Seguramente, todos nosotros, hemos tenido cientos o miles de exámenes a lo largo de nuestra vida. Si nos ponemos a hacer balance de todas las veces que nos hemos tenido que enfrentar a un papel en blanco o de tipo test, nos sorprenderíamos de que son muchas más veces de las que tenemos conciencia inmediata. A la hora de hacer esta entrada, yo mismo me he puesto a hacer una recopilación memorística de las veces que me he enfrentado a tales pruebas y siempre me he quedado perplejo de la cantidad de ellos que he hecho, además, sin darme cuenta, se me olvidan algunos. Sin embargo hay ciertos controles de evaluación, exámenes, pruebas de conocimientos o como los queramos llamar, que no son fáciles de olvidar. En un principio, sólo iba a hacer mención de los que me han ocurrido a mí y por supuesto de la época de la que estamos hablando; La Laboral, pero se me ha ocurrido que podía hablar de anécdotas que me acuerdo de los demás compañeros.
Voy a empezar por algunos en los que he sido yo el que ha estado implicado:
El primero que me viene a la cabeza fue uno de Humanística en 3º de F.P.II con "El calabaza", que ha recordado Ricardo su mote en algún comentario anterior, pero que se llamaba Ángel San Juan.
Cierto día, Paco y yo, que éramos compañeros de pupitre, estábamos hablando en su clase y descojonándonos de risa, bueno, yo, porque él estaba haciendo una parodia de cómo fumaban diferentes tipos de gente...un abuelo enfermizo, un chulo de discoteca, un yonky, un maricón, un garrulo de pueblo, las tías y un largo etcétera como en un show de José Mota y claro, yo me estaba partiendo, mientras "el calabaza", explicaba la revolución industrial y el impacto que tuvo en la sociedad europea. Creo que tuvo cierta paciencia, pero al ver que no dejábamos de dar el coñazo, nos llamó la atención de la siguiente forma:
-Pascual y compañía, tenéis un cero como nota en esta asignatura, así que ya sabéis lo que tenéis que sacar en el examen para aprobar como nota media.
Fue raro que no dijera: Gangoso y compañía, porque Paco era el que estaba siempre en todos los fregaos'. Lo que decía iba en serio, porque a la vez que se dirigía a nosotros, sacó de su carpeta un blog de notas y estuvo unos segundos apuntando lo que nosotros intuimos como unos ceros muy redonditos.
También, en ese mismo momento, Paco y yo, nos miramos y no hizo falta decir nada. Teníamos que sacar un diez, cosa que no habíamos hecho nunca que yo recordara y menos en esa asignatura. Al acabar la clase, estábamos desolados, sacar un diez con lo poco que estudiábamos, no era tarea fácil, pero nos juramentamos para intentarlo. Ese mismo día, por la noche, nos pusimos a estudiar como locos y al día siguiente, también. Era mucha materia y el examen estaba muy cercano, así que no nos iba a dar tiempo a estudiar con garantías, todo el temario, por lo que ideamos un truco; estudiaríamos la mitad de los temas, uno y el otro, la otra mitad y en el examen, nos lo cambiaríamos para copiar cada uno su parte cuando la hubiéramos acabado. Un riesgo, si, pero era la única manera.
El día del examen, el calabaza, estuvo atento a cualquier acto de sabotaje, pero como nos vio tan atareados, cada uno a lo nuestro, comprendió que no se la íbamos a jugar y cuando cada uno había hecho la parte que le correspondía, nos pasamos los folios el uno al otro y cada uno copió la parte que nos faltaba del examen. A la hora de entregarlo, no quisimos volver a correr el riesgo de que nos pillara haciendo otro intercambio de mesa a mesa, por lo que nos levantamos a la vez, más o menos cuando más jaleo había en la fila para entregar los folios del examen y en dicha fila, nos pasamos los que nos correspondían a cada uno.
A los pocos días, nos da las notas: ...Francisco Gangoso Anta: 10... José Antonio Pascual Alonso:10.
Fue un tío legal y no hizo la media con el cero patatero que se supone, nos había puesto y en la evaluación final, nos puso notable.
Voy a empezar por algunos en los que he sido yo el que ha estado implicado:
El primero que me viene a la cabeza fue uno de Humanística en 3º de F.P.II con "El calabaza", que ha recordado Ricardo su mote en algún comentario anterior, pero que se llamaba Ángel San Juan.
Cierto día, Paco y yo, que éramos compañeros de pupitre, estábamos hablando en su clase y descojonándonos de risa, bueno, yo, porque él estaba haciendo una parodia de cómo fumaban diferentes tipos de gente...un abuelo enfermizo, un chulo de discoteca, un yonky, un maricón, un garrulo de pueblo, las tías y un largo etcétera como en un show de José Mota y claro, yo me estaba partiendo, mientras "el calabaza", explicaba la revolución industrial y el impacto que tuvo en la sociedad europea. Creo que tuvo cierta paciencia, pero al ver que no dejábamos de dar el coñazo, nos llamó la atención de la siguiente forma:
-Pascual y compañía, tenéis un cero como nota en esta asignatura, así que ya sabéis lo que tenéis que sacar en el examen para aprobar como nota media.
Fue raro que no dijera: Gangoso y compañía, porque Paco era el que estaba siempre en todos los fregaos'. Lo que decía iba en serio, porque a la vez que se dirigía a nosotros, sacó de su carpeta un blog de notas y estuvo unos segundos apuntando lo que nosotros intuimos como unos ceros muy redonditos.
También, en ese mismo momento, Paco y yo, nos miramos y no hizo falta decir nada. Teníamos que sacar un diez, cosa que no habíamos hecho nunca que yo recordara y menos en esa asignatura. Al acabar la clase, estábamos desolados, sacar un diez con lo poco que estudiábamos, no era tarea fácil, pero nos juramentamos para intentarlo. Ese mismo día, por la noche, nos pusimos a estudiar como locos y al día siguiente, también. Era mucha materia y el examen estaba muy cercano, así que no nos iba a dar tiempo a estudiar con garantías, todo el temario, por lo que ideamos un truco; estudiaríamos la mitad de los temas, uno y el otro, la otra mitad y en el examen, nos lo cambiaríamos para copiar cada uno su parte cuando la hubiéramos acabado. Un riesgo, si, pero era la única manera.
El día del examen, el calabaza, estuvo atento a cualquier acto de sabotaje, pero como nos vio tan atareados, cada uno a lo nuestro, comprendió que no se la íbamos a jugar y cuando cada uno había hecho la parte que le correspondía, nos pasamos los folios el uno al otro y cada uno copió la parte que nos faltaba del examen. A la hora de entregarlo, no quisimos volver a correr el riesgo de que nos pillara haciendo otro intercambio de mesa a mesa, por lo que nos levantamos a la vez, más o menos cuando más jaleo había en la fila para entregar los folios del examen y en dicha fila, nos pasamos los que nos correspondían a cada uno.
A los pocos días, nos da las notas: ...Francisco Gangoso Anta: 10... José Antonio Pascual Alonso:10.
Fue un tío legal y no hizo la media con el cero patatero que se supone, nos había puesto y en la evaluación final, nos puso notable.
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