Finalmente hubo un encuentro el día 12 de agosto con algunos de los topos de La Octava y no el día 13 ó el 11 con confusión de día de la semana, pero que este suceso dio lugar a una divertida anécdota protagonizada por nuestro bien amado Chin, haciendo un simpático comentario cuasi Buñuelesco en el blog, que más parecía un espejismo onírico que la más cruda realidad de encontrarse sólo ante una jarra de cerveza.
Todo se arregló al día siguiente, aunque a una hora menos propicia para despertar los instintos gastronómico-etílicos con los que nos sentimos más identificados los miembros de La Octava, quedando en un paseo por la orilla del río, donde nuestros hijos pudieron columpiarse en el parque y nuestras conversaciones no se vieron interrumpidas por el alboroto de cualquier bareto o terraza infestada de gente y la ingesta de unas frescas jarras de cervezas en una de las pocas terrazas que hay en la zona, pese a no ser santo de devoción de Jesús Antonio Peláez, que tildó al lugar de "cueva de ladrones", pero no tuvimos más opción, pues el lugar donde celebramos nuestro 25º aniversario, estaba cerrado.
Fue una tarde tranquila y muy agradable, pues la sola compañía de uno de nosotros, hace que nuestros corazones se alegren por muy cursi que estas cosas parezcan.
Nuestras mujeres también se divirtieron viéndonos tan sonrientes a la vista de nuestros amigos y antiguos compañeros.
No fuimos más que cuatro aguerridos topos al encuentro, pero espero que en próximas reuniones, se anime más gente. Julio y su familia, no pudo asistir por compromisos familiares y los echamos de menos, aunque sabemos que él también le hubiera gustado estar un rato con nosotros.
Lo que no sabemos es si acudió alguien a la cita del día 13 que había convocado Chin, aunque fuera sábado y no miércoles. Si es así, hacerlo saber.