En las últimas fechas he tenido la oportunidad de volver a un lugar donde mi espíritu suele regresar para soñar y sigue siendo una auténtica maravilla recorrer los parajes sanabreses y dejar vagar la mente por esos paisajes de ensueño.
Hacía unos cuantos años que me habían hablado de un sitio apartado, escurridizo, de difícil acceso, pero encantado y siempre había querido llegar a él y me dije que de este año no pasaba por Sanabria sin buscarlo y perderme por allí.
El acceso al inicio de la ruta, de dificultad media, se puede hacer en coche por un camino forestal bastante transitado por los vehículos que están trabajando en la línea del AVE a Galicia y esto hace que sea un poco arriesgado para los bajos de los coches que no sean todo terrenos o un poco altos. El camino forestal termina en una especie de lugar para aparcar, donde caben unos 8 ó 10 coches y allí mismo, comienza la senda del Tejedelo, indicada claramente con un cartel informativo de las características de la ruta y de la flora y foresta que nos vamos a encontrar. La particularidad más llamativa del bosque de tejos es que los más viejos de ellos tienen la friolera de 1500 años y esto los hace muy especiales. La ruta es de dificultad media y aconsejo ir provistos de buen calzado, un bastón, agua y unos bocadillos, para comerlos en el mirador, "La Peña del Veladero", que hay a medio camino de la senda y desde donde se ve todo el valle con una panorámica que no tiene nada que envidiar a otros lugares de más renombre.
Hay que tener un poco de paciencia, porque si se hace la senda tal y como viene indicada, el bosque de los tejos, practicamente es lo último a lo que se accede, pero merece la pena. A medida que te vas adentrando en el lugar, parece como si te introdujeras en una especie de máquina del tiempo, sabiendo que estás ante seres vivos que hace más de 1500 años que están sobre el planeta y que tú estás viendo algo que generaciones y generaciones de hombres han podido sentir y vivir. Si hacemos comparaciones, podríamos decir que se parece a los decorados de películas como Avatar o los bosques que aparecen en El Señor de los Anillos.
Espero que las imágenes que dejo en el blog os den una idea de lo que os vais a encontrar si no dejáis pasar la oportunidad de visitarlo cuando vuestros pasos os acerquen por la zona.
Lo que sí hay que tener cuidado es no comer las hojas de los tejos porque tienen 3 tipos diferentes de alcaloides, uno de ellos, la taxina, es muy venenoso y puede causar la muerte en minutos.
Si alguien lo ha visitado, me gustaría que dejase su opinión sobre el lugar o indicara otras rutas por la zona que merezca la pena recorrer.