamados
“Ojos del Guadiana” histórico afloramiento del acuífero 24, en Villarrubia de
los Ojos, un poco más adelante, confluye esta agua con el río
Cigüela en el PN de Las Tablas de Daimiel ; pero
yo, prefiero pensar en Las
Lagunas,… son tan bonitas…. y además me
gusta creer que discurre 35km, subterráneo, entre Argamasilla y Villarrubia,
¡¡sabrán más estos hidrólogos que Plinio
el viejo!!, no creo!)
Teníamos pensado salir a las 5:00
de la madrugada, con el fin de aprovechar todo el día, pero somos Peláez y Carrizo, el hambre y las ganas de
comer juntas; aunque mi suegro era un
tipo muy puntual, los genes que regulan esta virtud, a mi señora no llegaron. Por la sangre de
los Peláez, nunca circularon. Jamás llegamos
puntuales a una cita. Ni para irnos de vacaciones. Cuando nos dirigíamos a eso
de las dos, (de la tarde) a comer un
bocata en un bar con el fin de no retrasar aún más la salida, nos cruzamos con
Olvi, mi cuñada, que ya venía de currar, la carcajada que se le escapó al
vernos todavía por aquí, se oyó hasta en
Benavente. Salimos a las tres. Pillamos al que nos alquiló la autocaravana, (en adelante, la bicha), en Sevilla, a las 8
y pico , de milagro; estaba que rabiaba por largarse: nos leyó el prospecto,
nos pasó el contrato, y nos recomendó salir hacia el sur por Coria del Río en vez de por Sevilla capital,
que era lo fácil, con el fin de evitar atascos. Llevábamos hora y media
conduciendo por carreteras inmundas, sin señalizar, sin arcén, y sin
baches (eso si), cuando nos dimos cuenta que nos habíamos perdido entre
lo que parecía ser un inmenso carrizal (las marismas del Guadalquivir). Empezamos a divisar unas luces a lo lejos y
hacia ellas nos dirigimos. El pueblo era Isla Mayor y allí, preguntamos a una andaluza muy simpática, que con esa
gracia que tienen, nos indicó la manera
de coger la autovía con unas referencias
muy sutiles,: “tiráih un cashito pallá”, (con el brazo señalaba seguir recto),
“cuando llegueih ar pino, torseih pacá” (con el brazo recto y la mano vuelta
señalaba a la derecha) “ …pasaih debaho un puentesillo”(con la mano y el brazo
dibujó un arco invertido, tipo Joaquín Prat en “¡ a jugaaaar!”) … “y ya veréih
lah luse de Villamanrique,…. ¡si oh perdeih, preguntá!!” -sentenció-.
Si, … no sé a quién, -pensé -, mientras ponía rumbo, otra vez, hacia la
ciénaga procelosa. La verdad es que si no llega a ser porque el pino en
cuestión, era un chopo, hubiéramos
acertao a la primera. Confieso haber echado
de menos el casi siempre
vilipendiado Ton-Ton del grande, aunque no creo que tenga en el programa esas
carreteras. Tuvimos que volver a
parar en medio de ninguna parte, esperar
a que unas luces salieran de una finca y preguntar a un muchacho; este, con el
mismo arte que nuestra anterior interlocutora,
nos indicó el camino de Villamanrique de la Condesa , donde
empalmaríamos con la autovía de Güerva .Como ya estábamos cerca, no nos
volvimos a perder. Una vez en la autovía, decidimos acortar el viaje, con el
fin de pillar algún sitio abierto pa cenar. Eran casi las doce, cuando aparcamos la bicha en la playa de
Mazagón: 22 gambas blancas, tan frescas,
que se pelaban solas: 5€, “por ese
precio póngame otra de lo mismo” (Coño! en este plato van 23, ¡cuanta hermosura!!)… . Nuestras desventuras a lo largo de la marisma,
encontraban por fin recompensa. (to be
continued….).
Me he reído un buen rato con tu primer relato de vuestras vacaciones. Por lo que cuentas y si habéis estado este año por Huelva, hasta es posible que hayamos estado cerca si fue en la última semana de agosto, ya que nosotros estuvimos en Matalascañas. Te animo a que pronto me mandes el segundo capítulo, pues promete.
ResponderEliminarPues si, nuestras desventuras en la bicha comenzaron el 29 de agosto; varamos en Mazagón en esa fecha, así que estuvimos bien cerquita sin saberlo. Te envío el siguiente capítulo, porque el viaje, como ya iréis viendo resultó ser un compendio de anécdotas y risas protagonizadas en mayor o menor medida por nuestra casita ambulante.....
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