Esta Semana Santa pasada, algunos de los más ilustres Topos de La Octava, se reunieron para comer y charlar de tiempos pasados y presentes.
Ciertamente, se lo pasaron muy bien y comieron de cine y bebieron de película, pero sobre todo la satisfacción de encontrarnos una vez más y estar juntos, supera a todo lo demás. Hubiera sido mejor de haber sido muchos más para celebrar la hermandad y amistad, pero las circunstancias hicieron que no se reunieran nada más, pero nada menos que nueve.
Se le dio la bienvenida y el bautismo de fuego a un topo que había tomado caminos distintos allá por el tercer año de la formación, pero que siempre se ha sentido uno más y que en los últimos tiempos, está tan implicado en todo lo que rodea La Octava como el que más. Bienvenido; de Arriba Barragán.
La tarde se alargó bastante. Se cantó el "Soy Tornerno", nos pusimos el pañuelo de cuatro nudos, brindamos por la promoción y por todos los ausentes, esperando que en las próximas reuniones, sean más los que tengan a bien pasarse por allí donde sean convocados.
Hubo muchas risas y para algunos irreductibles, la fiesta se alargó parte de la noche y cerraron algún que otro garito.
¡Viva La Octava!