Sigo publicando algunos comentarios de los participantes del blog (hasta ahora solo de Chin, que es el que más se extiende en contenido) y que me parecen muy buenos y entretienen bastante, dejando siempre una sonrisa prolongada, además de ser críticos con la sociedad.
Una vez compré, en un expositor de esos que hay en los bares cutres, un contador. Es uno de esos que se pusieron de moda a raíz de un anuncio de desodorante en el que un fulano, poco agraciado, iba marcando el nº de chicas que se llevaba al huerto a causa de la presunta fragancia que lo envolvía por usar el mencionado producto…. ¿lo recodáis?.....Pues bien,… yo como ya no ligo (ni falta que me hace) no entiendo por qué, utilizo el aparato para conteos estadísticos, muy frecuentes en mi trabajo: Ora cuento marras en las repoblaciones, ora cuento bichos en los censos de los cotos de caza….
Resulta que cuando fui en navidades a Albacete, llevaba un artilugio de esos en el bolsillo y durante los paseos diarios que me pego por la ciudad y los alrededores, ante la multitud de saltitos, cambios de paso, quiebros y rodeos (slalom), que hay que dar en las aceras para esquivar las mierdas de perro, me he decidido a publicar el siguiente Documento, que, como todo lo que aquí os cuento, está basado en datos reales, apuntados durante los días 25, 30, 31 y 1
Características del a “muestra”:
4 paseos de 12 km , (+/-2 h a 6km/h ) siempre por aceras y veredas, en general utilizadas por ciclistas y peatones.Son unos 48 km.
Sólo cuento las plastas que no han sido mancilladas (aún).Las zurraspas o berretes, que son las marcas procedentes de los intentos vanos de deshacerte del premio arrastrando los zapatos sobre el pavimento, cuentan 1/6, (es decir cada 6 zurraspas, 1 mierda).
Tampoco contabilizo las meadas, porque si fuese así, mis paseos de esta navidad , sin tiempo para más, se hubiesen ceñido a idas y vueltas al eroski. que está al lado; ya que el conteo sería infinito porque todas las señales de tráfico, farolas, árboles, ruedas de coche, papeleras, contenedores, esquinas, dinteles y, en general, protuberancias dignas de micción, están siendo agasajadas convenientemente con la visita diaria de docenas de perros. (en verano, con 40ºC a la sombra, será menester andar con mascarilla, para capear el hedor)
Sin embargo, y aunque son difícilmente pisables, las deyecciones depositadas en los alcorques, césped, jardines, macizos y, en general, lugares por los que una persona normal no andaría tentando a la suerte, son también contabilizadas, ya que son indicadores fehacientes del gran problema de educación que tenemos
RESULTADOS:
Son 235 los caprichos perrunos contabilizados a lo largo de estos días, lo que arroja una mierda de perro cada +/- 204 metros recorridos. La cadencia de pasteles disminuye en el centro de la ciudad, y en las zonas de paseo periféricas , por ejemplo por las sendas del canal de Mª Cristina, o por detrás del campus hasta la pulgosa. Sin embargo supone un verdadero problema en los barrios. De esto saco dos conclusiones: aparte de guarros, los amos de los perros son vagos y maleantes ya que no les gusta andar,más allá de las aceras de su barrio (lástima que se derogara la Ley aplicable a estos sujetos),
Y por último, reseñar que si salgo con mi niño de 8 años, príncipe del despiste, (el rey soy yo)desde casa de mi suegra hasta casa de mis cuñados(unos 600/700 m de trayecto) la probabilidad de que el chiquillo ensucie las zapatillas en este camino hostil, con una densidad de boñigas casi 125 puntos por encima de la media es del 17,56%., es decir, teniendo en cuenta dos paseos por cada vez que vamos, (un pallá y pacá) una mierda cada algo más de 2 visitas. En este caso los guarismos estadísticos se ven desvirtuados porque tanto Conchi como yo nos sabemos la copla y siempre vamos haciendo Slalom por la acera con él, pero si lo dejas a su bola no falla : 2/3 visitas y premio, ….2/3 visitas premio……
mu bien chechu, hasta corriges las faltas.....
ResponderEliminarQue conste que no lo hago con la intención de pasar por un listillo, además, si faltaba algún acento, seguro que fue por accidente, como nos pasa a los demás.
ResponderEliminarNo ha vuelto a aparecer el yanqui que hizo el comentario en una de nuestras entradas y creo que nos ha ignarado, pero sigue habiendo muchas visitas de los EE.UU.
Chin, no dejes de inspirarte.
El Rey León
ResponderEliminarEn el otoño de 1994, me llevé a mi sobrina Andrea, con dos años y medio, poco más,, a ver “El Rey León” la peli de Disney. Su madre me advirtió de que era muy pequeña y que no me debería extrañar si a media peli, se agobiaba de estar tanto tiempo en el mismo sitio y se ponía a llorar. El caso es que la niña permaneció inmóvil y sin pestañear durante toda la peli; es más, cuando Mufasa muere, víctima de la conspiración entre las hienas y Scar, mi sobrina se hinchó a llorar; Yo con el fin de no verle esos ojazos que tenía, (y tiene)- bañados en lágrimas y previendo el final feliz, estuve un buen rato prometiéndole que todo se arreglaría hasta que la nena se calmó. Angelico.
El día 5 de enero, de los corrientes, y como regalo de reyes, llevé a los míos a ver el musical de “El Rey León”.He de contaros que la movida fue producto de la casualidad. Primero, hace tres meses, después de años sin saber de un tipo que me debía pasta, apareció con 3.600 pavos con los que ya no contaba, ya que el tipo había desaparecido.(en 17 años que llevo luchando contra los elementos, es la 1ª vez que me pasa) En ese momento, escuchaba por la radio un reportaje sobre el musical, que estaba siendo un éxito sin paliativos. Me acorde de María y Héctor, y pillé entradas a través de la Red. (ya me conocéis, las gallinas que entran por las que salen). Con tan buena fortuna, que el primer día que me daban cuatro entradas seguidas en la platea, (2ª casualidad), era el 5 de enero….. Bingo!!. Me los llevo a ver la cabalgata de Madrid, y cuando termine, por sorpresa, me los llevo al teatro, (pensé). Y así fue. Todo salió según lo previsto; cuando después de la cabalgata, cogimos el metro, hasta la boca de Santo Domingo (a 50m de las puertas del teatro). No veas la cara que se le quedó a los tres cuando les di las entradas a la misma puerta, porque ellos pensaban que íbamos a por el coche, que lo teníamos en un parking cercano a Princesa. Pero lo mejor estaba por llegar, porque a pesar de las maravillosas críticas, lo que íbamos a ver no deja de ser un montaje teatral, que a los niños, sobre todo al peque, podría decepcionarlo un poco. Nada más lejos de la realidad porque al igual que mi sobrinica Andrea, en el estreno cinematográfico, estuvieron sin pestañear durante las dos horas y media largas que dura la Obra. Fijaos si será bueno el montaje, que el niño en el descanso me dijo: “papá , es que parecen de verdad, como en la película”. La adaptación teatral de la obra es sencillamente espectacular, genial, única…. Nunca pensé que se le pudieran ocurrir a alguien tantas cosas, tan bonitas, para representar en un teatro . En fin, absolutamente recomendable.