 | |
| Creo que es de la zona de arriba, pero necesito ayuda porque no lo recuerdo |
 |
| Ricardo..."Dale al Microtor..." |
 |
| Jarero posa para la ocasión. ¿Qué tal te salían las roscas con el Fernando" |
 |
| Creo que Chin nos cuenta algo con argumentos irrefutables. |
 |
| Castaño entra a matar ante la incrédula mirada de Félix |
 |
| Creo que estamos buscando la toma de tierra o el enchufe |
 |
| Tiemblen las torretas |
 |
| ¿Nos habíamos fijado en el techo alguna vez? |
 |
| Ahora todas las máquinas nos parecen más pequeñas |
 |
| Foto inolvidable en un lugar de recuerdos imborrables |
 |
| Nos parecía mentira estar de nuevo en estos rincones |
 |
| A mí, me gustaría saber el tema de conversación |
 |
| Aquellas limadoras monstruosas que asustaban con su movimiento de vaivén imparable |
 |
| ¡Qué complicado era hacer el punto en el sitio exacto para taladrar |
 |
| Los bancos con los tornillos para limar. Particularmente el lugar que menos me gustaba |
 |
| Si guardaís silencio, se oyen los murmullos apagados de nuestras risas de antaño |
 |
| No han cambiado casi nada las cosas |
 |
| Julito; seguro que nunca pensaste en regresar e este lugar |
 |
| Con Microtor y Cumbre me quito las penas |
 |
| Nuestras manos apretaron cientos de veces estos tornillos. Ahora nuestros hijos pasean por los lugares donde nosotros ni siquiera pensábamos en ser padres algún día |
 |
| En la instantánea se refleja la nostalgia de volver por nuestros pasos de juventud. |
 |
| A Aguado sólo le falta el mono con los bolsillos descolgados , la lima basta y la "U" |
 |
| No sé cómo Cholo no tiene problemas de espalda, con lo que tendría que agacharse para limar a esa altura |
 |
| "Parece mentira", se intuye que está pensando Isidro al ver lo andado en esta vida que da tantas vueltas |
 |
| No da tiempo a todo y tenemos muchas cosas que hacer. Nos vamos |
 |
| Manuel nos deleita con una de sus bromas usuales |
 |
| La foto está muy borrosa, pero quiero publicarla por el momento tan tierno. |
9.000 visitas, ahí es nada!!!, y eso que parece que no se os mueve un pelo de la ropa. Hasta los rusos dauspolculo nos admiran.
ResponderEliminarMenos mal que no ties tiempo, macho, porque escribir los pies de foto también cuesta un güevo. Mañana os pego otro trozo de literatura, cuando esté más inspirado, amén!!!
"Corliss vivía sola. Suponía que era una cosa rara para una estudiante de segundo curso de diecinueve años, especialmente para una estudiante nativa americana que vivía de becas y la suerte y la caridad familiar, pero no podía soportar la idea de compartir su apartamento con otra persona. No quería vivir con otro indio porque comprendía a los indios demasiado bien. Si metía un compañero de habitación indio, Corliss sabía que pronto metería al primo del compañero, a su hermano, a su medio tío, al perro que había perdido hacía mucho tiempo, y la única aportación que todos ellos harían al alquiler serían unas excusas ralas. Los indios estaban acostumbrados a compartir y lo llamaban tribalismo, pero Corliss sospechaba que era otra forma fallida de comunismo...."
ResponderEliminarPequeño fragmento del primer cuento de Diez pequeños indios, página 20.
Editado por Xordica 2010.
http://www.teatrodeloslibros.net/