lunes, 23 de mayo de 2011

Cajón de sastre

Me imagino que todos nosotros teníamos unas hojas al final de los cuadernos donde tomábamos los apuntes en las que hacíamos anotaciones en sucio o notas sobre exámenes o cualquier otra cosa. En mi caso, las utilizaba también para escribir títulos de canciones, bocetos, listas, etc.
En esta entrada quiero publicar mis hojas de este tipo de anotaciones que hice en algunos cursos,  he deducido que hay mezcla en las mismas hojas de cursos distintos, con lo que tuve que conservar el mismo cuaderno de recambios para varios cursos y no debí tirar las hojas de sucio de los cursos anteriores.


Otra cosa que he descubierto y que era un misterio para mí y que comente en la entrada sobre la asignatura de Inglés (This first Things o Tere is Lukin the Güindon), es que en el cuaderno de apuntes, tengo un montón de hojas sobre Inglés del último curso, con lo que no seguimos el libro famoso y sí los apuntes que nos dio la profesora jovencita que nos impartió 3º de F.P.II.

En la hoja de al lado, se puede observar un boceto del cartel que hice para la fiesta que hicimos en Ramsés II con motivo de la recogida de huevos y que podéis ver en la entrada que hice sobre el acontecimiento. También el acrónimo de un disco de Led Zeppelin, que me compré (CODA) y un dibujo sobre el disco y la película de Pink Floyd (The Wall) y unas cuantas cosas más, como títulos de canciones o nombres de componentes de grupos de música. (Para ver el cartel, pincha sobre la palabra cartel de más arriba)


En esta hoja que figura a la izquierda, se encuentran los títulos de algunas canciones y por lo que puedo deducir, son de la época de mi enamoramiento con Juli, ya que todas son baladas, eso sí, con personalidad rockera cien por cien.
Pero lo más curioso es observar una anotación rodeada con bolígrafo que pone: "Pascual la radio te la tengo yo Julio D".
Esta anotación me la debió de hacer Julito el gallego para comunicarme que me había cogido la radio y tiene que ser en 3º porque es de una hoja suelta, donde en el reverso figuran muchas cosas de ese curso.






 No recuerdo que fuera yo el encargado de confeccionar el equipo que se enfrentó al Zamora C.F en nuestro último curso para recaudar dinero (simbólico) destinado a nuestra excursión, pero en estas anotaciones que hay en el anverso de la hoja anterior, figuran dos listas con los nombres de los jugadores que barajábamos para dicho encuentro. Si quereís comprobar los nombres que figuran escritos en estas listas con la fotografía, sólo teneís que pinchar aquí.
No conozco algunos de los nombres que figuran en las listas y no sé si jugaron el partido o si alguno está en la fotografía que publicamos en su momento.


En otra de las hojas en sucio que tenía en el cuaderno que comento, se pueden observar una serie de chistes que debí de hacer cuando estaba en alguna clase del Regueras o un tostón parecido, pero los que hacen referencia a la tele, siguen estando de plena actualidad.


En la hoja de la izquierda hay una lista, que hablé de ella en una ocasión, cuande el Mauro me encargó de recaudar el dinero para comprar las láminas de dibujo; tanto las cartulinas A3, como el papel vegetal. No estaba seguro de a qué curso pertenecía este acontecimiento, pero viendo los nombres que figuran en la misma, debe de ser de 1º F.P.II porque estábamos en dos clases todavía y hay compañeros en dicha lista que no recuerdo que pasaran a 2º, tales como Orduña, Panero, Anastasio Vara.

En la última hoja, vuelve a haber un batiburrillo de cosas, pero lo que más me llama la atención es el esquema para hacer una sala de sonido stereo con una clavija de salida de un walkman de los que teníamos para oír música y otra en sonido mono. 
Publico estas cosas tan personales para compartirlas con todos y en recuerdo de que seguramente todos vosotros teníais algo parecido si aún conservaís los apuntes tan lejanos en el tiempo, pero tan cortos en el recuerdo.

jueves, 19 de mayo de 2011

Tecnología del metal

Una asignatura que nos acompañó durante toda nuestra formación y que sin duda alguna, fue la gran estrella de la carrera, tiene un nombre, que es Tecnología del Metal y un profesor que marcó su impronta y su estilo en la forma de enseñarla y que no fue otro que Alfonso, pero en los cinco cursos de la titulación, hubo otros profesores que apotaron sus formas y conocimientos en nuestra educación. Aquí quiero rendir homenaje a todos ellos y que con la ayuda inestimable de los lectores del blog y asiduos comentaristas, hagan memoria de todos los profesores que nos impartieron dicha asignatura.

Si alguien tiene a bien amenizar nuestra lectura con algún comentario recordatorio de anécdotas acaecidas en los momentos de clase con estos profesores o en los exámenes, este sería un buen lugar para recordarlas.
Por mi parte, dejo en esta entrada un pedazo de nuestra memoria en forma de apuntes tomados de la voz de Alfonso y de sus dibujos realizados en la pizarra con tanto esmero.

Antes de pasar a editar otra entrada en el blog, quiero añadir a ésta, un documento que he encontrado con posterioridad a la publicación de la misma y que consiste en un examen que nos puso el referido profesor, Alfonso Ruiz, en la 3º evaluación de 3º. Cuando he leído los enunciados de las preguntas, tengo que reconocer que no sé cómo éramos capaces de hacer bien los problemas porque ahora me suena a chino todo lo que leo.

Como fui compañero de Chin, durante los mismos cinco años que compartimos formación, tuve los mismos profesores que comenta él en el foro y me pasa exactamente lo mismo con respecto al recuerdo que dejaron en mí, sólo que "El Robruto", fue un personaje con una "humanidad" tan oronda y una pose y rituales tan propios, que sigue apareciendo en los recortes que de vez en cuando aparecen por mi memoria.

miércoles, 18 de mayo de 2011

Felicidades para Paco

Aunque sea al final de la jornada, le dejo en este rincón la felicitación por su cumpleaños. Acabo de hablar con él y lo he pillado trabajando, así que no está teniendo un día para disfrutarlo en compañía de sus chicas, por eso quiero que lo animemos un poco entre todos. Felicidades Paquirriquiconico.

domingo, 8 de mayo de 2011

Exámenes IV (Uno de Lengua)

" Son las ocho y aún no ha llegado. Las gotas de lluvia acechan sobre la punta de mis zapatillas cuando se estrellan contra el suelo empedrado y ya no tengo más sitio hacia atrás para resguarnecerme porque he dado con mis talones contra la puerta de madera que da a la calle y en la que nunca me había fijado y menos aún, pensado que algún día, me serviría de refugio ante la lluvia. Ahora también comienza a llover en mí corazón y éstas son unas  lágrimas que tienen sabor amargo. Hoy comprendo lo que se siente cuando alguien te da plantón.
Toco con las puntas de mis dedos las dos entradas numeradas: fila doce, asientos catorce y quince, al lado del pasillo como a ella le gusta y no pienso en el dinero perdido, ni en ir a la puerta del cine para intentar revenderlas, sino en el momento que he perdido de estar con ella otra vez y sentirme a su lado, ver brillar sus ojos con la luz reflejada de la pantalla en la oscuridad de la sala, oírla reír, observar sus gestos de tensión, de alegría, de tristeza, sentirme cerca de ella y oler su perfume de mil primaveras"

Así comenzaba el relato libre que hice en un examen de Lengua que nos pidió "La Jarpo" en una de las preguntas y que todavía conservo, aunque con alguna falta de ortografía corregida por la profesora. Del resto de las mismas no contesté a casi ninguna bien, pero saqué un suficiente y me dijo que me ponía un 5 por lo que había escrito. Recuerdo que no sólo yo, aprobó aquel examen por los mismos motivos y lo dijo en clase cuando dio los resultados del mismo, diciendo que alguno había aprobado porque en la pregunta de escribir un relato de forma libre, "había verdaderos escritores en potencia" y eso le había hecho poner algún que otro suficiente, pero que había sido un desastre generalizado. Seguramente que alguien en las mismas circunstancias que yo, se acuerde de aquel episodio. Ya comenté en una entrada anterior, que gracias a esta maestra, inicié mi afición a la lectura, no por el libro que nos tocó a Orduña y a mí (Los Bravos), si no por el que le tocó a Paco y Aguado (Misterio de la cripta embrujada) y que también leí yo, por oírlos reír cuando lo leían.
Este examen que comento había sido retrasado en más de una ocasión porque no nos venía bien a unos cuantos, bien porque no habíamos estudiado o por algún asunto que teníamos pendiente de hacer y que no podíamos posponer, como ir a dar un paseo, ir al cine, a la Ramsés II o cualquier otra actividad ineludible. La llamábamos por teléfono, a través de nuestro delegado, que casi siempre estaba con los mismas preocupaciones que los que no habíamos estudiado para el citado examen y "La Jarpo", no ponía ningún problema. Éste, lo teníamos con los externos al día siguiente, que los pobres, si habían estudiado toda la tarde o por la noche y se encontraban con la sorpresa de que no se hacía porque algunos internos nos habíamos estado tocando las pelotas.

Publico una de las portadas de Lengua, en este caso de 2º de F.P.I, pero nada más porque he estado buscando en el contenido algo que fuera identificable por mí y que me hubiera quedadado grabado en la memoria y no he encontrado nada, asi que sirva esta fotografía para dejar patente el recuerdo a la asignatura y a la profesora más representativa que tuvimos, al menos, para mí.





miércoles, 4 de mayo de 2011

Don Topo nº 0



Si la publicación del segundo y tercer número de la revista Don Topo, que tenían los números 1 y 2, fue toda una vuelta al pasado, con recuerdos tan gratos, al menos para unos cuantos de nosotros por la implicación directa en su elaboración, la aparición del primer ejemplar de la revista, que tenía el número 0 y que con ella comenzamos la aventura de la inmersión en el mundo del periodismo, ha sido todo un acontecimiento para mí y le doy las gracias a Paco y a Aguado, que cada uno de los dos me ha enviado la revista que aún conservaban y que yo he debido de extraviar, ya que con su colaboración, puedo dar a conocer a todos un trozo de nuestra historia particular como grupo.

Con ella comenzamos el curso de periodismo y corría el año 1983 y cursábamos 1º de F.P.II. En el equipo de redacción, colaboración y grafismo, había gente de La Octava y también de los que estaban en aquel año en 3º, pero si os fijáis, no había nadie de 2º, un curso que quiero recordar, iba un poco a su aire y no se relacionaba con casi nadie, es más creo que no se llevaban tan bien entre ellos, como nos llevábamos los de 1º entre nosotros mismos y también con los de 3º, que ya dije en alguna ocasión, que hicimos una buena amistad con muchos de ellos.

Se ve que los artículos no están muy elaborados, no sé si por la inexperiencia en algo nuevo para todos o por la enfermedad común que regía  en aquellos tiempos y que se manifestaba con síntomas como la ley del mínimo esfuerzo, la apatía, el pasotismo, la vagancia, el "hazlo tú que yo te ayudo", "busca la información que yo lo mecanografío" y signos de parecida índole, pero al final, se hacían las cosas, aunque no fueran del agrado de nuestro director, que nos decía que teníamos mucho más potencial.



Tanto Aguilar, como Augusto y Burón, eran de 3º y su colaboración fue efímera y testimonial, pero recuerdo habernos divertido mucho con ellos, sobre todo con Aguilar. Es una pena que desaparecieran las grabaciones que hicimos del trabajo de Inglés de la Tere is Looking porque hacíamos referencia a aquel tipo tan curioso, al que apodábamos "Aguimoto revólver".



Como comento más arriba, los artículos que publicamos, no eran muy allá, pero si os fijáis bien, los asuntos que tratan, siguen casi treinta años después, tan actuales que podrían haberse hecho hoy en día.

Los dibujos que hice para esta revista, me traen unos recuerdos muy especiales y éste del astronauta semi hundido en la arena,  con el traje espacial raído y destrozado por el paso del tiempo y las condiciones climatológicas, con el botiquín abierto, en busca de su última esperanza de sobrevivir al mundo hostil en que ha aterrizado su nave averiada, hizo que mi imaginación se desatara en los momentos en los que lo hice, pero que esta imagen, me ha acompañado siempre a lo largo de mi vida y cuando la he vuelto a ver, me ha invadido la nostalgia del momento, pues hacía más de veintisiete años que no la había vuelto a ver.
En el dibujo original, del que lo copié, había una enorme nave espacial destartalada detrás del viajero espacial, pero no la dibujé por el tema de la vagancia que indico más arriba.
Como muestra de lo que estoy diciendo, incluyo esta escultura que hice en una playa gallega en el año 2007, para disfrute de mi hijo.
De los que no pasaron al siguiente curso, me acuerdo mucho de Orduña, de Villafáfila, que fue el que escribió el artículo de Ecología sobre su pueblo y que ya iba encaminando un poco su futuro, porque la última vez que tuve la oportunidad de verlo y hablar con él, fue precisamente en su pueblo y como responsable de enseñar el parque de las Lagunas de Villafáfila, de esto hace como 20 años o así. No he vuelto a tener noticias suyas, pero espero que le vayan bien las cosas, porque era un buen chaval y pasamos muy buenos ratos en el periodo que pudimos compartir en la Uni.

 La música siempre ocupó un lugar destacado, no sólo para mí, si no para todo el grupo y para ello me remito a la entrada publicada sobre la música de una época (pinchar en el texto en color distinto para ir a la entrada), que tuvo bastante éxito en cuanto a participación y comentarios. No recuerdo si el dibujo que acompaña al texto, lo hice de inspiración propia o lo copié de algún sitio, pero si recuerdo que se me rajaba el calco con el bolígrafo que no escribía, ya que lo reutilizábamos para hacer más dibujos para la multicopista. Explico esto porque si alguien piensa que vaya dibujos tan básicos que hacíamos, tiene la explicación de que no se hacían sobre papel directamente, sino sobre el revés de un calco negro, que después se utilizaba en la máquina para hacer más copias. Los que están mejor de apariencia, como el astronauta o el de la ventana del dormitorio, se dibujaban en papel de forma normal y después se hacían fotocopias, por eso quedaban mejor. No trato de justificar los mamarrachos que hice algunas veces, pero tiene una explicación.

No os pido que leáis los artículos, pero en este de la música, aunque no se descubre nada que no supiera nadie, si hace una predicción sobre el Heavy Metal. En aquellos años, para la mayoría de la gente, ésta era una música diabólica y relacionada con el mundo oscuro del consumo de drogas y alcohol y estaba mal vista, pero con el paso de los años, uno escucha los sonidos que en aquel entonces, estaban considerados
Tenéis que perdonar que algunos artículos aparezcan cortados, pero es así como los he recibido, pero creo que se entiende casi todo y lo que no, se saca por el contexto.
En este artículo sobre el deporte, vemos a nuestro amigo Augusto como copió alguna noticia practicamente entera de alguna crónica de algún periódico local, imagino que para rellenar la revista y justificar su participación o porque se lo pidiéramos encarecidamente para que tuviéramos algo de lo que hablar.
Augusto era un tipo tranquilo y muy buen chaval que se relacionó mucho con todo el grupo de La Octava, como otros muchos que pasaban tanto rato con nosotros como con sus compañeros de curso y creo que eso dice bastante a favor nuestro porque ellos eran mayores y prácticamente no hacían distinciones de tipo clasista con nosotros, es más, como en este caso, se pusieron a las órdenes del equipo redactor, que estaba compuesto en su totalidad por gente de La Octava, que estábamos en 1º.


Nace el mítico personaje de Gunty ya en la primera revista y en esta ocasión, el autor es Aguado y que posteriormente continuó Paco con más aventuras de las que nos reímos mucho. Nótese que en aquellos años 80, se llevaba mucho el tema del pasotismo y no precisamente ilustrado, pero que era objeto de continuo uso en cualquier conversación mantenida en el "tontódromo" cuando querías ligar con una chica.
No recuerdo exactamente cómo nació el citado personaje, pero recuerdo que circulaban chistes con este  u otro sujeto parecido, aunque en un principio lo llamábamos "Guty", pero degeneró en Gunty por un mal entendido o por un error tipográfico, pero el caso es que todos nos acordamos del curioso elemento.

No sé quien hizo este artículo firmado por J.A. pero desgraciadamente, sigue de plena actualidad en estas fechas, incluso con más virulencia que en aquellos años y ahora que nos pilla con una edad tan difícil, es mucho más preocupante que en los años en los que aún estábamos estudiando y estas cosas, nos quedaban un poco alejadas de nuestras inquietudes cotidianas. Lo que me gustaría es que la gente que en estos momentos se encuentra en esta situación, pronto encuentre trabajo.

 Dicen los intelectuales, que tanto predicamento tienen en este país, que uno tiene que hablar de lo que conoce; el escritor, crear sus mundos a partir de su lugar de origen y contar las historias propias o de las gentes con las que comparte sus experiencias o que conoce, su cultura y sus costumbres, el científico de sus descubrimientos e investigaciones, etc. 
Pues les voy a hacer un poco de caso y sigo hablando de lo que conozco, que en este caso es del dibujo que titulo: "Desde nuestra ventana". Si os fijáis bien, no creo que los internos tengan ningún problema en identificar el dibujo con una de las ventanas que teníamos en nuestras habitaciones. En este caso, es la ventana del dormitorio que compartíamos Aguado, Paco y yo, que daba al patio interior, donde había una hermoso jardín al que pocas veces pudimos acceder, porque si no recuerdo mal, se entraba desde las puertas del comedor y que raras veces se habrían, pero tengo el vago recuerdo de comer allí alguna de las chocolatinas Nestlé, de las que he hablado en una entrada anterior. Las cortinas eran como de lona gris oscuro o un material plastificado que impedía que pasara la luz y que, tanto Aguado como yo cerrábamos lo mejor que podíamos porque éramos muy maniáticos
a la hora de dormir, sobre todo yo, que cuando me iba a la cama antes que ellos, hacía una jaima con las mantas que sobraban para que no pasara la luz de los flexos que dejaban encendidos cuando se ponían a estudiar, como siempre, a última hora.