En este país
polarizado, (todo se ciñe a Madrid o Barsa, PP o PSOE, Belmonte o Joselito ), procuro
posicionarme siempre a favor de alternativas más débiles. En fútbol, con cualquiera
que gane a esos dos; en las urnas, ese tono paternal que adquieren en
elecciones, esas bobadas que prometen…., no me
fío de nadie; En los toros, me quedo con Belmonte. Sentó las
bases del toreo que me gusta: quietud y
temple; fuera de la plaza, prescindió de
la coleta natural, y alternó con lo más encopetado de la sociedad sevillana del
momento. Pero la polémica que siempre acompaña a toda ruptura con lo clásico,
le acarreó encarnizados detractores;
también por eso lo adoro. Qué le voy a hacer!, soy un quijote.
Mariano Rajoy, era un político que yo tenía en buena consideración. Me
gustaban por un lado sus gallegadas en clave de trabalenguas, en
los que parecía que decía muchas cosas sin decir nada, y, al final,
nada decía; (“yo soy el que soy, vengo de dónde vengo y haré lo que tenga que
hacer, entre las medidas que tomaré están todas y ninguna, ¿contesta esto a sus
preguntas?” textual, no es cachondeo). Además, no dudo de su vocación: su condición de Registrador de la Propiedad, hace que sea el único político que pierde dinero
en el ejercicio de la cosa pública; había
además perdido dos elecciones frente a Bamby,
y aunque no voto al PP, su victoria podía significar un revulsivo y los cambios
son buenos para la higiene del estado. Han pasado sólo 6 meses desde que
alcanzó una cota de poder jamás alcanzada por nadie en democracia, y mi
sensación es que está asustado, desaparecido, titubeante, indeciso, carca, y
desmemoriado (donde dije digo, digo
diego). ¿Dónde está esa incisiva locuacidad que le permitió camelar a millones
de votantes.? ….. no es lo mismo predicar,
que dar trigo.
Con todo, lo más doliente, es que insulten
constantemente nuestra inteligencia. Unos y otros. Da pena
oírlos, desdiciendo lo dicho hace tan sólo siete meses y abusando de eufemismos
para no llamar a las cosas por su nombre. Tirad de hemerotecas y comparad. Lo
que dicen ahora estos, ya nos lo decían los otros cuando mangoneaban desde Moncloa.
Han bastado 10 meses para que se cambien los guiones y ahora dicen los otros lo
que afirmaban antes estos. De sobra saben que la gente no tiene memoria y así nos va. Cada país tiene los gobernantes
que se merece; estamos donde estamos por nuestra culpa …. Aunque tal vez todo se deba a mi percepción
viciada de la realidad, ….. como aquella canción de Sabina: “el joven aprendiz
de pintor que ayer mismo…. juraba que mis cuadros eran su catecismo…..hoy como
ve que el público empieza a hacerme caso…,ya no dice que pinto tan bien como
Picasso….” ¿os acordáis?..pues eso. De todos modos Mariano, gracias por librarnos de Leire Pajín
y de la Trini.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarAyer, 28 de septiembre de 2012 se cumplieron 100 años de la alternativa de José Gómez Ortega, Gallito chico. Todo el mundo taurino lo conocería posteriormente como Joselito, pero apenas en un par de ocasiones se anunció con ese nombre en los carteles. Siempre o casi siempre emparejado, tanto en el coso como fuera de él, a Juan Belmonte.
ResponderEliminarSucedió en Sevilla, con toros de Moreno Santamaría. Concretamente el de su alternativa fue el toro de nombre Caballero, número 16, alto y algo escurrido de carnes. Aquel día, su hermano Rafael, quien llevaba el sobrenombre de "El Gallo", estuvo mejor que él. El toricantano dio la vuelta al ruedo y al final sus paisanos lo sacaron a hombros.
Esta faceta taurina no la conocía de tí. Me ha sorprendido mucho, aunque pensándolo bien, algún secreto escondido tenías que tener. No me encuentro entre los que son antitaurinos y tampoco entre los que entienden de toros, que cada uno haga lo que le dé la gana. Sólo faltaba que los magos, tertulianos de tres al cuarto, vagos, progres, artistas, gurús, leídos y enterados, nos digan lo que tenemos que hacer. En algunas partes y en ciertos sectores de lo social o cultural, ya está ocurriendo hoy en día.
ResponderEliminarDe todas formas, sobre este tema y otros muchos siempre habrá polémica.
Me se acentúa la afición con los años. Lo que empezó como una cabezonería por llevar la contraria al resto del mundo que en general, piensan que somos unos cafres por mantener La Fiesta, al final, ha acabado por calar en mi. Disfruto mucho con los toros, aunque sólo me gustan los de a pie, que lo considero un arte y a caballo, que es un puro espectáculo. El resto de festejos que se celebran alrededor de los cornúpetas, (toro de vega, enmaromado, toro de fuego, bous al carrer etc, etc, etc,...) no miro ni pa ellos aunque no me preocupa que se celebren. Será porque tengo preocupaciones menos prosaicas en mi vida normal. Salud y suerte. Amén
Eliminar